Chevrolet Captiva

Este SUV americano de 7 plazas recibe una serie de mejoras técnicas y estéticas para mantenerse en plena forma: interior rediseñado, nuevos motores, frontal actualizado... Y todo al mismo precio que antes.

Chevrolet Captiva
Chevrolet Captiva

Las mejoras de esta edición del Chevrolet Captiva se centran en varios puntos concretos que demandaban sus clientes, por lo tanto, conserva la filosofía del anterior modelo, pero se han pulido ciertos aspectos técnicos. Uno de ellos afecta directamente a los motores, que son nuevos y ahora logran un mayor rendimiento con un consumo más contenido. En el caso del Diesel sigue habiendo un único propulsor escalonado en dos niveles de potencia, si bien recibe un aumento de cilindrada de 2 a 2,2 litros, de modo que la potencia de sus dos variantes disponibles ganan 34 y 36 CV respectivamente, con lo que ahora brindan 163 y 184 CV. La versión básica de gasolina, de 2,4 litros y 167 CV será el modelo de acceso a la gama y se comercializará en nuestro mercado únicamente con tracción delantera, lo que permite un más que competitivo precio de partida de 25.160 euros. En el lado opuesto encontramos un potente V6 de 3 litros y 258 CV, que será el tope de gama, sin ningún SUV generalista que le haga sombra en cuanto a rendimiento.
A España llegarán tres acabados diferentes, LS, LT y LTZ. Desde el más básico ya se ofrece un nivel de equipamiento bastante completo, aunque las siete plazas son exclusivas de las dos terminaciones superiores. Cuando los asientos de la 3ª fila están plegados bajo el piso el tamaño del maletero no varía entre los habitáculos de 5 y 7 plazas, ya que éstas se sustituyen por unos compartimentos portaobjetos, con lo que el plano de carga queda a la misma altura. La tracción a las cuatro ruedas, por su parte, se podrá equipar en todas las versiones menos en el mencionado 2,4 de gasolina. Por otro lado, quienes no requieran de este sistema también podrán optar por un 2,2 Diesel en su versión de menor rendimiento, es decir, 163 CV, a un precio de 29.160 euros.

Respecto a las mejoras técnicas, la dirección ha sido otro de los elementos que se han revisado. Es hidráulica, pero con asistencia eléctrica, y su tacto es ahora más consistente, aunque no es demasiado directa. Otro aspecto a tener en cuenta es el nuevo freno de mano de accionamiento eléctrico que, además de liberar espacio en la consola central, cuenta con función de ayuda para arrancar en pendientes. Además de un chasis reforzado, se ha prestado especial atención a las suspensiones, que varían los tarados de muelle, amortiguador y barras estabilizadoras en busca de una mayor precisión de guiado. Pese a ello, el Chevrolet Captiva sigue siendo un coche de carácter familiar que se encuentra más a gusto cuando realizamos una conducción tranquila. Aunque el tacto general ha mejorado, los modelos manuales tienen un recorrido longitudinal de la palanca de cambio muy largo. En el caso de los automáticos, las transiciones de velocidad son suaves, pero no destacan por su rapidez cuando empleamos el cambio en modo manual-secuencial. La acústica ha sido otro de los puntos a tratar, para lo que se ha trabajado exhaustivamente sobre los motores Diesel y en diversos puntos de la carrocería, así como en el sistema de sonido integrado, que cuenta con toma USB desde el acabado más básico. En cuanto a la estética de la carrocería, Chevrolet apenas ha querido modificar la parte trasera. Ha sido el frontal el que ha recibido un acertado rediseño acorde con la línea del resto de modelos del fabricante. Adopta luces diurnas y un llamativo emblema de marca, al igual que llantas de aleación de mayor tamaño.

Otra de las características interesantes del nuevo Chevrolet Captiva es que, pese a las mejoras, mantiene prácticamente invariado su precio. Es una de las estrategias de Chevrolet para alcanzar su objetivo de ventas, ya que quiere llegar al millón de unidades en Europa una vez que tenga disponible toda su gama de nuevos productos.