Podría ser bueno o malo, pero nadie podía negar que el CTS siempre ha sido una alternativa diferente en nuestro mercado, aunque eso no le ha llegado a valer para hacerse un mínimo hueco entre las berlinas grandes donde ha intentado competir. Al menos, con sus grandes virtudes americanas o imperdonables lagunas vistas desde este lado del Atlántico, los anteriores Cadillac que se han podido comprar en Europa no han dinamitado la percepción que la mayor parte del público tiene de esta marca con ya más de 100 años de antigüedad, así que para Cadillac no supone empezar a forjarse una carrera desde cero, sino dar otro nuevo paso y demostrar que, ahora sí, sabe y puede actualizarse para alcanzar estándares de calidades y comportamiento no ya mínimamente aceptables, sino incluso sorprendentes para tratarse de una marca tan arraigada a su tierra. El inconveniente son las comparaciones, y es que este CTS tiene la difícil misión de competir con pesos demasiado pesado en su categoría que también ha evolucionado tanto o más que él.
Lejos queda la segunda generación, así que también es cierto que no hay excusa para hacer un buen coche cuando estás bajo el paraguas de General Motors, con toda la avalancha de tecnología que ha llegado en los últimos años. Como buen Cadillac que es, su diseño exterior es santo y seña, evolución de los dos anteriores, pero con una marcada nueva identidad de marca que no dejará indiferente a nade. Cuanto menos, llamativa silueta, sobre todo sus esquinas presididas por radicales grupos ópticos que también aportan cierta deportividad a una carrocería que, en conjunto, hasta me atrevo a tachar de elegante. Bastante más bajo que la anterior generación no ya en su línea de techo, sino también en la de capó o portón trasero, su longitud se acerca peligrosamente a los cinco metros aunque también reconozco que, ni a la vista, ni incluso conduciéndolo, parece o resulta un coche aparatoso. Hay gran trabajo aerodinámico, y mucho más orientado a insonorización en el habitáculo y el resultado se puede sentir en un confortable bienestar mecánico y acústico a velocidades más o menos racionales de crucero.
Reminiscencias de Opel
En el interior intuyes esa base de diseño típica en Opel, pero Cadillac ha hecho un gran trabajo llevándose a su terreno las calidades y acabados y, sobre todo, personalización y los niveles de equipamiento, principal plato fuerte. Grandes dosis de cuero y llamativas combinaciones de colores en asientos y salpicadero o techo revisten de forma señorial al CTS creando una muy agradable y elegante atmósfera que contrasta con grandes dosis de innovación, como su gran pantalla TFT de 12,3 pulgadas como cuadro de relojes. Multiconfigurables (también poco intuitiva), sus tres esferas pueden representar informaciones diferentes según cuatro posible temas (Simple, Enhaced, Balanced y Performance), completándose la información con un Head Up Display a color de serie en los dos niveles de acabado más costosos. Otra gran pantalla táctil de 8 pulgadas preside la consola central, donde se aglutina casi toda la información principal del coche.
El cambio siempre es automático de seis velocidades, con palanca ubicada en una consola demasiado elevada con la que no es difícil rozar con el codo, así que se agradece que el funcionamiento secuencial se haya derivado a las levas del volante, siempre de serie. Atrás, el gran túnel de transmisión y la ausencia de hueco para los pies bajo los asientos delanteros no hacen justicia al tamaño exterior del coche, siendo prácticamente un estricto cuatro plazas. Para el maletero, 447 litros de formas no muy regulares.
Hay cuatro niveles de acabado: Elegance, Luxury, Performance y Premium, todos con una destacable lista de elementos de seguridad, lujo y confort. Desde el segundo nivel, se incluye de serie un completísimo dispositivo perimétrico de seguridad que complementan, por ejemplo, a los 10 airbag y mitigación de riesgos ante atropello de peatones que todos ofrecen de serie. Incluye un sistema de alerta por colisión, control de carril y ángulo muerto, alerta de tráfico posterior al desaparcar, cámara de visión trasera y una útil alerta mediante vibración del asiento del conductor al maniobrar, avisando en qué lado existe riesgo de poder rozar la carrocerías.
Un motor, propulsión o tracción total
A Europa el Cadillac CTS sólo llegará con un motor, un 2.0 turbo con inyección directa utilizado ya por Cadillac en su berlina media ATS o por Opel en el Astra OPC. Tiene tanta potencia como el V6 de la anterior generación ofreciendo mejor respuesta, agrado y, sobre todo, consumo. Sus 276 CV y 40,8 mkg de par se han adaptado a la filosofía de una berlina de este calibre y perfil de coche, y el resultado es bastante óptimo. No es lento en aceleración aunque escalar a la zona alta del cuentarrevoluciones sí implica descubrir un tacto mecánico algo áspero y ruidoso, pero puesto en su hábitat, en carreteras amplias, disfruta de un impecable aislamiento e imperceptible rumorosidad mecánica, en parte porque el propio equipo de sonido contrarresta el ruido mecánico con sus sistema de compensación de frecuencias.
La plataforma es la Alpha ya empleada en el ATS, con su correspondiente agrandamiento de cotas hasta 2,91 metro de batalla. Con gran presencia de aluminio (primer Cadillac con todas sus puertas hechas de este material) y aceros ultra resistentes de espesor variable se ha logrado quitar de encima 128 kilos, logrando un peso final de entre 1.709 ó 1.782 kg según se trate de versiones de tracción trasera o total. La dirección es eléctrica, todos los CTS llevan un equipo de freno Brembo de grandes dimensiones y, también como equipamiento estándar, amortiguación variable Magnetic Ride, con adaptabilidad en continuo entre tarados que la marca define como turísiticos o deportivos, aunque estos últimos a mi me han resultado algo demasiado artificiales cuando los he seleccionado en carretera amplia rodando a muy rápida velocidad: en plena curva aparecen demasiados rebotes de rueda que roban confianza y restan confort. Nada que ocurra entre curvas lentas, o con la amortiguación en modo turístico, donde el CTS ofrece alta calidad de bacheo y gran equilibrio general. Es obvio que con casi 5 metros de coche, el CTS no es el más adecuado para conducir rápido entre curvas de montaña, pero también es justo reconocer que tampoco me he encontrado incómodo entre ellas, demostrando que bajo su chasis hay buenos componentes y también muy buena puesta a punto de dirección o equilibrio general entre trenes, por cierto, con reparto de pesos prácticamente neutros.
De cara a la eficiencia, las versiones de tracción total compensan su mayor peso con un desarrollo de cambio algo más largo (la sexta pasa de 51,7 km/h a 54,6), aunque los consumos finalmente son también superiores: 8,5 frente a 9,1 l/100 km. Sí hay que citar que, incluso en estas versiones mecánicamente menos favorables por desarrollo, peso o fricciones, el motor 2.0 turbo sigue resultando plenamente satisfactorio por capacidad de aceleración y respuesta aún cando en ninguno de los casos la transmisión automática de 6 marchas sea una maravilla de rapidez de respuesta.
Con sólo un motor, difícil lo tiene, pero Cadillac no viene a romper el mercado porque tampoco tiene distribuidores en Europa para ello. En este sentido, en España se va a potenciar la red en las principales ciudades, donde la berlina media ATS podrá tener también más salida con su renovación de gama de cara a 2015. Nuevo SRX, Escalade y el precioso ELR serán, también en 2015, los refuerzos de la marca para ofrecer en Europa un inconfundible sabor americano.
Precios
Cadillac CTS 2.0 T Elegance RWD: 54.827 euros
Cadillac CTS 2.0 T Elegance AWD: 59.776 euros
Cadillac CTS 2.0 T Luxury RWD: 57.354 euros
Cadillac CTS 2.0T Luxury AWD: 62.399 euros
Cadillac CTS 2.0T Performance RWD: 60.595 euros
Cadillac CTS 2.0T Performance AWD: 65.765 euros
Cadillac CTS 2.0T Premium RWD: 63.013 euros
Cadillac CTS 2.0T Premium AWD: 68.274 euros
Ficha técnica
Ficha técnica |
Cadillac CTS 2.0T |
Motor |
4 cilindros en línea |
Cilindrada y cotas |
1.998 cm3 – 86 x 86 mm |
Distribución |
Doble árbol de levas en cabeza con variadores de fase. 4 válvulas por cilindro |
Alimentación |
Inyección directa de gasolina con turbocompresor e intercambiador térmico |
Potencia |
276 CV a 5.500 rpm |
Par |
400 Nm entre 3.000 y 4.500 rpm |
Transmisión |
Tracción trasera o total. Caja de cambios automática por convertidor de 6 relaciones |
Suspensión delantera |
McPhseron con doble articulación inferior, estabilizadora y amortiguadores magnetorrreológicos |
Suspensión trasera |
Multibrazo con estabilizadora y amortiguadores magnetorreológicos |
Frenos |
Discos Brembo ventilados de 345/315 mm en el ele delantero/trasero |
Dirección |
Cremallera eléctrica |
Peso |
1.709 – 1.782* kg |
Largo x ancho x alto |
4,96 x 1,83 x 1,45 m |
Batalla y vías |
2,91 m y 1,56/1,57 m |
Velocidad máxima |
240 km/h – 230 km/h* |
Consumo ciudad |
12,6 l/100 km – 12,8 l/100 km* |
Consumo extraurbano |
6,1 l/100 km – 6,9 l/100 km* |
Consumo medio |
8,5 l/100 km – 9,1 l/100 km* |
Emisiones CO2 |
198 g/km – 218 g/km * |
* Datos correspondientes a la versión de tracción total