Audi TT-RS vs BMW Z4 35is

Salta de lo común y pasa de coches aburridos. Aquí tienes dos alternativas coupé con 340 CV, por si te da por ser lobo en vez de cordero.

Audi TT-RS vs BMW Z4 35is
Audi TT-RS vs BMW Z4 35is

Los dos coches están muy bien terminados, pero, ya incluso desde parado, el Z4 -que lleva el paquete M de serie- transmite mayor calidad de materiales, mandos más sólidos y un tacto gene¬ral que parece de una categoría superior, y eso que al Audi no se le puede poner una pega en termi¬nación. Sensación que rápidamente se olvida en el momento en el que arrancas, porque los dos tie¬nen un ronco sonido que te envuelve, emociona y acompaña durante tu viaje. Si aparcas en garaje, te recomiendo que todos los días los arranques con la ventana bajada, irás a trabajar con otra cara.Una vez en marcha y circulando despacio, se repite la sensación de distinta categoría. El TT RS se siente pequeño y manejable, callejea como el mejor de los compactos y se aparca bien. El Z4 es algo más torpe y, entre su largo morro y postura de conducción más baja, invita a cambiar de carril en menos ocasiones, pero a cambio es más cómodo de suspensiones que el RS que, aun en el modo suave de la suspensión, no es una tortura pero sí más seco. Y llega la hora de acelerar. En los dos casos el motor empuja con contundencia y los cambios son estratosféricos ¿te has fijado en las cifras en las que se mueven en la tabla de prestaciones? El Audi ni se inmuta, mientras que el Z4 hace trabajar a su control de tracción ante la mínima insinuación del pie derecho. Frenan como si les fuese la vida en ello; frenando no son un Porsche pero lo parecen. El TT RS es muy rápido en cualquier circunstancia, con independencia del ángulo de la curva o el estado del asfalto, siendo de los coches más efectivos que hay en el mercado. Puedes empezar a hacer curvas y no terminar nunca. Con él te conviertes en mucho mejor conductor de lo que eres, cosa que no pasa en el BMW, que en zonas de curvas te hace trabajar y sudar como el más duro de los capataces con su todo atrás. Aquí, y en especial en las zonas reviradas es donde echo de menos el autoblocante. El Z4 35is tiene un buen chasis, pero no te lo recomiendo para conducir "al ataque". No lo disfrutas. En cambio, cuando no es necesario hacer deslizar la zaga para redondear la curva, se convierte en un coche agradable y muy rápido, exigente, pero con tacto de M. No son coches lógicos para como están los límites legales, el precio de los combustibles o la mentalidad de la sociedad, pero ahí reside gran parte de su encanto. Como verás a mi me han gustado mucho los dos y en esta ocasión apostar por uno en concreto sería quitar méritos al que no gana. Si eres tranquilo puedes elegir el que quieras, que lo vas a disfrutar igualmente. Si te gustan los "track days" o curvear de vez en cuando, no lo dudes, el TT RS. El Z4 35is lo veo más para disfrutar de paseo -aunque sea rápido- sabiendo que llevas bajo el capó mucho poder disponible.¿Qué opinas de esta noticia? Debate en los foros con otros aficionados al mundo del motor. Ser lobo o estar fuera del rebaño también tiene su encanto. Tanto como dejarse el pelo largo cuando se lleva corto, trabajar sin corbata o comer con las manos en la cursi recepción del embajador; vamos, ser libre. Trasladando esto a nuestro mundo automovilístico, ser libre puede traducirse en tener un potente, rápido y bonito coupé de gasolina, cuando la moda son los prácticos monovolúmenes, los híbridos, los aburridos eléctricos... Pensando en tu libertad, aquí tienes dos alternativas muy interesantes de Audi y BMW, con 340 caballos, el mismo precio, similar caja de cambios y los mismos argumentos que te sacarán del rebaño.Del BMW Z4 sólo existe una posibilidad de carrocería descapotable con techo metálico. Esto hace que su rival natural sea el TT Roadster, pero es 4.000 euros más caro, lleva el techo de lona y nosotros queremos comprar un coupé; nos olvidamos aquí intencionadamente del plus que suponen las plazas traseras del TT o del placer que pueda aportar el Z4 con el techo abierto. Coupé contra coupé. Estamos ante una de esas comparativas en las que la decisión de compra al final se vuelve una cuestión de apego a una marca, a una tecnología o a un estilo, porque los dos son lo suficientemente buenos como para ser muy felices con ellos; eso sí, cada uno tiene sus propias virtudes. Por un lado tenemos el Audi TT RS, un modelo de concepto más radical, pensado para ser más efectivo que cómodo. Emplea un motor de cinco cilindros de¬lantero transversal con turbo, lleva tracción total con diferencial trasero Haldex y suspensión con amortiguadores de dureza variable -opcionales-. El BMW Z4 35is es un coche de motor longitudi¬nal, también delantero, con propulsión trasera. Emplea el 3 litros de 6 cilindros y dos turbos que también lleva el Serie 1 M; es el 35i "de toda la vida" -con el resto de carrocerías de la casa lle¬va un sólo turbo y Valvetronic- pero subido por electrónica a 340 CV. También cuenta con sus¬pensión de dureza variable -pero esta de serie-. Con él, y a pesar de sus prestaciones, BMW ha querido hacer un coche muy rápido pero no radi¬cal; la ausencia de autoblocante lo hace más apto para todo el mundo pero, a mi juicio, se desapro¬vecha buena parte del enorme potencial de este motor en curva, aunque es cierto que no todo en esta vida es un circuito.Los dos coches están muy bien terminados, pero, ya incluso desde parado, el Z4 -que lleva el paquete M de serie- transmite mayor calidad de materiales, mandos más sólidos y un tacto gene¬ral que parece de una categoría superior, y eso que al Audi no se le puede poner una pega en termi¬nación. Sensación que rápidamente se olvida en el momento en el que arrancas, porque los dos tie¬nen un ronco sonido que te envuelve, emociona y acompaña durante tu viaje. Si aparcas en garaje, te recomiendo que todos los días los arranques con la ventana bajada, irás a trabajar con otra cara.Una vez en marcha y circulando despacio, se repite la sensación de distinta categoría. El TT RS se siente pequeño y manejable, callejea como el mejor de los compactos y se aparca bien. El Z4 es algo más torpe y, entre su largo morro y postura de conducción más baja, invita a cambiar de carril en menos ocasiones, pero a cambio es más cómodo de suspensiones que el RS que, aun en el modo suave de la suspensión, no es una tortura pero sí más seco. Y llega la hora de acelerar. En los dos casos el motor empuja con contundencia y los cambios son estratosféricos ¿te has fijado en las cifras en las que se mueven en la tabla de prestaciones? El Audi ni se inmuta, mientras que el Z4 hace trabajar a su control de tracción ante la mínima insinuación del pie derecho. Frenan como si les fuese la vida en ello; frenando no son un Porsche pero lo parecen. El TT RS es muy rápido en cualquier circunstancia, con independencia del ángulo de la curva o el estado del asfalto, siendo de los coches más efectivos que hay en el mercado. Puedes empezar a hacer curvas y no terminar nunca. Con él te conviertes en mucho mejor conductor de lo que eres, cosa que no pasa en el BMW, que en zonas de curvas te hace trabajar y sudar como el más duro de los capataces con su todo atrás. Aquí, y en especial en las zonas reviradas es donde echo de menos el autoblocante. El Z4 35is tiene un buen chasis, pero no te lo recomiendo para conducir "al ataque". No lo disfrutas. En cambio, cuando no es necesario hacer deslizar la zaga para redondear la curva, se convierte en un coche agradable y muy rápido, exigente, pero con tacto de M. No son coches lógicos para como están los límites legales, el precio de los combustibles o la mentalidad de la sociedad, pero ahí reside gran parte de su encanto. Como verás a mi me han gustado mucho los dos y en esta ocasión apostar por uno en concreto sería quitar méritos al que no gana. Si eres tranquilo puedes elegir el que quieras, que lo vas a disfrutar igualmente. Si te gustan los "track days" o curvear de vez en cuando, no lo dudes, el TT RS. El Z4 35is lo veo más para disfrutar de paseo -aunque sea rápido- sabiendo que llevas bajo el capó mucho poder disponible.¿Qué opinas de esta noticia? Debate en los foros con otros aficionados al mundo del motor. Ser lobo o estar fuera del rebaño también tiene su encanto. Tanto como dejarse el pelo largo cuando se lleva corto, trabajar sin corbata o comer con las manos en la cursi recepción del embajador; vamos, ser libre. Trasladando esto a nuestro mundo automovilístico, ser libre puede traducirse en tener un potente, rápido y bonito coupé de gasolina, cuando la moda son los prácticos monovolúmenes, los híbridos, los aburridos eléctricos... Pensando en tu libertad, aquí tienes dos alternativas muy interesantes de Audi y BMW, con 340 caballos, el mismo precio, similar caja de cambios y los mismos argumentos que te sacarán del rebaño.Del BMW Z4 sólo existe una posibilidad de carrocería descapotable con techo metálico. Esto hace que su rival natural sea el TT Roadster, pero es 4.000 euros más caro, lleva el techo de lona y nosotros queremos comprar un coupé; nos olvidamos aquí intencionadamente del plus que suponen las plazas traseras del TT o del placer que pueda aportar el Z4 con el techo abierto. Coupé contra coupé. Estamos ante una de esas comparativas en las que la decisión de compra al final se vuelve una cuestión de apego a una marca, a una tecnología o a un estilo, porque los dos son lo suficientemente buenos como para ser muy felices con ellos; eso sí, cada uno tiene sus propias virtudes. Por un lado tenemos el Audi TT RS, un modelo de concepto más radical, pensado para ser más efectivo que cómodo. Emplea un motor de cinco cilindros de¬lantero transversal con turbo, lleva tracción total con diferencial trasero Haldex y suspensión con amortiguadores de dureza variable -opcionales-. El BMW Z4 35is es un coche de motor longitudi¬nal, también delantero, con propulsión trasera. Emplea el 3 litros de 6 cilindros y dos turbos que también lleva el Serie 1 M; es el 35i "de toda la vida" -con el resto de carrocerías de la casa lle¬va un sólo turbo y Valvetronic- pero subido por electrónica a 340 CV. También cuenta con sus¬pensión de dureza variable -pero esta de serie-. Con él, y a pesar de sus prestaciones, BMW ha querido hacer un coche muy rápido pero no radi¬cal; la ausencia de autoblocante lo hace más apto para todo el mundo pero, a mi juicio, se desapro¬vecha buena parte del enorme potencial de este motor en curva, aunque es cierto que no todo en esta vida es un circuito.