BMW X6 ActiveHybrid

Da igual lo que otros hagan o digan, BMW una vez más sigue su propio camino y no renuncia a sus principios dinámicos haga lo que haga. Con el X6 Active Hybrid entra en el mundo de los híbridos de pleno, pero sin renunciar a las prestaciones o a su habitual tacto dinámico, interpretando el híbrido a su manera.

BMW X6 ActiveHybrid
BMW X6 ActiveHybrid

Quizá no sea la manera más lógica de empezar su andadura con los híbridos, pero sí es la más llamativa. A pesar de su éxito, todavía hay mucha gente que no acaba de entender este descomunal y caro modelo de sólo cuatro plazas, mezcla de coupé, SUV y deportivo,, y ahora van y lo convierten en híbrido… ¿se han vuelto locos en BMW? Creemos que no, nadie tiene un coche de las características del X6, de ahí que no exista mejor escaparate para llamar la atención y mostrar el funcionamiento de su tecnología más reciente. Otros comenzaron a satisfacer la nueva demanda social creada de híbridos con modelos económicos y de bajo consumo, como es el caso de Toyota, o para simular un motor más grande pero con consumos de mecánica inferior como hace Lexus. En BMW no. Con el mismo motor e idénticas prestaciones, ha apostado únicamente por la bajada de consumo sin renunciar a nada más, manteniendo en su híbrido el eslogan ¿Te gusta conducir? Llevar el BMW X6 ActiveHybrid no requiere del conductor nada extraordinario, sólo apretar el botón de arranque y utilizarlo como cualquier otro coche. Si está frío, arrancará con el motor térmico, mientras que si está «caliente» lo hará en modo eléctrico, moviéndose por el parking sin gastar gasolina. Su principal «obsesión» es la de mantener las baterías del sistema híbrido cargadas, por ello veremos cómo aprovecha mucho la energía cinética para recargarse, siempre en fases de deceleración o frenado y, en ocasiones, incluso en las de aceleración o cuando mantenemos la velocidad constante. Los motores eléctricos los utiliza para aportar potencia al motor térmico en aceleraciones, para recuperar la energía cinética o para mover el coche hasta 65 km/h. Para disfrutar de sus excelencias, hay que ir en modo automático del cambio, ya que en el manual sólo utiliza la fuerza eléctrica para generar potencia y ni siquiera se parará en los semáforos, se recarga pero no circula en eléctrico.En carretera y autopista no hay una reducción salvaje del consumo, un litro más o menos, siendo en ciudad donde este híbrido tiene más sentido; el domingo, sin tráfico, hicimos el recorrido desde casa hasta el trabajo —30 km en total—, respetando los limites de velocidad y buscando cuidar mucho el consumo acelerando suave. El resultado fue de 13,2 l/100 km de media. Pues bien, el lunes repetimos este mismo recorrido pero en hora punta: resultado 9,4 l/100 km... en un coche de ¡2,6 toneladas y 406 CV! Por las calles pequeñas de la ciudad se mueve en eléctrico, aunque no conseguimos superar los 40 km/h sin que el motor térmico se arrancase, aun mimando el acelerador. Es complicado descargar totalmente las baterías, porque aprovecha el más mínimo movimiento para auto recargarse. En esta situación, se arrancará solo y las cargará, para iniciar la marcha en eléctrico otra vez.El tacto de freno resulta un poco extraño al principio, ya que es completamente eléctrico al inicio de la frenada pero, una vez en marcha, se vuelve normal. Hay que acostumbrarse. El tacto general es el de un BMW, en el que se nota todo lo que ocurre; dirección dura pero agradable, suspensiones firmes, buenos frenos... como un X6 convencional. La única diferencia está en el comportamiento, ya que su tracción total carece de los diferenciales activos, y eso se nota, además, con un subviraje más acusado que en el resto de los X6, que baja la calificación de su comportamiento de extraordinario a muy bueno.¿Todavía piensa que los híbridos son aburridos? BMW ha demostrado que no, pero claro, todo tiene un precio, y el de este modelo es excesivo. Va equipado muy bien, hasta con TV y DVD, y no admite más opciones, pero es que cuesta 32.000 euros más que el X6 50i con el mismo motor, al que iguala en prestaciones. Eso sí, consumiendo mucho menos; es un contrasentido. Hay que pagar más para gastar —y contaminar— menos... hay que verlo como el comienzo de una tecnología para una marca y eso es de agradecer. Esperamos con impaciencia más modelos distintos que abaraten costes de producción y permita esta tecnología, la que hace posible correr lo mismo gastando mucho menos, llegar a coches de BMW más asequibles, sobre todo para los que no queremos un coche aburrido. Consumo urbano
Equipamiento completo
Calidad de funcionamiento
Precio
Peso elevado
Tacto del freno al inicio