BMW X4, Jaguar F-Pace y Mercedes GLC Coupé: ¿qué SUV Diesel es mejor?

Entre toda la oferta SUV premium hemos elegido en esta ocasión tres modelos que apuestan por la deportividad: el BMW X4, el Jaguar F-Pace y el Mercedes GLC Coupé. Son más dinámicos que otros por su estética, pero también por la potencia que ofrecen y el comportamiento. Los tres tienen un tamaño exterior similar, con una caída más pronunciada del techo y la luna trasera en el caso de los alemanes. Cuentan con motores Diesel de cuatro cilindros que superan los 200 caballos, alejándose así de las versiones más vendidas de cada casa, que suelen rondar los 150-190 caballos. Esto lo complementan con tracción total y cambios automáticos.

Tenemos al BMW X4, equipado con el motor 250d de 231 CV, el modelo más moderno de los tres por fecha de llegada. Le acompañan el Mercedes GLC Coupé, con el 250d de 204 CV, y el Jaguar F-Pace 2.0 i4D de 240 CV. Este último carece de dos carrocerías como sus rivales, pero en la firma británica le han querido dar desde el inicio un estilo deportivo que le permite rivalizar tanto con los X3, GLC, como con sus respectivas versiones de aires de coupé.

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BMW X4, Jaguar F-Pace y Mercedes GLC Coupé: por dentro

Empecemos por dentro. Me encuentro tres habitáculos atractivos. Es cierto que en estos SUV hay muchas diferencias entre un modelo básico y otro como los que las marcas nos ofrecen para las pruebas, diferencia que suele rondar entre el siete y el diez por ciento del precio inicial del coche. En los dos alemanes tenemos un modelo básico, correctamente equipado, al que se le van sumando extras o agrupación de los mismos. En el Jaguar hay más versiones ya configuradas, a la que, al igual que ocurre con sus rivales, se puede ir mejorando a base de extras complementarios. Distintos caminos para al final llegar a lo mismo. Lo cierto es que si comparamos los precios base, los tres están ahí, con una diferencia de 1.000 € arriba o abajo. En las plazas delanteras se viaja cómodo en los tres. La postura de conducción es buena, con las ventajas de ir tan alto. También es acertada la calidad de asientos o la ergonomía de los mismos. Digamos que cualquiera te podría servir. Ahora bien, hay defectos. En el BMW el Head-up Display (HUD) se proyecta sobre un cristal tan vertical que al final queda siempre a la altura de los ojos; es una pena porque BMW tiene probablemente el mejor HUD del mercado. En el Jaguar el manejo de los botones y mandos no es tan preciso como en sus rivales, ofreciendo un tacto más tosco y un mando del cambio más lento. No es motivo para descartar el coche ya nada más empezar, pero sí se aprecia diferencia al comparar. En el Mercedes parece todo un poco mejor organizado, aunque el acceso a la información de la pantalla central no es tan intuitivo como el del magnífico BMW. Tampoco me gusta el HUD del Jaguar, se ve muy antiguo. El acceso a las plazas delanteras en los dos alemanes implica muchas veces que nos manchemos la pierna con el umbral de la puerta si el coche está sucio, obligándonos a separar la pierna, cosa complicada debido a la altura. Aquí el británico deja ver su herencia de Land Rover, protegiendo esta zona con la propia puerta, quedando siempre limpia.

En las plazas traseras tenemos un hueco similar en los tres casos. Olvídate de montar tres sillas de niños, que sólo caben dos. Hay tres túneles voluminosos, que obligan al tercer ocupante a viajar con las piernas más separadas, además del respaldo más incómodo. No me gusta el mullido de asientos de Jaguar y BMW, especialmente este último, demasiado duro, al menos con esta configuración de asientos. Aquí el Mercedes gana por goleada, con una banqueta muy cómoda en las dos plazas principales. En cuanto al espacio de carga, al final todos tienen más o menos el mismo volumen, pero con grandes diferencias. Así el BMW ofrece, según nuestras mediciones, 490 litros más 40 l bajo el piso. El Mercedes tiene 390 l más 140 litros bajo el piso (que puedes cerrar con llave). En ambos casos la suma es la misma, 530 litros, pero la división del GLC Coupé te impide llevar maletas más grandes, aunque se cubique lo mismo. El ideal está en el F-Pace, que tiene 480 litros limpios y, además, tiene rueda de emergencia, mucho más práctica que los kits reparapinchazos de sus rivales. En los tres encontrarás ganchos para sujetar la carga, con prácticos raíles en BMW y Jaguar, y tomas de corriente; en los dos alemanes puedes abatir los asientos desde el propio maletero y en los tres el respaldo se divide en tres partes 40:20:40, pudiendo (no te lo recomiendo por seguridad en caso de accidente) llevar los esquís dentro del coche.

BMW X4, Jaguar F-Pace y Mercedes GLC Coupé: comportamiento

Hay buenas prestaciones, suficientes para mover las casi dos toneladas que pesan; algo excesivo, por cierto. Son tres motores diferentes. Tienen en común los cuatro cilindros y la inyección directa. BMW y Mercedes optan por poner dos turbos de distinto tamaño, uno de ellos de geometría variable, pero el de la estrella aporta mayor cilindrada. El Jaguar apuesta por un único turbo de geometría variable para, al final, ofrecer mayor potencia que sus rivales. Esto lo combinan con cajas de cambio de 9 velocidades en F-Pace y GLC Coupé, y de 8 en el X4. ¿Cuál es la mejor tecnología? Pues al final parece que acierta más BMW al ofrecer mejores prestaciones y un consumo considerablemente más bajo. No hay tanta diferencia con el Mercedes, y eso que es mucho menos potente, pero sí con el inglés. Este último no desacopla el cambio para hacer conducción a vela ni recupera energía, y al final se nota. En marcha ofrece un tacto menos refinado, con más resbalamiento del convertidor de par.

Los tres se comportan de maravilla, y más si nos remitimos a la altura y al peso que tienen, pero hay que tener cuenta que para ello es necesario que vayan más duros que una berlina; la altura se paga. El mejor equilibrio entre confort y comportamiento lo tiene el Mercedes, que es más cómodo y no tiene nada que envidiar a los otros dos, y eso que esta unidad contaba con el muelle normal y suspensión deportiva (como sus rivales) en lugar de la neumática. Por curva pasará prácticamente a la misma velocidad que el deportivo X4 y un poco más rápido que el Jaguar. En este último echo de menos que las levas del cambio funcionen en el modo normal, ya que hay que ponerlo en S para que actúen. El F-Pace se comporta bien y lo consideras deportivo y agradable, hasta que comparas con los otros dos y ves que son un poquito más cómodos, un poquito más efectivos. Aparte del apego que tengas a una marca, yo elegiría al BMW por su motor, al Mercedes por el agrado de uso y al Jaguar por su maletero y porque posiblemente ofrezca un mejor precio final, aunque hoy en día es entrar en un concesionario y llevarse una sorpresa, que todavía no he encontrado un solo coche que se venda al precio oficial.