Parece claro que el futuro a corto y medio plazo pasa por los híbridos enchufables, al menos como alternativa a los conceptos más tradicionales, que no tienen por qué desaparecer. Cada cliente podrá elegir, en función de sus necesidades, entre Diesel o gasolina, eléctrico, híbrido e híbrido enchufable. Esta última opción es sin duda la que ofrece una mayor versatilidad, ya que aúna casi todas las tecnologías mencionadas en un mismo coche.
BMW ya tiene casi a punto este tipo de arquitectura en su Serie 3, y hemos podido conducirlo en su circuito de Miramas, en Francia. Para la parte térmica recurre a un 2.0 TwinPower Turbo (180 CV y 32,6 mkg de par), que se complementa, por medio de la electrónica funcional de los BMW i3 e i8, con un motor eléctrico de 90 CV y 25,5 mkg. Este último está integrado en la propia caja de cambios automática de 8 marchas, en el lugar donde iría el convertidor de par. Como resultado, la potencia conjunta es de aproximadamente 245 CV y 40,8 mkg de par, si bien no me ha parecido tan rápido como un 328i, que logra idéntico rendimiento (también 245 CV, pero unos 5 mkg menos) únicamente con su motor de combustión.
La razón de que el BMW Serie 3 Plug-in Hybrid sea menos prestacional es que el sistema plug-in hybrid supone un peso extra de 165 kg, además íbamos tres personas en el coche. Dinámicamente, cierta inercia en curva y un tren delantero menos incisivo delataban el mayor peso del prototipo del Serie 3 Plug-in Hybrid, aunque también hay que decir que se trataba de una pista de pruebas muy revirada. A cambio de penalizar en peso, tienes la posibilidad de circular en el siempre agradable modo eléctrico hasta 120 km/h, con respuesta suficiente para solventar cualquier desplazamiento habitual sin resultar lento entre el tráfico, ya que la potencia pasa a través de la caja de cambios y se aprovechan las 8 marchas. Gracias a las baterías de iones de litio de 7,6 kWh (5,5 kWh netos), la autonomía eléctrica puede llegar hasta 35 km.
Modos de conducción
Por otro lado, el BMW Serie 3 híbrido enchufable presume de unas emisiones de CO2 de 50 g/km, que en gasto de gasolina equivalen a unos escasos 2 l/100 km de media durante el ciclo de homologación. La autonomía total es superior a los 600 km y, para lograr mayor eficiencia, cuenta con el denominado Proactive Driving Assistant. Consiste en que el sistema híbrido tiene en cuenta datos del navegador —tráfico en tiempo real, orografía del terreno, límites de velocidad— para gestionar la carga y la utilización de la energía eléctrica. Por ejemplo, si estamos llegando a una bajada en la que se puede recargar batería, durante los kilómetros anteriores se emplea mayor empuje eléctrico para descargarla y "dejar hueco" a la electricidad extra que se puede regenerar en dicha bajada, con la consiguiente mejora en consumos.
En cuanto a los modos de conducción, a los tradicionales Comfort, Sport y Eco Pro se suman dos específicos para este Serie 3 Plug-in Hybrid: Max eDrive y Save Battery. El primero es el que permite circular en modo 100% eléctrico —siempre que no hagas 'kick-down'—, mientras que el segundo sirve para reservar la carga de la batería y utilizarla más adelante. Es decir, si estamos viajando a una ciudad en la que únicamente pueden acceder coches eléctricos, mantiene el nivel de carga de la batería durante el viaje, o la recarga hasta el 50% de su capacidad en caso de que sea inferior.
Habrá que esperar a probar la versión definitiva de producción, pero de momento todo hace pensar que será un automóvil muy apetecible. Todavía falta por saber el precio y la fecha de lanzamiento, aunque a juzgar por la unidad que hemos conducido parece que faltan pocos detalles por pulir. Por cierto, a causa de las baterías pierde el hueco que hay bajo el piso del maletero y se reduce ligeramente su capacidad, pero no resulta crítico.