Porque Ford ya ha demostrado que se puede ofrecer cal y arena con este tipo de motores: su 1.6 Ecoboost (150 y 180 CV) es agradable pero suena y se comporta como deportivo. También lo es el 1.6 THP que Mini o PSA usan con éxito y del que parte este propulsor al que BMW le ha dado un giro radical. Sin embargo, no encontrarás sentido “estrujarlo” más allá de las 3.000 rpm, porque hasta entonces ya te ha dado demasiado, de modo que la componente deportiva y estimulante que puedes esperar de este motor (o de este nivel de potencia, mejor dicho) te puede dejar algo frío. Condúcelo, pues, como un Diesel, o como un híbrido si quieres extraer de él todo su jugo, aunque eso sí, estirándolo hasta sus límites sin razón claramente justificada descubrirás un funcionamiento algo más "de gasolina" que el en 1.4 TSi. A prestación pura y dura, eso sí, es sensacional este motor de BMW, aunque a bordo, la calidad de sus chasis, el aislamiento y el sonido mecánico puedan hacer parecer que el mundo no se mueve tan rápido.
"Realmente, no hay vencidos ni vencedores porque los dos motores son realmente extraordinarios y, como se puede apreciar, apenas hay décimas entre el mejor y el peor en cualquiera de las posibles mediciones de aceleración, y nunca más de un segundos en los exigentes ejercicios de recuperación"
Destacable la aportación del BMW en ecología: recuperación de energía y stop/start (del “montón”) que se pueden combinar con su modo de conducción Eco-Pro. El resultando, con este modo activo, poco gasto en ciudad y carretera pero a costa de sentir al Serie 1 con pesados pies de plomo (para eso está el modo Sport, con el que sí encontrarás una superior viveza de reacciones). VW, de lejos. Y no porque gaste demasiado, sino porque los consumos del BMW son de otra galaxia para este nivel de prestaciones. ¿Conclusiones? Refinamiento y ecología para el 118i, empate técnico en prestaciones y un suspenso (desde nuestra perspectiva inicial, en al que el comprador es, además, un verdadero aficionado) en sensaciones deportivas para ambos modelos.
La apuesta en escena sobre el asfalto no difiere demasiado lo hasta visto en el plano mecánico. BMW ha dado un generoso salto cualitativo y el Serie 1 se comporta ahora como un coche mayor: más aplomo en su pisada, superior equilibrio de trenes, mejorada capacidad de bacheo, todo por igual sin grandes pérdidas para la agilidad natural de un coche de su especie, con tracción trasera. Pero aún con 180 CV reales es difícil romper la adherencia de su eje trasero, aunque al límite siempre amaga participación, siendo este carácter, junto a su deliciosa dirección, lo que nos permite que el aburguesado Serie 1 permita disfrutar de una experiencia de conducción totalmente al resto de rivales de
"Uno promete 160 CV, el otro 170, pero al pasar por nuestro banco de potencia se han "crecido", superando holgadamente los 180 CV. Más relevante que las cifras, las formas de sus gráficas, especialmente la de par: entre 1.000 y 3.000 rpm hay motor para cualquier necesidad.
En resumidas cuentas, se nota que estamos en tiempos de cambio y parece claro que ninguna marca ha pretendido darles demasiado carácter a estas versiones, pese a lo que corren y el altísimo índice de agarre de sus chasis. Pero si se busca la exquisitez en formato compacto y el refinamiento de buenos motores de gasolina, Serie 1 y Golf son cita obligada.
— Motores
Porque Ford ya ha demostrado que se puede ofrecer cal y arena con este tipo de motores: su 1.6 Ecoboost (150 y 180 CV) es agradable pero suena y se comporta como deportivo. También lo es el 1.6 THP que Mini o PSA usan con éxito y del que parte este propulsor al que BMW le ha dado un giro radical. Sin embargo, no encontrarás sentido “estrujarlo” más allá de las 3.000 rpm, porque hasta entonces ya te ha dado demasiado, de modo que la componente deportiva y estimulante que puedes esperar de este motor (o de este nivel de potencia, mejor dicho) te puede dejar algo frío. Condúcelo, pues, como un Diesel, o como un híbrido si quieres extraer de él todo su jugo, aunque eso sí, estirándolo hasta sus límites sin razón claramente justificada descubrirás un funcionamiento algo más "de gasolina" que el en 1.4 TSi. A prestación pura y dura, eso sí, es sensacional este motor de BMW, aunque a bordo, la calidad de sus chasis, el aislamiento y el sonido mecánico puedan hacer parecer que el mundo no se mueve tan rápido.
"Realmente, no hay vencidos ni vencedores porque los dos motores son realmente extraordinarios y, como se puede apreciar, apenas hay décimas entre el mejor y el peor en cualquiera de las posibles mediciones de aceleración, y nunca más de un segundos en los exigentes ejercicios de recuperación"Destacable la aportación del BMW en ecología: recuperación de energía y stop/start (del “montón”) que se pueden combinar con su modo de conducción Eco-Pro. El resultando, con este modo activo, poco gasto en ciudad y carretera pero a costa de sentir al Serie 1 con pesados pies de plomo (para eso está el modo Sport, con el que sí encontrarás una superior viveza de reacciones). VW, de lejos. Y no porque gaste demasiado, sino porque los consumos del BMW son de otra galaxia para este nivel de prestaciones. ¿Conclusiones? Refinamiento y ecología para el 118i, empate técnico en prestaciones y un suspenso (desde nuestra perspectiva inicial, en al que el comprador es, además, un verdadero aficionado) en sensaciones deportivas para ambos modelos.
La apuesta en escena sobre el asfalto no difiere demasiado lo hasta visto en el plano mecánico. BMW ha dado un generoso salto cualitativo y el Serie 1 se comporta ahora como un coche mayor: más aplomo en su pisada, superior equilibrio de trenes, mejorada capacidad de bacheo, todo por igual sin grandes pérdidas para la agilidad natural de un coche de su especie, con tracción trasera. Pero aún con 180 CV reales es difícil romper la adherencia de su eje trasero, aunque al límite siempre amaga participación, siendo este carácter, junto a su deliciosa dirección, lo que nos permite que el aburguesado Serie 1 permita disfrutar de una experiencia de conducción totalmente al resto de rivales de
"Uno promete 160 CV, el otro 170, pero al pasar por nuestro banco de potencia se han "crecido", superando holgadamente los 180 CV. Más relevante que las cifras, las formas de sus gráficas, especialmente la de par: entre 1.000 y 3.000 rpm hay motor para cualquier necesidad.
En resumidas cuentas, se nota que estamos en tiempos de cambio y parece claro que ninguna marca ha pretendido darles demasiado carácter a estas versiones, pese a lo que corren y el altísimo índice de agarre de sus chasis. Pero si se busca la exquisitez en formato compacto y el refinamiento de buenos motores de gasolina, Serie 1 y Golf son cita obligada.
— Motores