BMW 640i Cabrio

Pasear en un buen cabrio es una gozada. Conducir un BMW de gama alta es un placer. Disfrutar de un coche con una de las mayores cargas tecnológicas del momento es un privilegio, y todo esto acompañarlo con uno de los mejores motores de gasolina del mercado, es crear el 640i Cabrio.

BMW 640i Cabrio
BMW 640i Cabrio

La calidad de rodadura de este coche aporta un confort exquisito sin perder la compostura en ningún momento. Con el Adaptive Drive -4.783 euros- tenemos cuatro modos de conducción: Confort, normal, Sport y Sport . En todos ellos se varían parámetros de suspensión -dureza y frecuencia de trabajo-, dirección, chasis -modifica grados de giro del tren trasero-, controles de estabilidad y tracción -se desconectan total o parcialmente-, motor -pedal del acelerador y postinyección en reducciones- y caja de cambios -velocidad y régimen de cambio-. Lo habitual es que nos movamos entre el modo Confort, con el que corre lo mismo y que usaremos en el 90 por ciento de los casos, y el Sport cuando queramos algo más de sensaciones en alguna ocasión determinada.

Para ir rápido por carretera abierta no se precisa el Sport , ya que desconecta el control de tracción y deja el DSC en modo deportivo, por lo que hay que ir muy rápido y lejos de la legalidad para sacarle partido. Su comportamiento hace que hace que el Serie 6 anterior parezca nervioso, que no lo era. Va más asentado y tiene un paso por curva más rápido, a la vez que más cómodo. Quizá transmita algo menos, pero lo compensa con mayor efectividad y, por tanto, seguridad. Aunque pesa sólo 64 kilos más que antes, se sigue sintiendo algo pesado al límite, que no torpe, detalle que no apreciaremos más que llevándolo a su máximo en reviradas carreteras de montaña.


Con la denominación 640i emplea el conocido motor de seis cilindros en línea con un sólo turbo y Valvetronic -el 645i era un V8 atmosférico-. Es el mismo motor que lleva el último 335i (N55) pero con la potencia subida a los 320 CV gracias a un colector de admisión y gestión electrónica específicas. Nuestra unidad, a pesar de quedarse en los 314 CV -tenía pocos km- ha conseguido el nivel prestacional anunciado, batiendo en varios segundos en todas las mediciones al anterior 645i y su V8, al que incluso humilla con un consumo casi 3 litros inferior. Cuenta con el sistema Stop/Start de serie que, si bien es correcto con su función, no es todo lo refinado que se podría esperar en un BMW. Todo lo contrario es su caja de cambios automática de 8 velocidades que destaca por su precisión, agrado de uso y su capacidad para transformarse en deportiva en el modo Sport . Nos gusta mucho este cambio, aunque también se debería ofrecer un cambio manual, que todavía hay conductores que lo demandan.


Dado que se trata de la variante descapotable, el 640i es una opción interesante, ya que anda de sobra para lo que se espera de este tipo de coches y nos permite gastarnos la diferencia con respecto al 650i -17.100 euros- en multitud de extras que nos harán la vida a bordo mucho más agradable que los 407 CV que tiene este último. Es un coche caro, sí, pero las pocas alternativas que hay en el mercado no lo son menos.

En el nuevo Serie 6 Cabrio BMW camufla con el exquisito placer de conducir un cabrio a un vehículo con una carga tecnológica fuera de lo común. Guarda gran parecido con la generación anterior, pero sólo es eso, parecido, ya que se trata un coche completamente nuevo y no sólo se nota en su presentación, sin también a la hora del paseo, la conducción o el disfrute que al principio mencionábamos. Para entenderlo hay que partir de cero. La idea de coupé de altas prestaciones 2 2 plazas es la misma, pero ahora hay novedades de concepto que vienen propiciadas por el giro de 360º que ha dado la marca responsable de la filosofía ¿Te gusta conducir?.

Emplea las soluciones dinámicas ya vistas en las Series 5 y 7, como son la suspensión adaptativa opcional o el tren trasero de ruedas directrices. Esto hace que el Serie 6, sin perder un ápice de dinamismo o sensaciones de conducción tan propias de la marca bávara, haya ganado en confort de uso, asignatura pendiente en BMW. La intencionada búsqueda de efectividad y, sobre todo, de sensaciones dinámicas de la marca no siempre casan con todos los públicos; suspensiones firmes, mayor avance en el tren delantero o la propulsión, son detalles que los amantes y fieles seguidores de BMW aprecian.

No son coches incómodos pero sí con un carácter muy marcado a propósito -esa es para nosotros y para los amantes de la marca su mayor virtud- que transmite más a su conductor pero que es lógico que pueda espantar a posibles clientes de Audi y, sobre todo, Mercedes, que prefieren coches más "fáciles" en el día a día. Con las nuevas generaciones que BMW trae al mercado esto ha cambiado. Sin abandonar su clásico eslogan ¿Te gusta conducir? BMW les ha dado donde más les duele al incluir la suspensión adaptativa, responsable de la dualidad de uso que muestra el Serie 6 Cabrio que a continuación probamos.

Como era de esperar en un BMW de los caros, estamos ante un buen coche; también tiene sus defectos y se los vamos a contar, pero les aseguramos que, salvo el precio, los demás cuesta encontrarlos. Su carrocería ofrece más batalla que en la anterior generación, siendo más grande en todas las cotas exteriores, excepto la altura, que baja un centímetro. Esto no se traduce en un interior mucho más espacioso. Es similar al anterior y sólo gana en lo que más falta le hacía, en el espacio para las piernas de los que van detrás, que, con todo, sigue siendo justo para un adulto y mantiene la calificación de 2 2 plazas.


La postura de conducción es cómoda, con excelentes asientos y espacio de sobra. El reglaje de asiento permite bajarlo 1 cm más que antes detalle que, unido al voluminoso capó, hace que en maniobras nos cueste un poco cogerle la medida al límite de la carrocería por delante. Los sensores de parking y el hábito de la conducción diaria solucionan esto, aunque recomendamos el extra del Surround View a pesar de los 843 euros que cuesta, ya que nos da una simulación de visión cenital muy útil y nos ahorrará estropear nuestro flamante cabrio.

Comparado con el anterior Serie 6 Cabrio, éste da la impresión de haber dado un paso de gigante en lo que respecta a la presentación interior con, además una imponente carga tecnológica, si bien es cierto que nuestra unidad contaba con unos 20.000 euros en extras. De serie viene una la tapicería de piel con un tratamiento para reducir su temperatura cuando le da el sol que les aseguramos funciona. El sistema de apertura del techo no ha variado mucho con respecto al anterior, registrando la misma, y decente, insonorización que antes a alta velocidad. Sólo es necesario apretar un botón en parado o por debajo de los 40 km/h y a los 19 segundos estará completamente descapotado. Tarda 24 segundos en cerrarse por completo debido a que las ventanillas no empiezan a subir hasta que el techo ha finalizado su proceso de cierre, pero a los 19 segundos ya se puede mover el coche con normalidad.

De serie viene con el obligado deflector que se coloca en las plazas traseras -las anula- y que se guarda doblado en el maletero. Con él puesto y las ventanillas subidas a los españoles no se nos estropeará el pelo y podremos disfrutar del aire acondicionado y la calefacción sin mayores problemas. Los alemanes, por si hay alguno que nos lee y puede disfrutar de las autopistas sin límite de velocidad, podrán hacer esto mismo hasta los 210 km/h.