Al mismo tiempo y en el mismo lugar, BMW ha celebrado la presentación dinámica de sus dos últimos híbridos, el 225xe Active Tourer del que te contamos nuestra toma de contacto aquí, y este nuevo 330e del que ya te adelantamos su información técnica más relevante aquí. Está claro que los coches híbridos han dejado de ser versiones para, quizá, usuarios muy comprometidos con el medio ambiente o consumidores de nuevas tecnologías, asumiendo en ambos casos no pocos compromisos, para ser prácticamente ya versiones plenamente operativas en todos los terrenos y sobre formatos de coches completamente convencionales.
Quizá todavía exijan y agradezcan ciertas conductas e infraestructuras que en nuestro país están muy lejos (conductas e infraestructuras) de las que ves en países como Alemania o Holanda, por ejemplo, pero de darse, el retorno y la satisfacción de un coche híbrido empiezan a ser muy convincentes. Y no solo eso. Ya hemos comentado lo que puede repercutir la coyuntura medioambiental del momento en el éxito de los híbridos. Nunca mejor dicho, parece que los híbridos llegan ahora en el momento justo al lugar adecuado, si las amenazas de restricción y prohibiciones de circular por las, primeramente, grandes capitales a los coches convencionales de gasolina y Diesel se cumplen...
BMW 330e: como un eléctrico
Este nuevo 330e es la segunda versión híbrida de la berlina media de BMW. En su evolución ha ganado protagonismo la parte eléctrica, en detrimento de la mecánica térmica de gasolina. Si antes contaba con un motor 3.0 de 6 cilindros de 306 CV y uno eléctrico de 55, ahora el bloque de gasolina es un 2.0 de 4 cilindros y 184 CV y el motor eléctrico aporta 88 CV, para un total combinado de 252 CV. Se ha perdido prestación bruta respecto aquel primer Serie 3 Active Hybrid de 340 CV, pero la eficiencia del nuevo modelo justifica mejor la filosofía y posibilidades de esta tecnología. El esquema mecánico del 330e se adapta a la misma plataforma de la Serie 3 sin apenas modificaciones. El motor eléctrico se integra en la misma transmisión, entre el motor térmico y la caja de cambios automática de 8 velocidades. Por tanto, en cualquier modo de trabajo el BMW 330e es siempre tracción trasera. El maletero de 370 litroscubica 110 menos que las versiones convencionales. Y el depósito de combustible pasa de 61 a 41 litros. Sí parece que estas dos características limiten e incomoden la faceta más familiar del 330e.
En el módulo eléctrico aparece una batería de ion de litio de mayor capacidad y un sistema de recarga exterior en un enchufe "casero" de 220 voltios. El tiempo de recarga es de 3 horas, o 2,1 horas si lo haces a través del cargador de pared que ofrece BMW como un extra aparte. Con la batería a tope, el nuevo BMW 330e te ofrece una autonomía eléctrica de hasta 40 kilómetros, lo que podría ser suficiente para el día a día de muchos usuarios, con unas prestaciones brillantes en aceleración y lógicas y razonables en velocidad máxima (120 km/h). Bajo este modo de conducción MAX eDrive, el BMW 330e tiene un rodar exquisito. La súbita capacidad de aceleración del motor eléctrico, su suavidad de funcionamiento y el agradable tacto general del 330e, te llevan a creerte que no existe mejor tecnología para moverte, como mínimo, por una ciudad y sus vías de circunvalación.
BMW 330e: como un deportivo
El modo de funcionamiento que propone el BMW 330e por defecto es el llamado AUTO eDrive. En este modo se alternan y combinan ambos motores térmico y eléctrico siempre bajo la premisa de la eficiencia. A baja carga el motor eléctrico se siente autosuficiente para desplazar hasta 80 km/h al 330e, para a partir de un punto entrar en escena el motor de gasolina. Todo sucede sigilosamente. El motor eléctrico puede apoyar con un empuje de 9,8 mkg al motor de gasolina en fases medias de aceleración, aliviando su esfuerzo y reduciendo el consumo, y a modo de overboost, aportar puntualmente picos de 25,5 mkg. Con ambos motores sumando su empuje, la sensación de poderío se refleja en su rápida aceleración de 0 a 100 km/h, que cubre en 6,1 segundos.
El BMW 330e se siente muy firme de pisada y transmite un gran aplomo y seguridad en carretera. Por su tacto de dirección, frenos y amortiguación no extrañas un coche diferente y como otro Serie 3 terminas conduciéndolo. El 330e cuenta también con la regulación de chasis y motor variable, con los modos de respuesta Eco-Pro, Comfort y Sport. Un tercer modo del sistema híbrido nos permite reservar la carga batería para utilizar la autonomía eléctrica donde nos interese. También con este modo SAVE Battery podemos recargar la batería hasta el 50 por ciento con el motor de gasolina, por si una vez agotada necesitamos de nuevo autonomía puramente eléctrica.
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