Audi A5 2.0 TFSI vs Lexus IS 250C

Encantador techo de lona o práctico techo metálico ¿con cuál se quedaría? Audi y Lexus proponen sus cabrios con la misma filosofía de lujo y elegancia pero con tecnologías diferentes; cada uno tiene sus virtudes y defectos pero, al final, los dos son perfectamente válidos.

Audi A5 2.0 TFSI vs Lexus IS 250C
Audi A5 2.0 TFSI vs Lexus IS 250C

Difícil elección. Los dos coches que a continuación probamos parten con el mismo objetivo: ser utilizables todos los días del año, sin renunciar a ninguno de los aspectos de confort, lujo o deportividad presentes en las berlinas de las que derivan. Los dos son muy bonitos, algo a tener muy en cuenta en este tipo de coches en los que la carga emocional supone prácticamente el 100 por 100 de la elección de compra; por estética, la elección entre uno y otro no va a resultar nada fácil, pero eso ya es cosa suya. Sí diremos a favor del Lexus IS 250C que aporta cierta exclusividad, puesto que el Audi A5 2.0 TFSI, a pesar de ser muy bonito, tiene una imagen más vista en la calle, que además comparte con el A4. El Lexus hace lo mismo con el IS, aunque este modelo está considerablemente menos visto por el simple hecho de ser mucho menos vendido.

El Audi A5 recurre a un techo eléctrico de lona; hay quien dice que no se concibe un descapotable sin lona… cuestión de gustos. Su principal ventaja es, además de la superior velocidad de apertura o cierre, que deja mayor capacidad de maletero cuando el coche está descapotado y permite algo más de espacio en las plazas traseras. En contra está el peor aislamiento, tanto térmico como acústico, además de la lógica menor protección –de actos vandálicos mejor no hablamos porque si alguien tiene ganas de estropearnos el coche… da igual el modelo que se tenga- y durabilidad y eso que la calidad del material empleado por Audi, así como su construcción, diseño o elementos de protección no plantean la más mínima duda, siendo de lo mejor del mercado.


El Lexus apuesta por el techo duro escamoteable. Cuando está cerrado pasa por un coupé, aísla mejor el interior y deja un inmenso maletero, aunque una vez descapotado, queda, en comparación, una ridícula capacidad, y eso que en el caso particular de este IS no es nada mala. Se enfrentan con motores de gasolina, con cuatro cilindros, 211 CV, tracción delantera y cambio manual en el caso del Audi -que oferta hasta 12 versiones distintas con esta carrocería- y seis cilindros en línea de 208 CV, propulsión trasera y caja automática -única versión posible en nuestro mercado- en el Lexus. En definitiva, distintos caminos para llegar a un mismo fin. 

Las diferencias en este apartado vienen marcadas tanto por la forma de entregar la potencia de cada motor como por el sistema de tracción. Así, el mayor y más inmediato par del Audi, combinado con la tracción delantera, hace que sea más fácil perder tracción en situaciones extremas. No se plantean problemas de seguridad, puesto que el A5 tiene un buen bastidor y está bien supervisado por las ayudas electrónicas que lleva de serie, pero obliga a ser más cauto con el acelerador, sobre todo si queremos ir rápido o el suelo está mojado. Qué pena que Audi no ofrezca la tracción quattro en el A5 con motores de cuatro cilindros. Así y todo, el coche resulta agradable de conducir y, como lleva suspensión deportiva de serie, aporta mayores sensaciones dinámicas sin llegar a ser incómodo.

El Lexus nos gusta algo más. Resulta más cómodo y agradable. Puede que no sea tan rápido o deportivo como el Audi pero ofrece un mayor equilibrio general; suspensión que filtra sin sequedad, un buen tren delantero y un trasero que se insinúa sólo cuando hacemos las cosas mal. Su motor entrega la potencia conmayor dulzura -incluso en baja adolece de falta de carácter algo que combina bien con la propulsión trasera. En los dos casos estamos ante modelos muy agradables de conducir, pero el Audi pone la nota deportiva y el Lexus la de confort. Apenas se notan diferencias de comportamiento entre conducirlos capotados o a cielo abierto. En los dos casos resulta necesario la instalación deldeflector de aire trasero si se quiere circular a más de 100 km/h sin que el pelo moleste en la cara -anula las plazas traseras aunque deja un buen hueco debajo-, de serie en el A5 y opcional en el IS. Con ellos montados no hay turbulencias desagradables y surge el placer de tener un descapotable.


La calidad de la mecánica 2.0 TFSI del Audi hace que el alemán gane por goleada en este apartado. Su motor de cuatro cilindros con turbo resulta más rápido, tiene una curva de trabajo más llena en todo su régimen y, además,consume considerablemente menos que el del Lexus. Este último presenta un buen nivel prestacional, puesto que alcanzar los 100 km/h desde parado en 9,1 segundos o recorrer los 1.000 m en 30,1 segundos no está nada mal, pero en comparación con el Audi resulta entre 2 y 3 segundos más lento en prácticamente todas las mediciones -menos en las de recuperaciones, por ser obligatoriamente automático-. El equipo de frenos responde bien en ambos casos, aunque, de nuevo, el Audi se detiene en menos metros.

La sonoridad con el techo cerrado es, como era de esperar, mucho mejor en el Lexus que, además, ha mejorado la que en su día se registró en el Volvo C70, otra de las posibles alternativas a estos dos modelos. En el apartado del consumo, el A5 gasta de media casi un litro menos, diferencia que debe aumentar aun más, puesto que la unidad que tuvimos del Audi para realizar las mediciones todavía no contaba con el sistema Stop/Start que este modelo llevade serie y que le hará bajar el consumo precisamente donde se acusa más el gasto del Lexus: en ciudad.

Los distintos sistemas elegidos en los techos implican características interiores bien diferentes. El Audi tiene mejores cotas en las plazas traseras; hay más espacio en altura, anchura y sobre todo, en espacio para las piernas de los ocupantes. En el Lexus dos adultos también pueden viajar detrás, aunque su confort dependerá más de la posición de los asientos de los que van delante, ya que como el conductor sea muy alto... En los dos casos encontramos respaldos traseros más verticales de lo normal, característica común a este tipo de coches. Los asientos delanteros en ambos son cómodos y agradables y no encontramos problemas de ergonomía destacables en mandos, tiradores, guanteras... Son premium y eso se nota en la calidad de acabado, ajustes, materiales y diseño.


Difícil elección. Los dos coches que a continuación probamos parten con el mismo objetivo: ser utilizables todos los días del año, sin renunciar a ninguno de los aspectos de confort, lujo o deportividad presentes en las berlinas de las que derivan. Los dos son muy bonitos, algo a tener muy en cuenta en este tipo de coches en los que la carga emocional supone prácticamente el 100 por 100 de la elección de compra; por estética, la elección entre uno y otro no va a resultar nada fácil, pero eso ya es cosa suya. Sí diremos a favor del Lexus IS 250C que aporta cierta exclusividad, puesto que el Audi A5 2.0 TFSI, a pesar de ser muy bonito, tiene una imagen más vista en la calle, que además comparte con el A4. El Lexus hace lo mismo con el IS, aunque este modelo está considerablemente menos visto por el simple hecho de ser mucho menos vendido.

El Audi A5 recurre a un techo eléctrico de lona; hay quien dice que no se concibe un descapotable sin lona… cuestión de gustos. Su principal ventaja es, además de la superior velocidad de apertura o cierre, que deja mayor capacidad de maletero cuando el coche está descapotado y permite algo más de espacio en las plazas traseras. En contra está el peor aislamiento, tanto térmico como acústico, además de la lógica menor protección –de actos vandálicos mejor no hablamos porque si alguien tiene ganas de estropearnos el coche… da igual el modelo que se tenga- y durabilidad y eso que la calidad del material empleado por Audi, así como su construcción, diseño o elementos de protección no plantean la más mínima duda, siendo de lo mejor del mercado.


El Lexus apuesta por el techo duro escamoteable. Cuando está cerrado pasa por un coupé, aísla mejor el interior y deja un inmenso maletero, aunque una vez descapotado, queda, en comparación, una ridícula capacidad, y eso que en el caso particular de este IS no es nada mala. Se enfrentan con motores de gasolina, con cuatro cilindros, 211 CV, tracción delantera y cambio manual en el caso del Audi -que oferta hasta 12 versiones distintas con esta carrocería- y seis cilindros en línea de 208 CV, propulsión trasera y caja automática -única versión posible en nuestro mercado- en el Lexus. En definitiva, distintos caminos para llegar a un mismo fin. 

Las diferencias en este apartado vienen marcadas tanto por la forma de entregar la potencia de cada motor como por el sistema de tracción. Así, el mayor y más inmediato par del Audi, combinado con la tracción delantera, hace que sea más fácil perder tracción en situaciones extremas. No se plantean problemas de seguridad, puesto que el A5 tiene un buen bastidor y está bien supervisado por las ayudas electrónicas que lleva de serie, pero obliga a ser más cauto con el acelerador, sobre todo si queremos ir rápido o el suelo está mojado. Qué pena que Audi no ofrezca la tracción quattro en el A5 con motores de cuatro cilindros. Así y todo, el coche resulta agradable de conducir y, como lleva suspensión deportiva de serie, aporta mayores sensaciones dinámicas sin llegar a ser incómodo.

El Lexus nos gusta algo más. Resulta más cómodo y agradable. Puede que no sea tan rápido o deportivo como el Audi pero ofrece un mayor equilibrio general; suspensión que filtra sin sequedad, un buen tren delantero y un trasero que se insinúa sólo cuando hacemos las cosas mal. Su motor entrega la potencia conmayor dulzura -incluso en baja adolece de falta de carácter algo que combina bien con la propulsión trasera. En los dos casos estamos ante modelos muy agradables de conducir, pero el Audi pone la nota deportiva y el Lexus la de confort. Apenas se notan diferencias de comportamiento entre conducirlos capotados o a cielo abierto. En los dos casos resulta necesario la instalación deldeflector de aire trasero si se quiere circular a más de 100 km/h sin que el pelo moleste en la cara -anula las plazas traseras aunque deja un buen hueco debajo-, de serie en el A5 y opcional en el IS. Con ellos montados no hay turbulencias desagradables y surge el placer de tener un descapotable.


La calidad de la mecánica 2.0 TFSI del Audi hace que el alemán gane por goleada en este apartado. Su motor de cuatro cilindros con turbo resulta más rápido, tiene una curva de trabajo más llena en todo su régimen y, además,consume considerablemente menos que el del Lexus. Este último presenta un buen nivel prestacional, puesto que alcanzar los 100 km/h desde parado en 9,1 segundos o recorrer los 1.000 m en 30,1 segundos no está nada mal, pero en comparación con el Audi resulta entre 2 y 3 segundos más lento en prácticamente todas las mediciones -menos en las de recuperaciones, por ser obligatoriamente automático-. El equipo de frenos responde bien en ambos casos, aunque, de nuevo, el Audi se detiene en menos metros.

La sonoridad con el techo cerrado es, como era de esperar, mucho mejor en el Lexus que, además, ha mejorado la que en su día se registró en el Volvo C70, otra de las posibles alternativas a estos dos modelos. En el apartado del consumo, el A5 gasta de media casi un litro menos, diferencia que debe aumentar aun más, puesto que la unidad que tuvimos del Audi para realizar las mediciones todavía no contaba con el sistema Stop/Start que este modelo llevade serie y que le hará bajar el consumo precisamente donde se acusa más el gasto del Lexus: en ciudad.

Los distintos sistemas elegidos en los techos implican características interiores bien diferentes. El Audi tiene mejores cotas en las plazas traseras; hay más espacio en altura, anchura y sobre todo, en espacio para las piernas de los ocupantes. En el Lexus dos adultos también pueden viajar detrás, aunque su confort dependerá más de la posición de los asientos de los que van delante, ya que como el conductor sea muy alto... En los dos casos encontramos respaldos traseros más verticales de lo normal, característica común a este tipo de coches. Los asientos delanteros en ambos son cómodos y agradables y no encontramos problemas de ergonomía destacables en mandos, tiradores, guanteras... Son premium y eso se nota en la calidad de acabado, ajustes, materiales y diseño.