"Mi pregunta es la siguiente: si los frenos de disco son mucho más eficaces que los de tambor, ¿cuál es la razón por la que estos últimos aún se montan en multitud de coches nuevos? ¿qué ventajas y qué inconvenientes tienen los frenos de tambor de los coches?
Respuesta de nuestro experto técnico Luis Miguel Vitoria
Aunque cada vez son menos corrientes, sí es cierto que los frenos de tambor aún se usan en bastantes coches pequeños o utilitarios, de carácter eminentemente urbano y siempre para el eje trasero. Estos frenos usualmente son un apoyo para el delantero, en el que recae mucho mayor peso y en el que las exigencias son mayores.
La principal razón de que aún perduren se debe casi en exclusiva a un tema de costes. Al fabricante le resultan más baratos, pero también lo es para el usuario, tanto por el precio de sustitución de sus zapatas como, sobre todo, por su mayor durabilidad. Y es que la duración media de sus elementos de desgaste es de 80.000-90.000 km, si bien conviene revisarlos cada 30.000. Al sustituirlos es recomendable cambiar todo el kit, compuesto por las mentadas zapatas, el cilindro y el conjunto de muelles; al tiempo que se aprovecha para revisar que el diámetro del tambor cumple en su diámetro con las tolerancias establecidas, no está deformado ni presenta grietas o ranuras profundas.
Ya hemos visto que las principales ventajas de los frenos de tambor son coste y durabilidad, si bien también se beneficia de estar más protegido de la suciedad así como de la humedad. Pero esto también supone una desventaja, puesto que son más propensos a calentarse —pese a que estén refrigerados con aletas—, momento en que además la pérdida de eficacia es mayor, mientras que su poder de detención también se muestra muy sensible a agentes externos como la temperatura o la humedad.
Las ventajas de los frenos de disco, que son más modernos en su concepción, es que disipan mucho mejor el calor generado por la fricción —necesaria para detener un cuerpo en movimiento—, son más compactos y eficaces bajo distintos escenarios.
Otra particularidad de las zapatas de freno empleadas en los tambores, frente a las pastillas de los discos, es que requieren un periodo de rodaje mayor. Así, tras su sustitución, resulta recomendable durante los primeros 200-300 kilómetros evitar frenazos bruscos. En este periodo no conviene tampoco someterse a la prueba de frenos de la ITV, pues hasta que los nuevos componentes se asientan la frenada no resulta tan compensada y eficaz.
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