Rolls-Royce Cullinan Black Badge: el lado oscuro

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La Rolls-Royce Cullinan Black Badge combina una siniestra estética totalmente ennegrecida, con un incremento de potencia y un bastidor mejor afinado. Por Edmundo Cano   La familia Black Badge de Rolls-Royce crece, con la adición de la SUV Cullinan a la gama. El tratamiento es similar al de los otros autos del ‘Espíritu del Éxtasis’ que lo han recibido: un aumento de potencia, suspensiones y frenos más deportivos, y una estética sombría, tal como su nombre lo indica.  

Más potencia

En el caso de la Cullinan, el V12 biturbo de 6.75 litros produce 592 hp y 664 lb/pie de torque, una sólida ganancia de 29 hp y 37 lb/pie con respecto a la versión estándar. Con esto, esta mole de 2,753 kilos es capaz de alcanzar 100 km/h en solo 4.9 segundos. Su velocidad máxima está limitada a 250 km/h.

La suspensión recibe reglajes más rígidos y precisos –aunque nunca se aleja de la suavidad característica de Rolls-Royce- y los frenos son más grandes. La transmisión automática de 8 velocidades recibe una calibración para realizar los cambios más rápidos y de forma más agresiva. Tiene incluso un botón especial denominado ‘Low’ que abre el sistema de escape para que emita un sonido más agresivo.

Bajo las sombras

Los cambios mecánicos y dinámicos son respaldados por un aspecto realmente siniestro. Pintura negra pulida a mano cubre la carrocería, y elementos como el marco de la parrilla, molduras, manijas, las puntas de los escapes  e incluso la estatuilla del ‘Espíritu del Éxtasis’ usan un acabado cromado en negro. Las únicas piezas en cromo natural son las barras verticales de la parrilla. Los brazos de los rines de 22” en aleación pulida, los calipers rojos y una franja amarilla pintada a mano a lo largo de la carrocería, proveen los únicos colores contrastantes en la Cullinan Black Badge.  

Manto estelar

El amarillo también está presente en el interior, con costuras y detalles en piel amarilla en las vestiduras y tablero predominantemente negros. El cielo interno ‘estrellado’ hace su aparición por vez primera en la Cullinan, con 1,344 fibras ópticas luminosas individuales, y una nueva función de ‘estrella fugaz’. Rolls-Royce ya está aceptando órdenes para la Cullinan Back Badge en Norteamérica, a un precio de salida de $382,000 dólares.