Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) acaba de emitir una sanción para el fabricante Fiat-Chrysler por ocho tipos de dispositivos auxiliares de control de emisiones no declarados en algunos de sus modelos.
Concretamente, se refieren a 103,828 vehículos RAM 1500 y Jeep Grand Cherokee con motores V6 3.0 litros a diésel modelos 2014 a 2016. La agencia añade que los dispositivos para control de emisiones no son ilegales en sí, lo que no está permitido es instalarlos sin hacerlo del conocimiento de las autoridades.
La EPA aclara que esta primera sanción es por ocultar la existencia de los dispositivos, pero que además ya cuentan con una investigación abierta para determinar si se trata de hardware e incluso de software destinado a falsear los datos de emisiones de los modelos implicados, tal como sucediera en el caso DieselGate, en el que Volkswagen acaba de declararse culpable ante la corte de cargos criminales, por lo que, entre multas, arreglos de demandas civiles y otros reclamos, pagará una cantidad adicional de 4,300 millones de dólares.
En pruebas controladas de laboratorio, los vehículos de FCA cumplen con los estándares de emisiones, pero a altas velocidades, se incrementan notablemente los niveles de óxidos de nitrógeno, los dispositivos reducen el funcionamiento o incluso desconectan la válvula EGR (de recirculación de gases) en ciertas circunstancias.
La EPA también aclaró que, mientras las investigaciones no digan otra cosa y se trate únicamente de una sanción por dispositivos no declarados, los vehículos siguen siendo seguros y totalmente legales, por lo que los propietarios pueden usarlos sin problemas. Del mismo modo, no se detienen las ventas de los modelos implicados.
En FCA se declararon decepcionados de la EPA y externaron que están en la mejor disposición de explicar cómo funcionan estos implementos y que no constituyen una forma de falseamiento o engaño, además que están dispuestos a realizar una actualización de software si la agencia lo considera necesario. La EPA añadió que sus investigaciones no han encontrado inconsistencias en modelos a diésel de Ford y Mazda. En caso que se compruebe que los dispositivos son maliciosos, la sanción podría ser hasta de 44 mil dólares por unidad.