Nunca antes Polestar había hecho unos coches tan rápidos como el Volvo S60 Polestar y su variante familiar, el Volvo V60 Polestar. Lo más llamativo, como siempre en las preparaciones de Polestar, se encuentra bajo el capó. A partir del moderno motor de cuatro cilindros 2.0 Drive-E de Volvo, Polestar ha añadido un compresor mecánico y ha cambiado el turbocompresor original por otro de mayor tamaño.
Mejorados sus pulmones, capaces de soplar a un máximo de 2,0 bar, se han agrandado los pasos de aire y se ha facilitado su entrada al motor a alto régimen (el corte se produce a 7.000 rpm), con unos nuevos árboles de levas. A continuación, han mejorado el suministro de combustible para alimentar los 367 caballos, con una bomba de mayor capacidad. Dentro del motor, para soportar los esfuerzos combinados de mayor velocidad y mayor presión interna, lo han dotado de nuevas bielas reforzadas. El par máximo del nuevo motor alcanza 48 mkg (470Nm), a un relativamente elevado régimen de 3.100 rpm, pero que mantiene ahí hasta las 5.100 rpm.
No todo es motor en Polestar
Para conseguir pasar toda esta potencia al suelo, los Volvo S60 y V60 Polestar cuentan con la tracción total de Volvo que suministra BorgWarner, en la que se ha variado la preponderancia en el envío de fuerza hacia el tren trasero. Los Volvo S60 y V60 Polestar no estarán disponibles con cambio manual, sino exclusivamente con el cambio Geartronic automático de ocho marchas optimizado para esta aplicación, también de BorgWarner, de manera que los pasos de marchas sean más rápidos.
Para conseguir el equilibrio que diferencia a un coche potente de un buen coche, en Polestar han dotado a los S60 y V60 de sus habituales amortiguadores Ohlins regulables. Una barra de fibra de carbono une las torretas sobre ambos para conseguir rigidez y mejorar la precisión de trabajo de las McPherson delanteras. Para los muelles se han adoptado unos un 80 por ciento más rígidos que los equivalentes de los deportivos S/V60 T6 R-Design.
También dicen haber modificado la dirección de serie, mientras que los frenos se han ido también a una implantación de coche de competición, con unas pinzas Brembo de seis pistones para morder unos discos ranurados, también Brembo, flotantes, de nada menos que 371 mm de diámetro delante. Detrás se conforman con unos de 302 mm, también ventilados. Para conseguir hacer hueco a este equipo frenante, los S60/V60 adoptan unas llantas de 20 pulgadas de diámetro. El peso lo han rebajado hasta 1.751 kg en el S60 y 1.796 en el V60, lo que significa haber eliminado 24 kilos delante y 20 kilos detrás respecto a la versión de partida.
¿Que cuánto corre? Los habituales 250 km/h limitados electrónicamente. El 0-100 km/h lo puede conseguir en 4,7 segundos, mientras que en homologaciones presume de un consumo de 7,8 l/100km, lo que se traduce en 179 g/km de CO2, una cifra que dicen récord. Aún no se conocen precios, pero sí que se ofrecerá en Europa, Estados Unidos y algunos otros mercados del mundo.
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