En el Salón del Automóvil de Fránckfurt, que abrirá sus puertas a mediados del próximo mes de septiembre, debería haberse celebrado el estreno mundial ya de la nueva generación del Volkswagen Golf, pero no parece que vaya a ser finalmente así. VW parece que quiere a cambio centrar toda su atención en el próximo ID.3, un compacto eléctrico nuevo que anticipa toda una familia de vehículos cero emisiones que llegarán al mercado.
Por todo ello, VW parece que, no solo retrasará así la presentación mundial del flamante Golf 8, sino también su llegada al mercado algunos meses más. El hecho es que en octubre, en Wolfsburg, donde los Golf han estado fabricándose desde 1974, la nueva edición verá la luz para empezar a comercializarse a finales de noviembre, aunque eso sí no en todas sus variantes, acabados y motorizaciones desde el primer momento.
VW Golf 8: así arrancará su gama
En realidad, todo esto no es algo nuevo en la historia del automóvil, ya que, durante décadas, la producción de nuevos vehículos ha comenzado con una limitada variedad de versiones. ¿Por qué? Por una sencilla cuestión de logística y para minimizar al máximo la tasa de posibles fallos en el comienzo de su andadura. Se debe dar prioridad a la demanda de los clientes, lo que con el nuevo Volkswagen Golf 8 significa que comenzará en su lanzamiento con sus dos variantes más populares, el gasolina 1.0 TSI y el diésel 1.6 TDI (ambos con 115 CV), acompañados del 2.0 TDI y del 1.5 TSI con dos escalones de potencia: 130 y 150 CV.
VW también suministrará esta última motorización 1.5 TSI en una variante micro-híbrida con tecnología de 48V y alternador reversible, lo que hace posible apagar el motor de combustión durante más tiempo en situaciones de conducción. Además de la variante de 130 CV, en la primavera de 2020 llegará el motor TSI de tres cilindros y 1.0 litros con esta tecnología, capaz de aportar un ahorro medio de combustible de alrededor de 0,3 l/100 km.
VW Golf 8: gas, deportivos, híbridos…
¿Y motores térmicos de gas en el nuevo VW Golf 8? También entra en los planes del nuevo compacto una variante del cuatro cilindros de gas natural de 160 CV (TGI). Y el GTE, la versión híbrida enchufable, deberá llegar a mediados del próximo año, con aproximadamente 50 kilómetros de autonomía en modo 100% eléctrico. Todavía resulta incierta la posibilidad de incluir la tecnología mild-hybrid con un motor eléctrico adicional en el eje trasero.
Ciertamente, volverá a haber también un VW Golf de rendimiento superior. Para empezar, el GTI tendrá su sucesor en la nueva generación, con un nivel de potencia de aproximadamente 260 CV. Y después el TCR (Touring Car Racing), siglas que representan a los modelos de competición y cuyos modelos de base se incluyen en la gama. Pero el modelo más potente vendrá marcado con el sello “R", con una potencia alrededor de 310 CV y tracción total.
¿Una gran evolución del nuevo VW Golf? Discreta, porque la revolución del Golf está en otro lugar, y no, no es un cambio radical en su diseño. Como en anteriores generaciones que han pecado de convencionales, el nuevo Golf seguirá siendo un Golf, exactamente lo que los clientes esperan, por lo que los desmayos relacionados el factor sorpresa están definitivamente descartados. Incluso el tamaño exterior permanece casi invariable, manteniendo su notable habitabilidad para su tamaño.
VW ID.3: más espacio… y menos de 30.000 €
Si tecnológicamente resultará interesante como siempre el nuevo Golf, espera a conocer lo que llegará antes. Y es que aquellos que en la categoría de los 4,30 metros valoran un lenguaje de diseño diferente y busquen todavía un mayor espacio interior, deberían poner ya su mirada en otra dirección, en la del nuevo Volkswagen ID.3, que, en cuanto a habitabilidad, ofrece un gran espacio para las piernas… comparable a un Passat, según sus responsables.
Aquí la fórmula de Volkswagen es diferente: el nuevo VW ID.3 costará tanto como un Golf Diesel bien equipado; de hecho, con el equipamiento más completo. ¿Menos de 30.000 euros para la versión básica? Sí, probablemente... 29.990 euros, según nos informan nuestros compañeros de Auto Motor und Sport desde Alemania.
VW ID.3: nos subimos al eléctrico
Esta versión básica todavía no se ha puesto a la venta porque, para reducir al máximo la complejidad de producción, VW lanzará una edición anticipada con una batería de 62 kWh (las de 48 y 82 kWh completarán la oferta), que permite una autonomía de alrededor de 400 kilómetros como puro eléctrico. El objetivo es que la capacidad de carga admita 125 kW, lo que recorta el tiempo de recarga en media hora.
Con el motor de 170 ó 204 CV de potencia colocado en la parte trasera, el nuevo VW ID.3 se muestra ágil y seguro a pesar de las llantas de 20 pulgadas opcionales (de serie lleva de 18 pulgadas) que no inciden en el confort de la suspensión. Si bien hay que señalar que al prototipo que hemos conducido aún le faltaban horas de trabajo intensivo antes de llegar al modelo definitivo que pasará a la serie.
En la lista de sistemas en desarrollo para el nuevo VW ID.3, destaca su ESP: "esta es la primera vez que tenemos que aplicar controles electrónicos para un motor montado en la parte trasera", dice el Director de Desarrollo Frank Welsch. "Buscamos alcanzar el nivel de control que ya hemos logrado en el Golf", y ése es un baremo muy alto.
VW Golf 8 vs ID.3: conectividad y comunicación
Pero ¿qué pasa con la revolución que también promete en tecnología el nuevo Golf? Palabra clave al respecto: completa red. Ya en el lanzamiento al mercado los clientes deben tener la oportunidad, por así decirlo, de “llevar su Golf con ellos" a través de una app. Como por ejemplo en un coche de alquiler, para el que la app se hace cargo de todos los ajustes personales. También es novedad la comunicación Car-to-X.
Con este sistema, por ejemplo, los VW Golf 8 no solo podrán reproducir datos sobre la densidad del tráfico entre sí, sino también utilizar datos externos. Por ejemplo el equipo de información y entretenimiento anunciará que se aproxima un vehículo de emergencia que, sin embargo, debe estar equipado para ello. Pero eso todavía está en sus inicios.
Con el ID.3, VW quiere ir un paso más allá, como con las actualizaciones en línea no solo para los equipos a bordo, sino también para el software del vehículo, existiendo la posibilidad de agregar funcionalidades a través de la aplicación. Esto también debería ser posible con el Golf más adelante. Todos los vehículos deberán estar equipados con un radar frontal para cumplir con la normativa de accidentes, que se podrá activar a través del control de crucero adaptativo, por cierto, incluso para aquellos que compren un Golf VIII usado, porque podrán actualizar posteriormente este equipamiento. La cámara de marcha atrás es de serie aunque no su funcionalidad, pero se podrá desbloquear más adelante.
Más y más hardware en cada coche. Quien quiera usarlo tendrá que desembolsar un coste extra en el momento o con posterioridad. Esto reduce la complejidad de la producción. Tanto para el VW Golf como para el ID.3 es necesario que los vehículos estén conectados a lo que se denomina “Back-End", uno de los puntos de fricción para los responsables de desarrollo. Si se resuelven todos los problemas, el cliente puede esperar más funcionalidades y el grupo VW puede disfrutar de costes significativamente reducidos.
VW Golf 8 vs ID.3: ¿serán rentable?
Actualmente hay 70 unidades de control diferentes en un VW Golf. La nueva arquitectura electrónica E3 reduce el número centralizándolo a varios servidores centrales, con solo unas pocas unidades de control externas. El Golf 8, en particular, se beneficia del menor nivel de complejidad de la electrónica, pero la integración de muchos extras opcionales en el entorno del CAN-Bus (protocolo de comunicación para el intercambio de información entre unidades de control electrónicas del automóvil) ofrece todavía un funcionamiento irregular y, por lo tanto, quedará disponible para más adelante, algo que de momento no pone las cosas fáciles en la marca, ya que la implementación debe hacerse sí o sí porque el CEO de Volkswagen, Herbert Diess, se pelea desde que asumió el cargo con la baja rentabilidad del Golf.
¿Cómo veo al VW ID.3? En la fase de inicio de producción y lanzamiento de la familia de modelos basada en la Plataforma Modular Eléctica (MEB), la marca espera unas pérdidas de alrededor de 3.000 euros por vehículo. Pero eléctrico será también sinónimo de rentabilidad en la marca... y, si no, tiempo al tiempo: posteriormente se irá reduciendo esa cifra para pasar a números positivos a partir de 2025; entonces los vehículos MEB podrían ser más rentables que los convencionales. Pero sólo entonces. De momento el Golf 8 debe llegar y volver a tener éxito.