La empresa pionera en un análisis sistemático en la medición de emisiones de NOx en uno real de todos los coches del mercado han comenzado a evaluar también la eficiencia de los coches eléctricos. Con apenas tres coches en su base de datos, la sorpresa –negativa- ha sido el bajo aprovechamiento eléctrico del nuevo Tesla Model 3 2018. Según Emissions Analytics, que tuvo acceso al coche de Motor Trend, el consumo eléctrico del Tesla 3, en las mediciones estandarizadas de los primeros era de 3 ,1 millas por cada kilovatio-hora, 5 km/kWh. En términos de lo que ve el automovilista europeo en el cuadro del coche eléctrico, 20 kWh por cada cien kilómetros. Para poder comparar con coches de motor convencional, al tener en cuenta el contenido energético de la gasolina, un Tesla Model 3 consumiría el equivalente a 2,27 l/100km. Una buena cifra si no fuera porque un Opel Ampera-e la rebaja a 1,926 l/100km, aunque se trata de un coche de formato más pequeño. El líder de eléctricos entre los ensayados por Emissions Analytics es el Hyundia Ioniq EV, que emplea una energía cada 100 kilómetros equivalente a 1,55 litros de gasolina. Esto significa un rendimiento un 32 por ciento superior del Hyundai frente al Tesla.
Tesla a por el negocio profesional
A Tesla se le acumulan los pedidos de su modelo pequeño, el Tesla Model 3. Se desconoce cuántos de los que adelantaron la señal han sido capaces de aguantarla, ahora que la producción Tesla 3 ha arrancado finalmente, aunque sea tímidamente. Lo que parece boyante es la aceptación de su negocio profesional, con su camión eléctrico Tesla Semi.
La producción del Tesla Semi comienza en 2019 y según Reuters, grandes compañías ya han comenzado a hacer reservas importantes. La más notable, Pepsi, que ha hecho una reserva de 100 Tesla Semi. Los argumentos de Tesla para su camión es el reducido coste de propiedad y que el 80 por ciento de los movimientos de carga en EE.UU. es de menos de 250 millas (400 km), mientras que el Tesla Semi duplica esa autonomía con cada recarga eléctrica.
Oprtunidad en la recarga inductiva dinámica
Recargar semejante cantidad de energía podría requerir un tiempo elevado de parada, incluso con los supercargadores de Tesla. Existen otras posibilidades de carga prometedoras, como la recarga durante la marcha, mediante inducción, mostrada por Renault y Qualcomm este año.
En un proyecto denominado Fabric, se han realizado ensayos capaces de recargar por inducción las baterías, sin contacto físico, mientras el vehículo se desplaza. El proceso de carga se ha desarrollado para potencias de carga de 30 kilovatios y se ha mostrado capaz de funcionar hasta 100 km/h. Según fuentes implicadas en el proyecto, posteriores pruebas permitieron la recarga hasta 120 km/h. La distancia entre el suelo y la placa de inducción del vehículo puede ser de hasta 16 centímetros y mantener una eficiencia de recarga de un 90 por ciento. Los trabajos futuros buscarán aumentar esta distancia, para no llevar la placa tan expuesta a los obstáculos que pueda haber en la vía. Los investigadores consultados creen que los sistemas de recarga dinámica sin contacto se implantarán primero en las ciudades, porque implicarán áreas más reducidas y con muchos usuarios. Sin embargo, en vehículos de fuerte consumo eléctrico, como autobuses, taxis o camiones, la recarga inductiva permitiría funcionar con baterías mucho más pequeñas, haciendo los vehículos más ligeros y, sobre todo, menos costosos.
Apuesta por el autobús eléctrico en Vitoria
En estrecha relación con la recarga de los vehículos pesado y de uso intensivo, están anuncios como el de Vitoria acaba de anuncia la licitación en 2018 de un proyecto de autobuses eléctricos municipales, con recarga rápida de oportunidad (en solo cinco minutos) mediante pantógrafo, con dos cargadores en cada uno de los sentidos de circulación.
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