Aunque desde que irrumpió en 2013 hasta la fecha el Range Rover Sport prácticamente todos los años ha contado con alguna novedad (Hybrid, SV8, SVO, SDV6 de 292 a 306 CV, SD4…), es ahora, a mitad de su vida comercial, cuando presenta cambios de mayor entidad. En su exterior observamos grupos ópticos rediseñados, finos antinieblas led de minúsculas proporciones en la zona inferior de un paragolpes que también es de nueva factura, parrilla, un spoiler trasero ranurado que facilita que se acumule menos suciedad en la luna así como tres nuevos diseños de llantas de 21 o 22” con acabado plata, pulido a espejo o negro. Además se ofrecen nuevos paquetes de diseño exterior con detalles en negro satinado o en fibra de carbono.
Para los faros, ahora más estilizados, se ofrecen hasta cuatro tecnologías, todas según la marca con una iluminación superior: Premium, con 24 led; Matrix, con 52 led que separan el haz de luz en líneas verticales para crear zonas de sombra y no deslumbrar al resto de conductores; led por píxeles, con 142 led que dividen el haz vertical y horizontalmente; y led por píxeles con láser, que combina 144 led y cuatro diodos láser para proyectar la luz con gran precisión a más de 500 metros.
Range Rover Sport 2018, más tecnológico
Su interior nos recibe con asientos más finos que en estrenan revestimientos, rellenos y capas intermedias para mejorar el confort, una iluminación ambiental con 10 colores disponibles, mayores soluciones de almacenaje y/o con mayor capacidad —en la consola central puede contar con una nevera con capacidad para cuatro botellas de 500 ml capaz de enfriar hasta 5ºC—, hasta 14 conectores (USB, HDMI, 12V y 220V) y un sistema de ionización del aire en el habitáculo. Pero lo más reseñable es el nuevo dispositivo de infoentretenimiento Touch Pro Duo con dos pantallas táctiles de 10” de alta definición. Un sistema que ya conocemos del Range Rover Velar y que nos ha gustado mucho no sólo por su diseño o calidad de los gráficos, sino también por su rapidez de repuesta e incluso por lo intuitivo en su uso. La pantalla superior se puede mover para evitar deslumbramientos y mejorar la visibilidad mientras la inferior es fija. La primera aglutina la información de navegación, audio, multimedia… mientras la inferior queda reservada para climatización, regulaciones de asientos y vehículo. Los diales multifunción de generoso tamaño permiten regular temperatura, velocidad del ventilador, masajes de los asientos… Además, los mandos del volante estrenan interruptores táctiles con iluminación dinámica.
También encontramos un Head Un Display que proyecta la información sobre el parabrisas a color en una superficie de 10” con mayor nitidez y definición; con datos sobre velocidad, direcciones de navegación, control de crucero adaptativo, señales de tráfico… También está disponible la pulsera Activity Key estrenada por el Jaguar F-Pace que permite cerrar el coche con la llave dentro mientras nos damos un baño en la playa o practicamos deporte.
Range Rover Sport 2018, amplia gama mecánica
Entre sus propulsores lo más reseñable es la llegada de un nuevo híbrido enchufable, 2.0 Si4 PHEV, con 51 km de autonomía en modo eléctrico, por lo que será catalogado por la DGT como vehículo de Cero Emisiones, con 404 CV, y que sustituye al anterior híbrido Diesel SDV6 Hybrid. En Diesel la gama se articula en el 2.0 SD4 de cuatro cilindros con 240 CV, los V6 3.0 TDV6 con 258 CV y 3.0 SDV6 con 306 CV y el V8 4.4 SDV8 de 339 CV. En gasolina la gama arranca con un 2.0 Si4 tetracilíndrico de 300 CV, continúa con el 3.0 V6 de 340 CV y culmina con el 5.0 V8 que pasa de 510 a 525 CV y el especial SVR ahora con 575 CV con los que acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanza 283 km/h. Esta versión de altas prestaciones exhibe paragolpes específicos, un capó en fibra de carbono, que puede estar a la vista, con rejillas de ventilación y un nuevo equipo de frenos que promete mayor resistencia a las altas temperaturas.
Dinámicamente las mejoras son sutiles, aunque sí pueden ser de importancia, pues Land Rover asegura haber mejorado la rigidez del chasis mientras promete mayor precisión de la dirección. Salvo la versión SD4, con suspensión helicoidal, el resto equipan de serie amortiguación neumática. Entre su equipamiento opcional otro de los dispositivos con los que ahora cuenta es el «Advanced Tow Assist», que facilita las maniobras marchas atrás con remolque por lo que el conductor sólo se encarga de marcar la trayectoria a través de la cámara de marcha atrás con el dial del «Terrain Response» para manejar sólo los pedales al tiempo que la dirección se mueve automáticamente.
Ya se admiten pedidos del nuevo Range Rover Sport en los concesionarios, si bien no llegarán hasta finales de año con precios que van de los 71.100 € del 2.0 SD4 S a los 151.400 del SVR. Para el híbrido enchufable habrá que esperar a 2018.