Con semejante variedad de carrocerías y gama de motores -de entre las últimas incorporaciones, destacan los nuevos Plug-In tanto en gasolina como en diésel-, con su rotunda calidad de pisada, extraordinario confort, su equipamiento y tratamiento interior, nadie diría que el Mercedes Clase C está fuera de juego, pero en la liga de los mejores, sólo hay un coche ganador: sencillamente, el mejor. Y ese es el reto que se ha propuesto Mercedes para renovar su emblemática berlina media, un nuevo Clase C que se hubiera presentado en el Salón de París de este año, pero que por necesidades del guión, ha visto retrasado su presentación y lanzamiento a inicios de 2021… Momento en el que, también Audi, nos dejará ver cómo avanza su próxima generación del A4, en ese momento, a la cola del pelotón en cuanto a tecnologías de vanguardia.
Mercedes Clase C 2021: nueva ofensiva en materia de seguridad
Y es que, el Clase C va, sencillamente, a por todas, con una ofensiva en la que no se va a perder ninguna de las carrocerías actualmente en vigor. Bajo ellas, eso sí, Mercedes tiene que replantear mucho mejor el espacio interior para enmendar una debilidad que siempre ha tenido el Clase C: su habitabilidad, y más en especial, la capacidad de maletero de los modelos con tecnología Plug-In. Para ello, la plataforma MRA 2 que emplea el Mercedes Clase C en vigor evolucionará para dejar nuevos espacios a baterías y componentes de las versiones electrificadas y conseguir una mejor relación entre longitud y espaciosidad. Un gran reto cuando Mercedes no tiene intenciones de aumentar drásticamente el tamaño de su nuevo Clase C: será la tecnología la que marcará distancias con las versiones sedán y Coupé derivadas del CLA. También esta arquitectura MRA 2 mutará en los próximos modelos totalmente eléctricos que desarrollará la marca para esta categoría, dando lugar a un EQC que, también, dispondrá de diferentes carrocerías.
Las evoluciones de la arquitectura están también encaminadas a disminuir el peso para compensar el equipamiento extra que tendrán, sobre todo en la parte de confort y seguridad. Y se espera, además, nuevos récords en materia de aerodinámica, ya que la carrocería se perfila adquiriendo un frontal más en la línea de los nuevos CLS y Clase E, más depurado, contando además con una zaga también renovada en la que se ha puesto especial atención, al igual que en la zona inferior del coche, a los flujos de aire. El interior cambiará también al completo y girará en torno a un diseño y tecnología semejante al nuevo Clase E y A, con sus sofisticadas y vistosas pantallas digitales y nuevos volantes capacitivos que detecta, sólo con tocarlos, si tras él hay una persona conduciendo… Y todo ello mientras se atiende a la conducción.
Esperamos una configuración de cuadros y pantalla multimedia digitales de 10,25 pulgadas de serie y de 12,3 pulgadas en opción, en este caso, conformando un llamativo puesto de mandos que envuelve al conductor en un formato panorámico y que, además, admite multiples configuraciones. También llega el nuevo sistema de comunicación hombre-máquina denominado MBUX, con mejorados procesos y control de órdenes con lenguaje natural, así como realidad aumentada o diferentes funciones de confort integradas en los nuevos sistemas Enegizing, mediante el cual, el Clase C jugará con diferentes modos de luz ambiental o modificará puntualmente la postura del asientos para evitar distracciones y fátiga al volante.
Por su parte, este nueva generación avanzará también en materia de seguridad incorporando desde los nuevos faros Multibeam con tecnología Led o las luces de carretera Ultra Range, hasta mejorados sistemas de conducción autónoma, alcanzando el nivel 3: puede gestionar aceleración, frenada, distancia de seguridad, control de velocidad a través de tráfico en tiempo real, además de poder efectuar adelantamientos, ahora, de una manera más eficaz y segura que el primer sistema que incorporó el Clase E anterior, considerando más parámetros gracias a la incorporación de sensores y cámaras de nueva generación.
Mercedes C 2021: nuevos motores EQ-Boost más eficientes y AMG de mayor potencia
En cuestión de motores, uno de los cambios más significativos es que reemplazará su motor V6 de gasolina (el del 43 AMG) por los nuevos seis cilindros en línea que, probablemente, den además lugar a una nueva versión AMG intermedia. Y es que, manteniendo un AMG “base", ahora con 367 CV procedente de este nuevo motor, también se espera un nuevo 53 AMG con 435 CV derivado de ese 3 litros de seis cilindros “dopado", además de un sistema EQ Boost de hibridación que aporta 22 CV adicionales y permite etiquetar a estos AMG como vehículo ECO. Eso sí, Mercedes seguirá también fiel a su AMG más poderoso, el 63, el cual se seguirá desdoblando en dos versiones, normal y S, para los cuales sí se mantendría, al parecer, el motor V8, aunque con potencias superiores a los actuales: más de 510 CV para el 63 “básico" y unos 560 CV para el más potente, todos ellos, al igual que el resto de versiones AMG, ligados a la tracción total 4Matic … Y como novedad, éstos también con un sistema de hibridación con mayor aportación eléctrica que las versiones con el motor de 6 cilindros.
Para el resto de la oferta mecánica, motores siempre de cuatro cilindros, manteniendo las hibridaciones EQ Boost que se han ido introduciendo y partiendo en la gama del 1.5 ** para la versión de acceso en gasolina, la cual, **saltaría a un 2,0 litros de nueva factura sobre el que configurar tanto versiones MildHybrid de 48 Voltios como una versión Plug-In equivalente al actual 300e, en cuyo caso, se beneficiará de un baterías reposicionadas para mejorar el maletero, actualmente, en unos escasos 300 litros en el caso de la berlina. El 2.0 diésel será el motor protagonista en este tipo de combustible, e igualmente, conservará versiones EQ Boost mejoradas, y por tanto, con mejores consumos y emisiones, así como una evolución del 300 de, el diésel híbrido enchufable.