Es un secreto a voces que Mazda tiene especial admiración por BMW, pero es también una realidad que, entre los constructores generalistas, Mazda es uno de los pocos fabricantes capaz de codearse con los Premium. Entre coches de volumen, el mismísimo Mazda CX-30, el nuevo SUV compacto de la marca, es un claro ejemplo de ello, empleando algunas soluciones técnicas y de diseño interiores muy inspiradas en la fírma bávara. Pero será su futura berlina media ese nuevo eje sobre el que se articulará una nueva familia de Mazda llamados a competir en la categoría Premium, y aunque Mazda no ha parado de lanzar globos sonda mediante nuevos concept con sugerentes denominaciones, el elegido no será otro que el Mazda 6.
De Vision Coupé Concept a una espectacular berlina de producción: el nuevo Mazda 6
Eso sí, los nuevos diseños que ha ido mostrando la marca no van a caer en saco roto como sí parece ser que lo hará el motor rotativo, al menos como única fuente de propulsión ya que sí ha confirmado la marca recientemente es que su próximo vehículo totalmente eléctrico, el SUV MX-30, sí contará con un pequeño motor con esta tecnología para para una versión de rango extendido.
Así las cosas, aquel RX-Vision que Mazda presentó hace ya cuatro años no dejará de ser un coche de salón, aunque buena parte de sus rasgos exteriores sí han ido evolucionando e incorporándose en siguientes concepts y también coches de producción. En concreto, el largo y afilado morro de ese RX-Vison, un deportivo de dos puertas, se transformó en una hipotética berlina de ensueño en el concept Vision Coupé, éste sí, base estética y técnica que Mazda aprovechará para llevar a la serie con la intención de asestar un golpe sobre la mesa, competir de tú a tú con fabricantes de prestigio y, fundamentalmente, encandilar a esa generación de usuarios que añoran productos de corte técnicamente clásico.
La arquitectura de tracción trasera es la mejor base de partida para iniciar esta transformación que Mazda materializará, sino hay cambios, en 2022, aplicando en ella todo lo aprendido en materia de construcción ligera mediante sus tecnologías Skyactiv. Materiales adecuados para cada función, reparto ideal de pesos, rigidez y equilibrio estructural asumirán la que parece será la nueva joya mecánica de Mazda: su nuevo motor de 6 cilindros en línea, cómo no, también con tecnologías Skyactiv-X, cuyo funcionamiento podéis conocer más a fondo aquí.
La apuesta por un motor de 3 litros de capacidad no parece casualidad, sino se rige por la persecución de esa perfección en el diseño y rendimiento que permiten los motores de medio litro cúbico de capacidad por cilindros. Aunque, con toda probabilidad, será un motor que también utilice Toyota y Lexus en un futuro —hace un par de años firmaron un acuerdo junto con Denso para el desarrollo de motores, donde Toyota participa al 90% en esta nueva Joint Venture—, en realidad poco se sabe de momento de él, salvo que Mazda ya ha registrado innumerables patentes.
Siguiendo con la filosofía de la tecnología Skyactiv-X, el revolucionario motor de gasolina con encendido por compresión y chispa, lo que sí parece claro que es que para este propulsor sí necesitará una fuerte “inyección" de sobrealimentación, algo que probablemente se consiga con un doble sistema: con un compresor como el que ya utiliza el motor 2.0 de 180 CV con esta tecnología cuya función principal es conseguir que el motor funcione con altas tasas de aire en el interior de los cilindros, más un segundo turbocompresor para alcanzar valores de potencia y par elevados.
Se estiman versiones de entre 300 y 360 CV que llegarán ligadas con una nueva generación de cambio automático de 8 velocidades y un sistema de microhibridación con tecnología de 48 voltios cuya unidad eléctrica aportará un cierto empuje adicional **al motor térmico para contribuir a mejorar la respuesta a bajo régimen y reducir los consumos y las emisiones. Junto con el funcionamiento con mezcla pobre y sistema de **desconexión de cilindros serán dos de las principales vías que permitirán anunciar y conseguir unos resultandos mucho más prometedores que los que se han conseguido hasta el momento en el 2.0 Skyactiv-X tanto a nivel de emisiones y, especialmente, consumos en condiciones reales.
Mazda sacará también partido a nuevas evoluciones de su paquete Skyactiv, sobre todo, en lo que concierne al chasis, empleando también mejorado G-Vectoring Plus para su nueva arquitectura de propulsión caracterizada por una amplia batalla y, más que probablemente, también frenos y dirección by wire, sin conexión mecánica. Competir en la liga Premium nunca ha sido fácil y Mazda es consciente de ello, por ello el futuro Mazda 6 no será, ni mucho menos, sólo un berlina con un alto grado de equipamiento, sino un concepto de automóvil verdaderamente nuevo en el que también se aplicará la electrificación siempre como apoyo al motor de combustión y por tanto, mediante versiones híbridas e híbridas enchufables.
Para ello, Mazda aprovechará al máximo las sinergias con Toyota quien, teóricamente, aportaría su tecnología para desarrollar una segunda línea de motores electrificados combinando este caso lo mejor de dos mundos: Skyactiv-X Hybrid. Tal vez, llegado ese momento sí podamos estar ante un auténtico motor de gasolina que consumos de verdad como un Diésel y emite las bajas emisiones de Nox de un híbrido.