El primer ‘concept’ del TT (denominación ya usada en los coches NSU) impactó en 1995 por su línea desenfadada inspirada en el Porsche 356. Pero en 1998, con el primer TT de serie, resultó que la simpática silueta tenía un inconveniente: a muy alta velocidad y dependiendo de los cambios de rasante y/o vientos racheados, el coche podía emprender el vuelo, causando algún accidente espectacular. Pocos recuerdan las formas originales, pues el alerón trasero añadido que curó el problema radicalmente, se convirtió en parte de la imagen de este Audi.
Para su deportivo compacto, Audi nunca descuidó ese detalle, y la segunda generación aparecida en 2006, de similar concepto visual pero con línea mucho más estilizada, incorporaba un alerón trasero no visible en parado, pero que se desplegaba a partir de 120 km/h. En el Audi TT 2014, que se hará esperar en los concesionarios hasta el próximo septiembre (la variante Roadster está prevista para 2015), se cambia enteramente el diseño para lograr un efecto totalmente continuista; y eso incluye el alerón trasero. El equipo liderado por Jürgen Löffler ha enfatizado los trazos exteriores hacia una mayor deportividad y ha logrado un conjunto equilibrado y atractivo, pero siempre con un guiño al modelo original. En cuanto a la aerodinámica, para el nuevo TT se anuncia oficiosamente un Cx de 0,30 que, sin resultar inadecuado, no es especialmente brillante. Curiosamente, cuando se despliega el alerón trasero a 120 km/h, el Cx mejora marginalmente, aunque el objetivo de ese elemento es añadir ‘peso’ o aplastamiento aerodinámico a la zaga, lo que se estima en unos 50 kg a altas velocidades. Si bien las llantas de serie son de 17 pulgadas, opcionalmente las hay de 18, 19 y 20. En este último caso, las ruedas acentúan extraordinariamente la sensación de deportividad, ya que las cubiertas son de 255/30, con código de velocidad ZR
Complementada por un maletero de 305 litros –bajo el que cabe una rueda de repuesto compacta- la carrocería 2 2 plazas también supone un elemento de continuidad, si bien la combinación de una batalla de 2,51 m -4 cm mayor- y una longitud de 4,18 m -2 cm menor- entraña obviamente voladizos más cortos. La estructura es una equilibrada combinación de elementos mecánicos y de suspensión/dirección/frenos de la plataforma compacta MQB con una construcción de técnica ASF (Audi Space Frame) acentuada y mayor empleo de aluminio. Su rigidez torsional se incrementa en un 25 por ciento. El eje trasero lleva suspensión multibrazo. Los paneles de aluminio estampado forman parte del monocasco, bastidor de puertas y toda la ‘piel’ visible de carrocería. Los perfiles extruidos de dicho metal arman el techo, largueros de puertas y soportes de paragolpes. Los ‘nodos’ de aluminio fundido en la base de los pilares A y en el techo sirven de nexo para distintos materiales. De esta forma, para la versión 2.0 TFSI manual con tracción delantera se anuncia un peso en vacío de sólo 1.230 kg.
Una nueva evolución en los motores TFSI, cumpliendo ya la norma de emisiones Euro6, permite aunar prestaciones muy destacadas y economía de consumo de combustible. La variante de 310 CV para el TTS debe permitir una aceleración 0-100 en 4,7 s, mientras que el consumo medio homologado quedaría en los 7,1 l/100 km.
Proporcionalmente, es aún más eficiente el motor de 230 CV, para el que se anuncia 5,3 s en el 0-100 con el launch control (arrancada pisando el freno con el pie izquierdo) de su transmisión automática de doble embrague S-tronic; su consumo medio, 6,8 l/100 km. El TT 2.0 TDI de 184 CV, ofrecido inicialmente sólo con tracción delantera y cambio manual, anuncia un 0-100 en 7,2 s y 4,2 l/100 km. La nueva transmisión integral quattro (de serie en el TTS y opcional en el TFSI de 230 CV) evoluciona y acentúa su lado deportivo, para adaptarse a cada estilo de conducción.
Por su parte, el interior y ciertos elementos de equipamiento resultan toda una revolución. Por ejemplo, la iluminación opcional Matrix LED (de serie en el TTS), con 12 emisores individuales para la luz de carretera en cada faro que adaptan instantáneamente el haz de luz para evitar deslumbramientos a quienes circulan en sentido contrario sin dejar de iluminar los otros sectores.
El atractivo interior, con la mayoría de sus elementos orientados al conductor, compone el conjunto más innovador del coche. Los cinco difusores de aire con forma de turbina de avión ahora llevan diferentes mandos de climatización en su centro. El sistema de información MMI, con mando principal rotativo y botones adyacentes, utiliza como pantalla el propio panel de instrumentación configurable, que es una pantalla de 12,3 pulgadas y muy alta definición (el Audi virtual cockpit) que permite visualizar la navegación y muchas otras funciones sin apenas apartar la vista de la carretera. Además, el plano superior del pomo MMI permite ‘escribir’ manualmente letras para buscar destinos, teléfonos, música o mensajes, en combinación con los mandos del volante y/o las órdenes de voz.