Balance de los diez años del carné por puntos

Este 1 de julio se cumplen 10 de la entrada en vigor del carné por puntos. Tras una década, toca hacer balance. ¿Eficaz o no? Los expertos opinan.

Alicia Fernández. Twitter: @aliciautopista

Balance de los diez años del carné por puntos
Balance de los diez años del carné por puntos

1 de julio de 2006. Por primera vez en nuestro país entraba en vigor el permiso por puntos. Cada conductor dispondría de 12 puntos en su cuenta, menos los noveles, sólo 8. Varios países de nuestro entorno ya contaban con el mismo sistema, de forma heterogénea eso sí (en algunos, como Gran Bretaña, se acumulaban puntos, en otros, se perdían). En nuestro caso, copiamos el modelo francés, que retiraba puntos. El objetivo, como señalaba el entonces director general de Tráfico, Pere Navarro, eran los llamados «multi-infractores», según sus estimaciones un 5 por ciento del total. Las cifras de fallecidos en accidente de tráfico anuales rozaban los 4.500 y, aunque en 2005 había habido un descenso, era necesario un revulsivo, estimaban desde el Gobierno de entonces.

Ahora toca hacer balance y comprobar la eficacia de un sistema que, a lo largo de estos años, ha recibido dos modificaciones de calado.

La gran paradoja: menos fallecidos, mismos accidentes

De un primer vistazo, los datos de siniestralidad ofrecen una realidad curiosa. Es significativo que, mientras los accidentes con víctimas no se han visto reducidos en toda la década, actualmente haya un 60 por ciento menos de fallecidos. Es más, en 2014 (último dato disponible ofrecido por la DGT) hubo 383 accidentes más que en 2005. Es decir la posibilidad de morir en accidente de tráfico es actualmente un 2,6 menor que en 2005.

Pero, ¿esta disminución se debe sólo al carné por puntos? Por un lado, vemos que circulamos más despacio. Según el Ministerio de Fomento, mientras en 2005 el 26 por ciento circulaba por encima de los 121 km/h en autovías y autopistas, en 2014, último disponible, lo hacía el 16,7. En carreteras convencionales, esta reducción de los que circulan a más de 100 ha bajado del 15,7 al 11,7 por ciento. Pero no es menos cierto que los vehículos en esta década han incorporado numerosos elementos de seguridad. Como el control de estabilidad, el segundo elemento que más vidas salva, tras el cinturón. Obligatorio desde 2014, en 2005 solo el 37 por ciento del parque contaba con él, y en 2011 ya el 70 por ciento lo tenía.

Así opinan los expertos

Antonio Lucas, portavoz del RACE

 “El carné por puntos cambió, hace 10 años, la manera de entender el tráfico y la seguridad vial en nuestro país. Junto a la propia medida, que era promover el cumplimiento de la norma para evitar accidentes, se demostró que era posible reducir las tragedias en las carreteras, trabajando de forma coordinada. Y, sobre todo, la puesta en marcha de este sistema generó un debate social en el que se habló de prevención, de las víctimas y de cómo evitar las tragedias”.

Jacobo Díaz Pineda, presidente de la Asociación Española de la Carretera

“Junto con la reforma del Código Penal y de la Ley de Seguridad Vial, o el incremento del control y vigilancia en carreteras, se ha traducido en un cambio de hábitos hacia comportamientos más seguros al volante. Dejando al margen algunos puntos débiles que convendría revisar desde la perspectiva de gestión de los procedimientos y la capacidad de reeducación del reincidente, ha contribuido de manera clara a la reducción de fallecidos. Constatada esta realidad, no es menos evidente que en el último trienio no estamos en disposición de seguir lanzando las campanas al vuelo, puesto que el modelo ha mostrado síntomas inequívocos de agotamiento, lo que se traduce en un estancamiento del descenso de la mortalidad, a la espera de que algún otro factor pueda aportar soluciones alentadoras. Desde la Asociación Española de la Carretera, entendemos que es momento de dirigir la mirada hacia elementos para los que aún queda mucho recorrido. La infraestructura debería de dar el “do de pecho” para continuar con la tendencia descendente en el futuro inmediato".

Mar cogollos, AESLEME

“Desde la puesta en marcha del permiso por puntos, es innegable que, en España, los conductores han mejorado notablemente su forma de conducir. En estos 10 años, ese porcentaje de un 62 por ciento menos de fallecidos nos habla de un cambio de los hábitos de los conductores hacia unos comportamientos más seguros al volante. Aesleme, desde la puesta en marcha del permiso por puntos, ha formado en seguridad vial a casi 269.000 infractores en cerca de 25.000 cursos de recuperación parcial o total de los puntos”.

Ana Novella, Stop Accidentes

“Supuso un antes y un después en la seguridad vial de nuestro país. Se consiguió poner en el punto de mira y en boca de todos a la DGT y a la Seguridad Vial. Pasó de ser algo secundario a prioritario. De que no pasaba nada si te sancionaban, a perder tu carnet de conducir por ir acumulando sanciones por infracciones. Consiguió que palabras como “Violencia vial”, “delincuencia vial”, etc..., no nos sonaran extrañas, nos habituamos a oírlas. Consiguió que nosotras, las víctimas, pasáramos de ser víctimas silenciadas y olvidadas a estar al frente”.

Pedro Javaloyes, portavoz de Dvuelta

 “Si el objetivo del carné por puntos era reducir la siniestralidad, podemos hablar de un fracaso sin paliativos, como se infiere de los datos. Entre 2005 y 2007 en que entró en vigor, la siniestralidad creció nada menos que en 9.000 accidentes con víctimas. A partir de ahí sí se verifica un cierto descenso, pero es realmente a partir de 2010, con el estallido de la crisis económica (brutal descenso de los desplazamientos), cuando se aprecia una reducción clara: no podrá decirse que fue a partir de 2009 cuando el carné por puntos “consiguió” reducir la siniestralidad”.

Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados

No podemos hacer una valoración positiva porque sigue arrastrando las mismas disfunciones que cuando se aprobó. No se aplica igual en todo el territorio ni se aplica a los turistas extranjeros. Se ha ido parcheando. A diferencia de lo que ocurre en Francia, un automovilista puede seguir conduciendo a pesar de haber perdido 1.200 puntos porque no se pierde el derecho a conducir cuando se pierde el último punto sino que se tiene que abrir un procedimiento de urgencia. Además, no está coordinado el ámbito penal y el administrativo. Si un conductor comete un delito su saldo de puntos no se ve afectado”.

Distribución de sanciones por tipo de infracción

Velocidad 46%. Se trata de la sanción máshabitual por la que pierdenpuntos los conductores. Segúnla DGT, el 75 por ciento de lasmultas que se imponen poreste motivo son infraccionesleves, que no conllevan pérdidade puntos. Dentro del 25 porciento restante, el 80 por cientosupusieron 2 puntos.

Cinturón / SRI 11%. Se trata de una infracción que tiene más peso en vías interurbanas que urbanas. Mientras en ciudad sólo supone un 6 por ciento de las multas, en carretera llega a suponer el 13 por ciento de los puntos y de las infracciones.

Teléfono móvil 10%. Es una infracción que gana cada día más protagonismo. Si en 2006 hubo 12.521 denuncias, en 2015 se registraron 187.888. Ha habido años en los que se han superado las 210.000 infracciones como en 2011.

Alcohol y drogas 9%. El 34 por ciento de las sanciones impuestas por alcoholemia lo fueron a conductores que circulaban con más del doble de la tasa permitida y que conllevaba 6 puntos de retirada.

Casco 2%. La no utilización delcasco es más comúnen zona urbana que eninterurbana. El 3,6 porciento de los puntosperdidos en ciudades lofueron por este motivo.

Otros 22%. Aquí se incluyenconceptos como, saltarseun stop, no respetarun ceda el paso o nodetenerse en fase rojaen un semáforo, unainfracción que en zonaurbana supone el motivoprincipal de pérdida depuntos, el 32 por cientodel total.

Cada edad, su multa

Los conductores que más sanciones con pérdida de puntos acumulan es el grupo entre 35 y 44 años, con el 26 por ciento, seguido por el colectivo entre 25 y 34 años, con el 25 por ciento. Pero no todos los grupos de edad han recibido el mismo tipo de sanciones. Así, el compuesto por los conductores de hasta 24 años es el más multado por consumo de alcohol y drogas, y a medida que los conductores van teniendo más edad, este tipo de infracción se va viendo reducida. La situación es inversa a lo que ocurre con las sanciones por exceso de velocidad. A medida que aumenta la edad, la proporción de multas por circular por encima del límite legal que suponen detracción de puntos aumenta. Mientras estas multas suponen el 26 por ciento en el grupo de hasta 24 años, en los conductores entre 65 y 74 años son el 60 por ciento. El uso del teléfono móvil, por su parte, es bajo para los conductores de hasta 24 años, aumenta entre los de entre 25 y 54 años y vuelve a bajar entre los de más de 55.

El carné por puntos en números

42 por ciento de las sanciones con detracción de puntos lo son de infracciones que llevan aparejada la pérdida del mínimo, sólo 2 puntos.

7 por ciento son infracciones muy graves que suponen la pérdida de 6 puntos.

8.759 conductores han perdido el permiso dos veces y 2.193 tres veces o más.

7,5 millones de conductores han sido sancionados por cometer alguna infracción que conlleva detracción de puntos, un 25 por ciento del censo.

12.343.546 sanciones con pérdida de puntos se han impuesto hasta diciembre del año pasado.

106.544 cartas informativas ha remitido la DGT a los conductores para indicarles que les quedaban 6 o menos puntos en su permiso.

16,91 millones de conductores, el 59,3 por ciento del censo, obtuvieron un punto más de bonificación en su permiso el 1 de julio de 2015 llegando a 15.

281.143 conductores han asistido a un curso de recuperación del permiso por haber perdido todos los puntos.

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