Hans Olov Olsson (en la imagen) se encuentra estos días - como la mayoría de sus colegas - en
Detroit , convertido por unas semanas en la meca de la automoción. A pesar de que ahora Volvo es propiedad de Ford, la firma sueca no se olvida de su mercado natal.
Por eso, según ha adelantado Olsson, en el futuro quieren hacerse más fuertes en Europa y, para ello, han encontrado una de las "llaves" más adecuadas: España. Eso sí, nuestro país, aunque es "un mercado clave" para el crecimiento de Volvo en el Viejo Continente, se tendrá que conformar con los actuales modelos, ya que no contará con ningún nuevo lanzamiento de la firma en los dos próximos años.
Volvo también se suma a los ajustes del sector, como ya ha anunciado en otras ocasiones, y abandonará la fábrica que mantiene con Mitsubishi en Born (Holanda) en 2004, repartiendo su producción entre Gante (Bélgica) y Thorsalanda (Suecia). Estos reajustes, según ha indicado el presidente de la compañía, no implicarán reducciones de la plantilla, que ahora mismo cuenta con 27.000 empleados.
Nuevos proyectos
La firma sueca acaba de presentar su primer todo terreno, el XC90. Confían en que las ventas de este modelo (un 65 por ciento) se dirigirán casi en su totalidad al mercado estadounidense. Allí, Volvo espera llegar a "la cifra mágica de las 200.000 unidades", por lo que ha dedicado una inversión en este modelo de unos 540 millones de euros ( 833.193 millones de pesetas).
Por otra parte, el lanzamiento de un nuevo modelo de pequeño tamaño (sobre el que se rumorea hace tiempo) tendrá que esperar. Olsson ha reconocido que "por el momento es un proyecto de futuro que actualmente se encuentra parado", pero ha querido subrayar que, si encuentran posibilidades en el mercado, podrían lanzarlo rápidamente. No hay que olvidar que el año pasado ya presentaron el prototipo SCC como base de un posible coche de pequeño tamaño, así, según este ejecutivo, están preparados.
Volvo, "la mejor inversión que Ford ha realizado en toda su historia"
Para conseguir una mayor presencia en EE.UU., cuenta con el apoyo del Grupo Ford, del que forma parte, pero su patrón norteamericano no atraviesa precisamente buenos momentos. Se espera que el presidente de Ford, William Clay Ford, haga público su plan de saneamiento el próximo viernes, en una rueda de prensa en Detroit. La firma del óvalo previsiblemente anunciará el despido de 20.000 personas, una medida que, directa o indirectamente, afectará al resto de marcas integradas en el Grupo.
Así, los problemas de la división de lujo Premier Automotive, motivado por el debilitamiento de las marcas estadounidenses (Mercury y Lincoln), han erosionado el crecimiento de sus firmas europeas como Volvo, Land Rover, Jaguar y Aston Martin.
A pesar de estos altibajos, Hans Olov Olsson ha destacado que la presencia de su compañía dentro de la multinacional norteamericana es "muy positiva", ya que "se están cumpliendo con las expectativas que había tras la compra". Olsson lo tiene muy claro: la adquisición de Volvo "posiblemente sea la mejor inversión que ha realizado Ford en toda su historia".