Volkswagen busca los límites de la tecnología

Ferdinand Piëch lo había prometido: "Antes de retirarme conduciré un Volkswagen que gaste menos de un litro a los 100 km". Y cumplió: ayer, un día antes de su relevo como presidente del grupo Volkswagen, el mandatario se subió al 1L, el primer prototipo viable que consume un litro de gasóleo por cada 100 kilómetros recorridos. Con este salto adelante, la marca alemana se acerca mucho a los límites que la física establece para los motores de combustión interna. ¿Se puede cruzar esa barrera?

Volkswagen busca los límites de la tecnología
Volkswagen busca los límites de la tecnología

Eufórico, Ferdinand Piëch recorrió ayer la distancia que separa las localidades alemanas de Wolfsburg y Hamburgo a bordo de uno de los vehículos más extraños que hayan recorrido nunca las carreteras. Y no es extraño por su apariencia, cosas más raras se han visto, es extraño porque viene de un terreno donde la ciencia se queda sin explicaciones, viene de los bordes exteriores de la tecnología actual. Es el Volkswagen

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1 Litro

, así llamado por su ínfimo consumo.

La distancia entre estas dos ciudades, 230 kilómetros, se ha recorrido a una media de 83 km/h, en un tiempo de tres horas y con un gasto de combustible de 2,1 litros, lo que supone una media de 0,89 litros a los 100 km.

Es decir, este pequeño Volkswagen biplaza ha establecido un récord de consumo que se creía inalcanzable: menos de un litro de combustible por cada 100 kilómetros. Los modelos comerciales más ahorradores no bajan de los tres litros, como el Lupo 3L o el smart CDI.

Con su audacia, este prototipo abre paso a una nueva carrera en la reducción del consumo, un nuevo giro de tuerca en la lucha por gastar lo menos posible. La física contra el ahorro.

Cambio de mentalidad
Jesús Casanova, catedrático de Motores de la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid, explica que este tipo de iniciativas están llegando al límite de las leyes físicas. "Aunque no tengo datos, lo que ha hecho Volkswagen está cerca de los límites de la termodinámica", comenta. Estos límites, unas reglas físicas que relacionan energía liberada con combustible preciso, establecen hasta dónde se puede estirar un motor de combustión interna. "Se podría reducir más el consumo, pero ya no estaríamos hablando de un coche, al menos tal y como los conocemos ahora", avisa Casanova.

Volkswagen ya figura en el libro Guinness de los Records por su

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Lupo 3 Litros , un coche que homologa un consumo de 3 litros a los 100 kilómetros. Casanova conoce bien este coche y asegura que es prácticamente el límite inferior.
"Por debajo de esa cifra es necesario un importante cambio de mentalidad, tanto de fabricantes como de usuarios", advierte. Este cambio de mentalidad supone que el mercado se habitúe a vehículos muy pequeños y ligeros, con prestaciones muy limitadas y sometidos a conducciones muy estrictas, con velocidades generalmente bajas. También supondrá una revolución en el área de diseño, conjuntando aerodinámica y espacio habitable. Quizá el apartado que más sufra sea el de la seguridad. Casanova indica que los dispositivos de seguridad pesan mucho y no se explica cómo se puede conjugar este parámetro en la concepción de coches ultraligeros ( el que acaba de presentar Volkswagen pesa sólo 290 kilos).

Otro lastre fundamental en este proceso es el coste de fabricación. Producir un vehículo de estas características supone una drástica renovación de los procesos industriales. "Los costes son abismales", indica Casanova.

La herencia de Piëch
En Volkswagen no desvelan nada de cuánto cuesta el 1Litro, pero sí parecen decididos a llevarlo a la producción o, al menos, a utilizarlo como trampolín para avanzar en la investigación y el desarrollo de este tipo de motores súper-ahorradores. Según explican en Volkswagen España, este prototipo es una vieja promesa de Ferdinand Piëch y, desde luego, supone su herencia, una especie de testamento industrial.

Ferdinand Piëch desvela en una entrevista publicada por la revista alemana Mot que deja a su sucesor, Pischetsreider, la decisión de producir o no este vehículo. También le deja la opción de fabricarlo con motores de dos y tres litros de consumo. Según Piëch, con esta última mecánica, las prestaciones de este coche superan las de un Porsche Boxster. En el caso del dos litros, el rendimiento superaría al del Golf GTI.

Sea como sea, Piëch avanza una parte de la política medioambiental de Volkswagen: reducirán en un cuarto las exigencias de la regulación anticontaminación que entra en vigor en 2008.

La guerra contra el surtidor
El espectacular avance que acaba de mostrar Volkswagen es el último paso de un camino largamente recorrido. Nadie había ido tan allá, pero muchos lo habían intentado.

Ya hemos hablado del propio Lupo 3 Litros, un TDI que consigue reducir al mínimo el consumo en los coches de producción. Volkswagen tiene otro Lupo que se denomina

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FSI y que homologa un consumo de 5 litros, en gasolina. Esta tecnología pasa también a Audi, que contará pronto con un motor de este tipo.

En gasolina, la carrera por la reducción del consumo se sitúa de momento en ese límite de los 5 litros. Para llegar hasta ahí, los fabricantes saben que necesitan utilizar la inyección directa, un camino que abrió Mitsubishi con sus motores GDI y que en Europa y América ya tiene respuestas, como el mismo FSI de Volkswagen y el Duratec SCI