El subdesarrollo del coche eléctrico en España, en cinco claves

Por más que insistan desde el Gobierno, el retraso de la movilidad eléctrica es evidente como ponen en evidencia indicadores como los del Observatorio Europeo de Combustibles Alternativos de la Comisión Europea. Te damos 5 claves.

El coche eléctrico no termina de triunfar en España
El coche eléctrico no termina de triunfar en España

1. Baja Matriculación de eléctricos

Tomando como referencia 2019, (2020 es demasiado anómalo, si bien en el acumulado las matriculaciones de turismos electrificados superan ya las del año precedente), observamos un evidente retraso de España en cuanto a venta de este tipo de vehículos, que mucho nos tememos necesitará de varios planes Moves para alcanzar el objetivo previsto en 2030 de 5 millones de vehículos. Mientras en 2019 en Europa el 3,3 por ciento de las matriculaciones eran eléctricos o enchufables (en 2020, el 6,9), en España lo eran menos de la mitad, un 1,3 (3,3 en 2020). Si ponemos el foco en países de nuestro entorno europeo, observamos que Francia y Alemania nos duplicaban en porcentaje, siendo el peso de los eléctricos puros de más del doble que en España. Pero es que nuestro vecino Portugal cuadruplica el porcentaje de España y duplica el de la media de la UE, siendo la proporción de eléctricos de más del triple que España. Dentro de la UE los grandes destacados son Holanda, con un 16 por ciento de electrificados, y Suecia con un 13 por ciento. 

2. Proporción de eléctricos en la flota

¿Una flota cien por cien eléctrica? Demasiado lejos están los diferentes países europeos, unos más que otros, como España. Llegar a esta flota limpia se antoja complicado si tenemos en cuenta que Noruega, el país más avanzado del Viejo Continente, que desde hace varios años matricula un gran número de eléctricos, (el 20 por ciento en 2017, el 31 en 2018, el 45 en 2019 y casi el 50 en este 2020), solo suponen el 8,3 por ciento de su parque (suman 239.105 turismos, más unas 3.100 unidades que componen las furgonetas), según los datos de la CE. El resto de países del Viejo Continente se encuentran a una enorme distancia. El mejor situado dentro de la UE es Holanda -en donde los eléctricos supusieron el 15 por ciento de las ventas y este año llevan el 8,6-, cuyo parque cuenta con solo 1,35 por ciento de turismos cien por cien eléctricos. El resto de los principales mercados europeos se mueven en niveles por debajo del 1 por ciento, siendo el más avanzado Suecia, con el 0,80 por ciento, y Francia, con el 0,60 por ciento (con 197.099 turismos eléctricos, a los que se unen 38.357 furgonetas). Alemania cuenta con un 0,33 por ciento (con 136.000 y unas 10.995 furgonetas) y le sigue España con un 0,13 por ciento (30.811 turismos y unos 28.517 furgonetas). Solo Italia va por detrás, con el 0,07 por ciento (con 28.328 turismos y 3.366 furgonetas).

3. Número de postes de recarga total

Se trata del verdadero quid de la cuestión. La infraestructura de recarga es el verdadero punto débil del despliegue del vehículo eléctrico en España. Los números ponen demasiado en evidencia a nuestro país en este aspecto. Tenemos casi ocho veces menos puntos de recarga que países que podrían ser nuestra referencia como Alemania o Francia, ambos en el entorno de los 40.000, siendo Holanda la gran destacada con sus 55.700. No es raro que sea el mercado holandés el que más proporción de eléctricos registrara en 2019 en la UE. Disponer de puntos de recarga suficientes es condición determinante para que se vendan coches eléctricos. España tiene menos puntos de recarga que todos los países de su entorno, Italia tiene el doble de puntos de recarga, por ejemplo. Y se ve superada por países de mucho menor tamaño como la propia Holanda, Austria o Suiza. Si tenemos en cuenta el número de cargadores a partir de 22 kW, observamos que España sería el séptimo país con sus 1.013 puntos. Una quinta parte menos que Alemania y una tercera que Francia.

4. Postes eléctricos cada 100 km de autovía

Uno de los índices de la movilidad eléctrica que más deja en evidencia el déficit de España frente al resto de países de nuestro entorno europeo es la proporción de cargadores rápidos por cada 100 kilómetros de autovía o autopista. Ocupamos el último lugar con 7. A una gran distancia de países como Suecia, que tiene 69; Holanda, con 46; Dinamarca, 36; incluso de Francia con 26 o de Italia con 13. Muy por debajo de la media de la Unión Europea, que alcanza 24. Hasta nuestro vecino Portugal, que ha apostado por la movilidad eléctrica hace tiempo, nos supera. Es cierto que España es el país con más kilómetros de vías de alta capacidad de Europa, según Eurostat, por delante de Alemania y Francia, y el segundo en extensión, tras el país galo, que casi nos cuadruplica en cargadores, y que la electrificación requiere una inversión superior a la de países de menor tamaño, pero, ¿es necesario salir tan mal en la foto?

CARGADORES RÁPIDOS POR 100 KM DE VIA RÁPIDA

NORUEGA

780

UK

127

SUECIA

69

AUSTRIA

57

SUIZA

57

HOLANDA

46

ALEMANIA

41

FINLANDIA

38

DINAMARCA

36

UE + EFTA + UK + TURQUIA

33

REPUBLICA CHECA

30

FRANCIA

26

UNION EUROPEA

24

ITALIA

13

POLONIA

12

PORTUGAL

8

ESPAÑA

7

Fuente: Obs Europeo de Combustibles Alternativas de la CE

 

5. Demasiadas trabas administrativas para instalar un poste de recarga

Según indicador Global de Electro-movilidad de Anfac del primer trimestre del año, existen enormes disparidades entre unas CCAA y otras. Cataluña es la que mayor número de cargadores tiene, 2.683, con mucha diferencia sobre la segunda, Madrid con casi dos tercios menos, 912, y de la Comunidad Valenciana con 749. Llama la atención que Andalucía tenga una quinta parte menos que Cataluña, o que Castilla y León tenga casi los mismos que el País Vasco. Pero más allá del número de cargadores es importante contabilizar cómo de rápida es la carga. De los 7.607 puntos de recarga contabilizados por Anfac, 1.849 tienen más de 22 kW, siendo Cataluña, con 582, Madrid y C. Valenciana ambas con 246 donde más encontramos. Existen 548 de más de 40 kW, y 159 de más de 100kW. Los 8 puntos de recarga de más de 250 kW que existen actualmente en España están repartidos entre dos estaciones de Cataluña y País Vasco.

Pero, ¿por qué existe esta desigualdad? Principalmente porque la disparidad de leyes es muy grande. Tal y como os cuenta Elena Bernárdez, directora de emobility de Endesa, “hay Comunidades donde es más sencillo instalar que en otras porque los requerimientos no son los mismos en unas que en otras. Luego está la disparidad de ordenanzas municipales. En Madrid, Cataluña o Baleares, a nivel de comunidad solo tienes que hacer una declaración responsable y si en 15 días no te dicen nada una vez presentada la documentación, tú puedes empezar la obra. Luego hay Comunidades en España donde llevamos cuatro o cinco meses esperando respuesta para empezar. Las Comunidades lo pueden hacer más fácil pero son los ayuntamientos los que tienen la última palabra. Un punto a favor es la reciente declaración como de utilidad pública de las infraestructuras de alta potencia, con potencia superior a 250 kW, algo que facilita su instalación.

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