Ni siquiera los pilotos pertenecientes a la élite del automovilismo deportivo están a salvo de sufrir algún percance. En este caso, Ralf Schumacher, acostumbrado a llevar un monoplaza a más de 250 km/h, no pudo controlar su vehículo habitual cuando circulaba por encima del límite de velocidad permitido. Ahora, el hermano del actual campeón del mundo deberá abonar una sanción de 10.000 euros por el siniestro que tuvo lugar el año pasado en una de las carreteras cercanas a Colonia (Alemania), según el diario alemán Bild.
El 30 de noviembre, el piloto de Williams estrelló su BMW contra un coche que estaba parado en un atasco. En la colisión, que afectó a otros tres automóviles, resultó herida una persona.
Tras las investigaciones realizadas, la policía ha confirmado que el alemán, de 26 años, superaba el límite de velocidad permitido en la zona. Este hecho junto a a la visibilidad reducida en la zona y a una calzada resbaladiza fueron los factores que causaron el siniestro.