Nissan, muy descontenta con sus filiales en Europa

"Intolerable". Así de crudo se ha mostrado Carlos Ghosn, presidente ejecutivo de Nissan, a la hora de calificar la rentabilidad de sus filiales europeas. Estas ramificaciones de la marca nipona no están colaborando como debieran en el reflotamiento de la compañía.

Durante su visita al Salón del Automóvil de París, Carlos Ghosn se mostró muy enfadado con las filiales europeas y, en especial, con su escasa rentabilidad.
A Nissan Motor Ibérica, su delegación española, le dedicó palabras muy duras y aseguró que "no es normal que aún no haya logrado nunca beneficios". Aun así, señaló que la situación en España es buena desde el punto de vista comercial y de costes, pero la rentabilidad por vehículo está al límite, ya que muchos modelos son muy antiguos.
Ghosn sabe que Nissan lleva 26 años perdiendo cuota de mercado en Japón y que Europa está muy lejos de ayudar a la compañía a paliar ese déficit. Los responsables de la firma confiaban en que la sección europea fuese rentable este mismo año, pero los problemas del euro y la libra lo han impedido.
Nissan ha puesto en marcha el denominado Plan Revival, que supondrá la reducción de 21.000 puestos de trabajo en todo el mundo y la reducción de los costes en aproximadamente dos billones de pesetas. También se ha previsto racionalizar la red comercial y fusionarla en parte con la de Renault, empresa a la que se unió hace un año. Estas medidas han sido calificadas por Ghosn de "electroshock".
Este ambicioso plan ya ha empezado a dar resultados, excepto en Europa. El directivo asegura que dimitirá si no logra que la compañía dé beneficios en el próximo ejercicio. El año pasado perdió 1,1 billones de pesetas.
Por último, Ghosn reiteró las dudas de Nissan ante la posibilidad de fabricar el nuevo Micra en Inglaterra. La libra hace que la firma dude a la hora de invertir allí.