El hecho, ocurrido en la mañana en la ciudad de Niterói, al otro lado de la bahía de Río de Janeiro, impulsó a la Corte Suprema a exigir una investigación urgente del caso por parte de la policía federal.
'Crímenes cobardes contra magistrados son un ataque contra la independencia del Poder Judicial, contra el Estado y la democracia brasileña', dijo el presidente de la Corte Suprema, Cezar Peluso.
'La preservación del imperio de la ley en nuestro país exige una rápida investigación de los hechos y un castigo riguroso a los responsables de este acto barbárico', agregó.
Un grupo de pistoleros disparó al menos 16 balas contra el automóvil de la jueza Patricia Lourival Acioli, de 47 años y madre de tres hijos, cuando llegaba a su casa, según informes de medios brasileños.
La presencia de bandas criminales compuestas por policías corruptos se ha expandido en las favelas de Río en los últimos años, expulsando a grupos de narcotraficantes en una lucha interna por el control del lucrativo abastecimiento de servicios como televisión por cable y gas de cocina.
'Patricia recibió amenazas por al menos cinco años. Era considerada una jueza de línea dura, dando siempre la máxima penalidad', dijo su primo Humberto Nascimento a Globo.
Río ha tratado de reducir su reputación de ser escenario de crímenes violentos mientras se prepara para el Mundial de fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.