El presidente de Chrysler, Dieter Zetsche (en la foto), ha dado la voz de alarma al denunciar que la devaluación del yen "nos está afectando de manera importante y esto está teniendo serias implicaciones para nuestra industria y para nuestra economía... No se trata únicamente de competitividad".
La debilidad de la divisa nipona está provocando que los precios de las importaciones japonesas bajen drásticamente. De esta manera, los fabricantes japoneses logran grandes beneficios y aumentan su cuota de mercado en Estados Unidos.
Zetsche ha desvelado que se ha enviado una carta al presidente George Bush, firmada por los presidentes de General Motors, Ford y él mismo, en el que se le solicita que se ponga en contacto con el Gobierno japonés para que éste tome medidas encaminadas a fortalecer el yen. Según el propio Zetsche, ni él ni Chrysler, han recibido una respuesta directa a la misiva.
Por otra parte, Chrysler ha llegado a un acuerdo con Behr América para venderle la planta de productos térmicos que posee en Ohio (Estados Unidos). Behr América es filial de Behr GmbH, que se dedica a la fabricación de sistemas de aire acondicionado y de regulación de temperaturas para motores.