Los bancos comienzan a meter prisa a Fiat; los más de 33.000 millones de euros de la firma italiana pesan demasiado como para confiar en malabarismos financieros, por lo que han decidido que sus acciones estén menos blindadas, lo que en la jerga se denomina "bonos basura" (bonos que prometen un alto rendimiento porque son considerados de alto riesgo).
Ayer, según el Financial Times, Mediobanca - una entidad financiera italiana - se hacía con el 35 por ciento de su prestigiosa Ferrari, pero la operación no ha logrado traer calma a los mercados.
El mismísimo Rick Wagoner, patrón de GM, asegura que no hay conversaciones para hacerse con Fiat, de la que ya poseen el 20 por ciento. El gigante estadounidense no tiene prisa: sabe que en 2004, Fiat tiene la opción de poner a la venta el 80 por ciento restante y, mientras tanto, su precio irá a la baja.
Wagoner ha rechazado la idea de que el traspaso de acciones se produzca inmediatamente, ya que este negocio "impone ciclos largos". De momento, GM y Fiat colaboran en la fabricación de distintas partes de sus automóviles, pero estos acuerdos también podrían extenderse a otros negocios.