La polémica ha vuelto a las autopistas estadounidenses tras el anuncio de la Agencia Nacional de la Seguridad en el Transporte por Carretera de que el Gobierno piensa añadir una nueva normativa que afecte a las cajas negras de los automóviles. Estos dispositivos, que se utilizan aleatoriamente desde 1974, van a ser mejorados.Esta ley, contrariamente a lo que se pensaba, no obligará a los fabricantes a instalar cajas negras en cada coche, pero sí exigirá que estos dispositivos graben más datos de lo que hacen actualmente. También se deberá informar en el manual del propietario si está instalado este sistema y por qué. Algunas voces ya se han alzado contra esta decisión, porque sostienen que debe limitarse la información que almacenan las cajas negras. También han mostrado su preocupación acerca de cómo se graban esos datos y el uso que se hace de los mismos. Estas mismas fuentes piensan que se ha aumentado la información que almacena este tipo de dispositivos sin pensar en la privacidad. Las cajas negras de los coches, también llamados grabadores de datos electrónicos o EDR en sus siglas anglosajonas, tienen un chip que guarda información acerca del coche y de lo que hizo el conductor antes y durante un choque. El dispositivo comienza a grabar cuando detecta una deceleración abrupta que puede desembocar en una colisión. Dependiendo del tipo de EDR, la cantidad de información que se guarda varía. Los más simples sólo registran la velocidad del vehículo y si explotó el airbag, mientras que otros más avanzados obtienen detalles como si el conductor frenó antes del impacto, si usó los intermitentes o si tenía abrochado el cinturón de seguridad. Los EDR fueron diseñados en principio para ayudar a las marcas a fabricar coches más seguros, pero los constructores han aprovechado para utilizar los datos que guardan las cajas negras para defenderse en juicios por problemas mecánicos. Al mismo tiempo, la policía ha usado esta información para multar a los automovilistas y las compañías de seguros, para evitar su responsabilidad a la hora de pagar un siniestro. Es este uso el que no gusta a las principales asociaciones de consumidores del país, sobre todo porque hay muchos conductores que desconocen que poseen este tipo de dispositivos en sus vehículos y que pueden ser utilizados en su contra cuando, según sostienen, hay bastantes casos en los que los datos grabados no correspondían con la realidad. Según estas fuentes, hay informes que demuestran que los EDRs han almacenado en alguna ocasión información errónea. Esto puede suceder si la caja negra se queda sin energía en mitad de un choque o si un virus informático afecta al software del dispositivo, algo que ya ha pasado.Los investigadores en materia de seguridad vial defienden el valor de las cajas negras para hacer las carreteras y los coches más seguros y advierten que la información de los EDRs debe contrastarse con otros datos que se obtienen en el lugar del siniestro. En cuanto a la privacidad, afirman que la mayoría de los detalles que se obtienen de los EDRs puede conocerse tras una investigación del choque, una pesquisa que tampoco necesita permiso del automovilista.
Las “cajas negras” de los coches, a debate
Las “cajas negras" de los automóviles están provocando una gran polémica en los Estados Unidos. Los que están a favor de las mismas sostienen que pueden ayudar a mejorar la seguridad vial, mientras que sus detractores cuestionan su veracidad y dudan que respeten la privacidad de los conductores.