Los hechos que originaron la actuación policial se produjeron el pasado 10 de agosto, cuando los policías que llevaban un operativo de furtivismo en la ría do Burgo en colaboración con el servicio de guardacostas de la Consellería do Mar sorprendieron al identificado transportando en un vehículo un total de 119 kilos de almejas y berberechos.
El automóvil, según explica la Consellería de Presidencia en un comunicado, era propiedad de una mariscadora profesional.
El marisco se decomisó por carecer de documentación que amparase su legalidad y por el propio reconocimiento que hizo el identificado acerca de su procedencia, de la ría do Burgo.
Una parte de este molusco fue analizada por el departamento de biotoxinas del Intecmar y el resultado dio positivo. Entre otros efectos, la intoxicación por estas toxinas puede venir acompañada de molestias gastrointestinales como diarreas, náuseas, vómitos, dolores abdominales y escalofríos.