Así, el sector siderúrgico español se posiciona como el más reciclador de Europa, junto con Italia, reciclándose más del 75 por ciento de lo que se fabrica, un dato por encima de la media europea, que es del 50 ciento, y también de la media mundial, que no supera el 40 por ciento. Su 'gran capacidad recicladora' y 'la alta tecnología' que implementa, le permiten garantizar el reciclaje de toda la chatarra férrica recolectada en España y controlar y certificar la seguridad del proceso.
Concretamente, de los 12,5 millones de toneladas de chatarra férrica que recicló en 2011 la industria siderúrgica en España, 7,7 millones de toneladas correspondían a chatarra férrica recolectada en España y 4,8 millones de toneladas eran chatarra importada.
Asimismo, se estima que el reciclado final de materiales de acero en su fin de vida alcanza prácticamente el 100 por cien. Por otra parte, en el proceso de reciclado de acero a partir de chatarra férrica (consumo de chatarra para fabricación de acero), el rendimiento, según informa la entidad, es casi del 100 por cien.
De este modo, al final de su vida útil, un producto de acero se transforma en parte de un automóvil, de una viga de un edificio, de una lavadora o del aerogenerador que produce electricidad, sin perder su calidad y propiedades iniciales. Así, el acero se puede reciclar indefinidamente, culminando el ciclo con el reciclaje de chatarra recolectada y fabricando con ella acero, que se utilizará en nuevos productos.
Además, tal como explica la asociación, el acero, debido a sus propiedades magnéticas, es fácilmente separable de otros residuos mediante imanes por lo que las distintas vías de recolección de este material pueden ser desde la recogida a pie de calle, la separación por imanes en vertederos o bien en los centros de transferencia y las recogidas selectivas, entre otros.