La FIA denuncia presiones de la Comisión Europea

Max Mosley, presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, FIA, acusa al director europeo de la Competencia de ejercer presión para que el máximo organismo del deporte del motor ceda los derechos de televisión.

La historia arranca en 1994, cuando, según la FIA, un misterioso promotor deportivo denominado "Mister Peter" intentó hacerse con derechos de retransmisión de la Fórmula 1. El patrón de esta competición, Bernie Ecclestone, preside la Administración de la F-1, FOA, y la International Sportsworld Communicators, ISC, comercializadora de los derechos para televisión. Ecclestone se negó a vender y "Mister Peter" le denunció ante la Comisión de Defensa de la Competencia de la UE. Además, el promotor pidió una recompensa de dos millones de dólares a cambio de retirar su denuncia. En principio, el dueño de la F-1 pagó, pero, poco después, se negó a hacerlo cuando, siempre en versión de la FIA, "Mister Peter" repitió la jugada pidiendo 15 millones de dólares. En el transcurso de estas negociaciones, la FIA asegura que un director del Servicio de la Competencia de Bruselas presionó a Ecclestone para que cediera.
A raíz de la segunda denuncia, la Comisión Europea dictaminó en 1999 que la FIA abusaba de una posición dominante en el mercado y llevaba a cabo prácticas restrictivas de la competencia. Para Max Moesley, presidente de la FIA, el objetivo de la Comisión es conseguir que la Fórmula Uno se pueda retransmitir en un régimen compartido, como el boxeo profesional. También anunció que recurrirán todos los dictámenes de la Comisión, aunque tengan que llegar al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.
Por su parte, Mario Monti, Comisario Europeo de la Competencia, ha calificado de infundadas las acusaciones de la FIA. También ha convocado una audiencia para el mes de abril en la que todas las partes podrán exponer sus puntos de vista.