Hablamos con Raúl Blanco, secretario general de Industria, sobre el automóvil en España

Hablamos con Raúl Blanco, secretario general de Industria, sobre el presente y el futuro de la industria de la automoción en España.

Juan Carlos Payo

Raúl Blanco, secretario general de Industria
Raúl Blanco, secretario general de Industria

P:Acabas de cumplir dos años en tu actual cargo. ¿Con qué te quedas?

R: El 22 de junio salió publicado mi nombramiento en el BOE y 27 junio prometí el cargo. Dos años fascinantes donde he vivido mucho más de lo que jamás habría imaginado. La política industrial tiene siempre temas de impulso y luego hay una parte de gestión de crisis asociada a casos de largo recorrido que no solo suceden en tu mandato sino que vienen de antes por motivos estructurales… Y si a todo esto sumamos la gestión en tiempos de pandemia y crisis postpandemia... Pero todo siempre con prudencia y humildad, y más aún ahora... Desde luego el momento en que prometí el cargo fue muy feliz. Quizás tras los últimos meses todo lo hecho con anterioridad quede un poco olvidado pero el poder cambiar cosas en el ministerio, programas, líneas de financiación, ayudas… aunque tengamos los presupuestos prorrogados desde 2018 pues te genera satisfacción. Otro momento puntual en el otro extremo son los días más duros en la crisis sanitaria cuando tuvimos que poner en marcha desde Industria soluciones de respiradores, mascarillas… Y ahí la industria dio la cara, la industria siempre da la cara. Y recibimos respuestas magníficas de la industria textil, de la industria química, de la industria de alimentación, de la de automoción, por supuesto, que se puso a fabricar respiradores. Y esa satisfacción de en unos días poder decir están llegando respiradores a los hospitales, pese a que estábamos en momentos muy difíciles, pues te dejan muy orgulloso de haber contribuido a que la gente que estaba ingresada tuviera más esperanza.

Raúl Blanco durante la entrevista
Raúl Blanco, secretario general de Industria y de la Pyme.

P: El sector ha acogido muy positivamente el  nuevo plan de ayudas…

R: Ha sido muy difícil. Estamos muy contentos. Yo desde que llegué defendía que hubiera un plan con neutralidad tecnológica, que contemplara también los vehículos de combustión bajo un plan estatal y de rápida implementación y lo hemos conseguido. En pocos días estará aprobado, en marcha… Se ha hecho un buen trabajo con el sector y con las asociaciones que lo conforman a nivel autos y motos. Contentos de que haya sido el primer plan sectorial del Gobierno en esta etapa post-covid, lo que es un reconocimiento importante para la industria de automoción. A pesar de que todos los sectores viven situaciones difíciles, las prioridades hay que tenerlas muy claras y la industria del automóvil es una de las que mueve el país. Que este plan haya sido el primero nos alegra y nos anima a seguir trabajando con fabricantes, con industria auxiliar, con distribución…

“Desde que llegué defendía que hubiera un plan con neutralidad tecnológica, que contemplara también los vehículos de combustión”

P: ¿Cómo ha ido esa primera reunión de la Mesa de la Automoción?

Además de presentar el plan que ya lo conocían asociaciones y Comunidades Autónomas, le hemos dado un rango más europeo, porque esto es importante para estos meses que vienen.  Hasta el momento sabemos cantidades generales del Fondo de Reactivación Europeo y sabemos que van a ir destinadas a proyectos de transformación industrial y grandes proyectos de transformación sectorial. Ahora todo va a depender de la capacidad que tengamos de estructurar esos proyectos entre los diferentes niveles de gobierno, de la cadena de valor del sector, de fabricantes a industria de componentes para que podamos beneficiarnos de esos fondos. En la medida que seamos capaces de movilizar proyectos de primer nivel que cambien a nivel de baterías, hidrógeno, modelos de negocio de movilidad o digitalización… seguro que conseguiremos  no solo financiación a través del Plan de Automoción sino también situarnos donde debemos estar, en primera línea europea.

P: ¿Hay realmente espíritu europeo para salvar la industria automovilística europea de amenazas como China y otras que puedan llegar? Porque hay países que parecen ir por libre…

R: Mantener el mercado único europeo es importantísimo. Esta crisis no puede tener como consecuencia la rotura del mercado único. Eso nos llevaría a una situación peor, donde los estados con mucha capacidad presupuestaria como Alemania o Francia harían actuaciones como las que están haciendo y países con menos capacidad como somos nosotros nos veríamos avocados a pérdida de competitividad y músculo. Ahí la lucha que debemos tener como hemos hecho en las últimas décadas es defender el mercado único, defender una política europea… Los últimos movimientos de la Comisión van en este sentido como hemos visto por parte del comisario de Industria que nos acompañó en la mesa de la Automoción y nos mostró que se trabaja con 14 ecosistemas productivos, uno de los principales es automoción y cómo van a ir los fondos de reactivación a esos sistemas productivos.  En la medida en que eso suceda, en la medida que los Proyectos de Interés Común Europeos –ahí está el tema de las baterías- sean realidad, podremos seguir manteniendo un equilibrio europeo territorial y presupuestario que además nos hace más fuertes de cara a la competencia global. Respecto a China y su control de baterías, Europa llega tarde. Aunque estamos acelerando en materia de proyectos, España puede tener un papel relevante ya que es de los pocos países que puede tener toda la cadena de valor de las baterías, desde la mina de litio hasta la fabricación final del vehículo. Francia o Alemania no tienen litio. Nosotros tenemos una de las principales reservas de litio de Europa y esto nos permite generar proyectos de desarrollo local muy interesantes. En 2050 sabemos que la descarbonización nos llevará hacia emisiones neutrales. Pero queda mucho tiempo, necesitamos todas las tecnologías y hay tecnologías como el hidrógeno donde también en España podemos aspirar a tener toda esa cadena de valor –tenemos renovables, industria química, energéticas, empresas de automoción- y podemos desarrollar en este sentido una industria a 10 o 20 años vista. No solo debemos estar centrados en el eléctrico que está claro que va a ser un vector importante a corto y medio plazo sino que debemos también apostar por tecnologías de más largo plazo pero que van a tener un desarrollo industrial más local como es el hidrógeno.

"España puede tener un papel relevante en la electrificación, ya que es de los pocos países que puede tener toda la cadena de valor de las baterías, desde la mina de litio hasta la fabricación"

P: El mundo cambia, la industria debe cambiar… ¿Qué personalidad debe buscar nuestra industria para sobrevivir?

R: Debemos garantizar la competitividad de la industria de la automoción. Somos un país que no tiene centros de decisión de los fabricantes pero somos el segundo país productor de la Unión Europea y aunque ahora tengamos alguna situación difícil en alguna de las plantas, en el resto tenemos importantes confirmaciones en firme  de inversión y de continuidad, incluso pasando por delante de los países donde está su matriz. Eso quiere decir que somos muy competitivos pero debemos seguir siéndolo. Y ¿por qué debemos apostar? Es complicado pero sí debemos apostar a tener grandes proyectos transformadores y ambiciosos. No nos podemos quedar a expensas de las decisiones que tomen otros. SI no hacemos nada, seguiremos teniendo fábricas pero veremos cómo nos dejarán  lo que otros ya no quieran… Y nos podemos quedar en el vagón de cola y seguir produciendo hasta que haya un día que nos encontremos con nada y entonces nos preguntemos qué ha pasado. Eso no va a suceder ahora, pero si no ponemos remedio podría pasar en diez años. Para evitarlo  desde hoy hay que trabajar en grandes proyectos transformadores del sector, ahí tenemos todo el ámbito del eléctrico y aprovechar toda esa potencia que podemos tener con el litio, baterías y capacidades no solo de fabricantes sino de la industria de componentes de capital español y donde hay conocimiento y capacidad innovadora que no solo se manifiesta aquí sino en proyectos globales con presencia en China, Corea, América… Las empresas de componentes pueden ser un gran aliado en esta transformación. Y no olvidemos el hidrógeno que va más allá de la automoción y puede haber un cambio energético gracias a la producción de hidrógeno verde a partir de energías renovables y que pueda capilarizar hacia automoción y movilidad, ayudando a descarbonizar procesos industriales cambiando gas natural por hidrógeno…  Y aquí será importante la industria local, de titularidad y capital español. Cuando hagamos esos proyectos transformadores hay que mirar esa industria local, esa capacidad local para liderar esos proyectos y que puedan crecer en el futuro.

P: ¿Sin mercado interno potente puede haber una industria potente?

R: No.

P: ¿El tema de Nissan ha acelerado toma de decisiones? ¿Ayuda en algo la visceralidad política vista recientemente al hilo del cierre de Zona Franca?

R: Puede que lo de la visceralidad hasta vaya por mí… Todos éramos conscientes de que el tema de Nissan venía de lejos, es decir, una empresa cuando decide no invertir en una planta durante diez años está condenada por parte de la propia matriz. La condena a no ser competitiva y es la propia empresa la que toma esa decisión. Hemos trabajado en los últimos dos años todo lo posible para convencer a la empresa de que esa planta es viable si hay un proyecto industrial detrás, es viable si se moderniza y se pone una línea de producción que pueda ser competitiva para los próximos 10 años. Ese trabajo se hizo desde las administraciones y con el apoyo de los trabajadores pero la empresa finalmente, por su situación global y por decisiones internas, acaba tomando la decisión de cerrar la planta de Barcelona. Yo a lo mejor he sido visceral en mis reacciones pero el momento no ha sido el más ético. Cerrar en medio de una crisis sanitaria sin plantear alternativas o sin un calendario adecuado a una historia de 40 años de éxito de Nissan en España creo que no está bien hecho. Hay muchas maneras de trabajar estos temas. Creemos que es posible un proyecto industrial para zona Franca, uno de los mejores terrenos industriales del sur de Europa, una planta en el término municipal de Barcelona con puerto, aeropuerto, enlace por ferrocarril, autopistas… Si hay inversión esa planta es competitiva. Entonces, si Nissan no lo quiere hacer se pueden buscar proyectos alternativos pero la decisión de cierre y en el momento que se ha hecho, creemos que no es justa con la historia de Nissan, ni con la historia de Motor Ibérica ya casi centenaria. Creo que todo esto había merecido más estudio.

“Es posible un proyecto industrial para zona Franca, uno de los mejores terrenos industriales del sur de Europa, con una logística inmejorable… Si hay inversión, esa planta es competitiva”

P: ¿El motor de combustión todavía no lo condenamos?

R: Vamos a necesitar todas las tecnologías. Tenemos un problema grave que es la antigüedad del parque móvil que está en doce años. Cualquier renovación que se produzca en ese parque incluso con gasolina o Diesel va a ser una renovación muy positiva en emisiones, en seguridad vial y muy positiva en mantener la industria y el empleo en España. A corto plazo tienen su papel y a medio pues ya se sabe que irán siendo sustituidas por otras tecnologías pero eso va a ser progresivo. No va a suceder de la noche al día. Es cierto que debemos incentivar los nuevos modos de propulsión pero va a haber convivencia a corto plazo, hasta que llegue 2040 o 2050. Por lo tanto hablamos de 20 o 30 años en los cuales se va a hacer todo ese tránsito. Y es incomparable un motor Euro 6d con un motor Euro 2 a nivel Diesel. Eso también hay que tenerlo en cuenta a nivel de consumo, de emisiones… Ese equilibrio será positivo en la medida que logremos renovar el parque móvil y se refuerce el mercado. Es muy importante tener un mercado interior potente.

P: A nivel de electrificación, los últimos informes nos sitúan en la cola de Europa y creciendo menos de la media…

R: Eso irá cambiando. El Plan de Automoción hace un esfuerzo notable en el ámbito de apoyo al vehículo eléctrico. Ya está el MOVES en marcha. En los planes se va a incluir el tema de puntos de recarga, se ha declarado la utilidad pública de los puntos de recarga para que el marco legal sea cada vez más fácil y se eviten paralizaciones de proyectos… Son muchos los proyectos de energéticas para ampliar infraestructura y esos cambios los vamos a ir viendo. También a nivel de precios de vehículos progresivamente va a haber convergencia. Hay expertos que hablan de 2025 con precios similares para ambas tecnologías. En los próximos años con una apuesta decidida por parte del Gobierno de desarrollar esa infraestructura, de incentivar compra, todo eso irá notándose…

 “España puede tener un papel relevante en la electrificación, ya que es de los pocos países que puede tener toda la cadena de valor de las baterías, desde la mina de litio hasta la fabricación”

P: Hace 10 años se nos decía que en 2020 tendríamos un millón de eléctricos en nuestras carreteras. ¿Cuándo lo veremos de verdad?

R: Esperamos que sea en esta década. Ahora lo importante es incentivar para que arranque todo y esas cifras irán llegando.

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Raúl Blanco y Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo, atendiendo a los medios de comunicación.

P: ¿Eres optimista con el futuro de nuestra industria?

R: Soy un convencido de la industria y de la industria de automoción especialmente. Lo logrado es un milagro que no solo debemos proteger sino ayudar a que crezca en España ya que es de las cosas que más une porque está presente en casi todas las comunidades autónomas vertebrando el territorio, la sociedad y yendo más allá de lo económico, algo que a veces no se ve. Parece que solo hablamos de facturación y empleos pero el impacto que tiene va mucho más allá.