El nuevo suicida, como ha sido calificado por Joan Delort, director del Servei, se une al motorista que hace un par de días fue pillado por un radar a 236 km/h en una comarcal catalana. En esta ocasión, un radar camuflado de los Mossos d’Esquadra “pilló" un coche que iba a 243 km/h. No se sabe qué modelo era (parece que un Audi) porque los agentes no llegaron ni a verlo de tan rápido como iba.Estas actitudes son el objetivo número uno que se ha fijado el Servei, el equivalente a la DGT en Cataluña. Su misión es erradicarlas.
Delort ya ha anunciado que llevará ante la Fiscalía a todos aquellos conductores que excedan los límites de velocidad de forma imprudente y contribuyan a poner en peligro la seguridad vial.
El responsable catalán de tráfico dice que “si el fiscal o el juez que instruya la denuncia considera que este comportamiento no merece ser tratado penalmente, entonces podremos decir con pruebas en la mano que se tiene que reformar el Código Penal, porque estas actitudes merecen un castigo fuerte". El Servei de Tránsit ha hecho públicos unos datos sobre infracciones de tráfico en Cataluña durante los últimos 15 meses. En ellos se refleja que se han impuesto 101.917 sanciones por exceso de velocidad. De ellas, un 1 por ciento corresponde a motos.
En el Servei explican que, si quisieran, podrían triplicar estas cifras. Sin embargo, aseguran que su interés es puramente preventivo, no recaudador. El motorista que fue cazado hace unos días a 236 km/h ha concedido una entrevista a El Periódico de Cataluña para defenderse. Asegura que le gusta correr y que no es un delicuente. David Camí es un apasionado de las motos y la velocidad y reclama lugares donde los motoristas puedan correr a gusto y sin peligro.