Gran Bretaña se moviliza contra la venta de Rover

El próximo jueves se celebrará una reunión en Munich entre Joachim Milberg, presidente de BMW, y Stephen Byers, ministro de Industria de Gran Bretaña. El objetivo es conocer de primera mano las negociaciones de la venta de Rover.

Byers también intentará que BMW se implique en los costes sociales que supondrá su retirada de Inglaterra, sobre todo en lo que tiene que ver con los despidos de trabajadores. En días sucesivos, el titular de la cartera de Industria del Gobierno británico se reunirá con directivos de Ford y Alchemy Partners. En su encuentro con los primeros, Byers recabará información sobre los planes de la marca estadounidense que acaba de comprar Land Rover, la división de todo terrenos de lujo de Rover. Con Alchemy, el ministro debatirá su proyecto de reducir puestos de trabajo.
Stephen Byers es la punta de lanza de la movilización británica contra la venta de Rover. Detrás de él se han puesto en marcha casi todos los sectores sociales. Una comisión de trabajo analiza en estos momentos la situación y las fórmulas que permitan regenerar la economía local y el empleo, sobre todo en Longbridge, donde se cerrará una gran fábrica. Por su parte, los trabajadores preparan manifestaciones para protestar por la venta y las funestas consecuencias que traerá para ellos. Los sindicatos aseguran que peligran casi 50.000 empleos. La primera gran manifestación tendrá lugar en Birmingham, al noroeste de Inglaterra, el día 1 de abril. Se espera que sea la mayor concentración de trabajadores en el país desde la marcha minera de mediados de la década de los 80. Además, los obreros ya han empezado a tomarse su venganza particular: muchos de los Rover que salen estos días de las cadenas de montaje llevan grabados símbolos nazis y en alguno se han encontrado gatos muertos.
En Alemania, la prensa no hace más que publicar noticias confusas en torno a BMW. La familia Quandt, propietaria del 46 por ciento de la empresa, ha tenido que salir más de una vez al paso de los rumores que hablaban de una posible venta de la compañía. También han alabado a Joachim Milberg por su buen hacer al frente de la empresa. Sin embargo, varias publicaciones alemanas, como la revista Stern, aseguran que a Milberg le queda poco tiempo de mandato, precisamente por no haber sabido frenar la sangría económica que ha sido Rover.
El pasado viernes, los responsables de BMW hicieron oficial la venta de Rover a la compañía financiera británica Alchemy. También anunciaron que la división Land Rover va a ser comprada por Ford.