El reinado en Norteamérica no sólo se decide por el número de vehículos vendidos en EE.UU. General Motors ha encontrado uno de sus "puntos débiles": los altos costes sociales a los que tiene que hacer frente en Canadá.
El sistema sanitario canadiense es distinto al de su vecino del sur, además GM tiene que "mantener" a muchos más jubilados que sus rivales: un total de 20.000, mientras que Ford tiene la mitad y Chrysler apenas llega a los 10.000. Honda y Toyota - que inauguraron sus plantas canadienses en la década de los ochenta - apenas suman 20 jubilados entre las dos.
Por si fuera poco, mientras que sus gastos en pensiones se elevan, los ingresos en este país no aumentan al mismo ritmo: las marcas japonesas le están quitando mercado. Durante los últimos seis meses, Honda ha elevado sus ventas un 11,6 por ciento y Toyota, un 23.
"Nuestros jubilados ganaron esos derechos", reconocen desde GM, pero ahora todo está sujeto a revisión. Por su parte, el CAW - el Canadian Auto Worker (un sindicato que agrupa a más de 64.000 trabajadores de GM, Ford y Chrysler) no piensa quedarse con los brazos cruzados y ha amenazado al gigante estadounidense con empezar una huelga.
"No tenemos ningún problema con las metas de calidad y productividad de GM. No voy a aceptar los argumentos sobre costes legales. Pienso que los problemas de costes de GM tienen más que ver con su pobre diseño e ingeniería", ha apuntado un portavoz del CAW.