Barato, de medidas reducidas, versátil y, sobre todo, muy fácil de conducir. Fiat asegura que este Panda 4x4 puede ser un gran fichaje para aquellos que busquen un segundo coche para moverse por terreno rural, para circular por las zonas de montaña o para aquel que le gusten las pequeñas excursiones. Además, es una buena opción para todos aquellos que se quieran “soltar" en la conducción fuera del asfalto. Sin duda, es un TT light que no podrá enfrentarse a los terrenos más rotos, pero estamos ante algo más que un todo caminos. El Panda 4x4 tiene muy buenas cotas todo terreno: 26 grados de ángulo de ataque o de entrada; 44 grados de ángulo de salida y 23 grados de ángulo ventral. Éstos son los datos oficiales, que todavía no hemos podido comprobar. Sí descubrimos cómo subía rampas que no nos hubiéramos atrevido a afrontar con más de un todo terreno, serpenteaba por trialeras llenas de barro sin inmutarse y se adaptaba rápidamente a las necesidades del terreno de pruebas al que le sometimos. Las dos ruedas izquierdas suspendidas, encontrando sólo tracción en el eje posterior o rodando por caminos cómo un tracción delantera normal y corriente... Y todo sin que el conductor haga nada: olvídate de reductoras, de botones, de tracciones... ¿El secreto? Su tracción integral, completamente automática.
Como buen 4x4, este Panda tiene cuatro ruedas motrices: no sólo es el eje delantero el que aplica el par o la fuerza motriz al suelo. El problema es cómo repartir dicha fuerza. Fiat ha optado por un sistema completamente automático; el coche elige.
Incorpora una transmisión integral que se sirve de dos diferenciales y un acoplamiento viscoso. Los diferenciales permiten pasar la fuerza de una rueda a otra, mientras que el acoplamiento viscoso se encarga de repartir la fuerza entre los dos ejes.
Los acoplamientos viscosos son conjuntos mecánicos con una serie de discos sumergidos en un líquido que, cuando aumenta la temperatura, aumenta su viscosidad. Así, si necesitamos más fuerza detrás, el eje trasero sufrirá una especie de deslizamiento, “batirá" el líquido y hará que la temperatura aumente; el líquido se hará más viscoso y arrastrará los discos que incorpora. Así, el par motriz llegará al eje trasero.
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El conductor no nota absolutamente nada de estos tejemanejes. ¡Y mira que la transmisión trabaja! Por ejemplo, en carreteras asfaltadas de adherencia normal, el 98 por ciento del par motriz irá a las ruedas delanteras (como si fuera un tracción delantera). Si el terreno se vuelve resbaladizo y las ruedas delanteras patinan, la fuerza podría pasar totalmente al eje trasero. Entre estas dos posibilidades, hay multitud de combinaciones posibles de reparto del par. Él solito se encargará de elegir la óptima, lo que evita quebraderos de cabeza al conductor. Pero hay mucho más: también se logra reducir el consumo y se desgastan menos los neumáticos. Además, podremos estar más tranquilos, ya que siempre estará disponible la tracción total (con el plus de seguridad que eso supone). El Panda 4x4 también dispone de un sistema de antipatinamiento en reducción que evita que se bloque el tren trasero cuando frenamos de manera imprevista en situaciones de baja adherencia en bajada o en curva.Viéndole en acción uno recuerda esos míticos escaladores colombianos que afrontaban con sus bicis los terribles puertos de montaña del Tour de Francia. Poco peso, ligeros, se movían con soltura y sin ningún lastre en carretera. Así es el Panda 4x4, el “Pantani" de los todo terreno, un coche muy divertido –y fácil- de conducir, ideal para ir soltándose fuera del asfalto. Barato, de medidas reducidas, versátil y, sobre todo, muy fácil de conducir. Fiat asegura que este Panda 4x4 puede ser un gran fichaje para aquellos que busquen un segundo coche para moverse por terreno rural, para circular por las zonas de montaña o para aquel que le gusten las pequeñas excursiones. Además, es una buena opción para todos aquellos que se quieran “soltar" en la conducción fuera del asfalto. Sin duda, es un TT light que no podrá enfrentarse a los terrenos más rotos, pero estamos ante algo más que un todo caminos. El Panda 4x4 tiene muy buenas cotas todo terreno: 26 grados de ángulo de ataque o de entrada; 44 grados de ángulo de salida y 23 grados de ángulo ventral. Éstos son los datos oficiales, que todavía no hemos podido comprobar. Sí descubrimos cómo subía rampas que no nos hubiéramos atrevido a afrontar con más de un todo terreno, serpenteaba por trialeras llenas de barro sin inmutarse y se adaptaba rápidamente a las necesidades del terreno de pruebas al que le sometimos. Las dos ruedas izquierdas suspendidas, encontrando sólo tracción en el eje posterior o rodando por caminos cómo un tracción delantera normal y corriente... Y todo sin que el conductor haga nada: olvídate de reductoras, de botones, de tracciones... ¿El secreto? Su tracción integral, completamente automática.
Como buen 4x4, este Panda tiene cuatro ruedas motrices: no sólo es el eje delantero el que aplica el par o la fuerza motriz al suelo. El problema es cómo repartir dicha fuerza. Fiat ha optado por un sistema completamente automático; el coche elige.
Incorpora una transmisión integral que se sirve de dos diferenciales y un acoplamiento viscoso. Los diferenciales permiten pasar la fuerza de una rueda a otra, mientras que el acoplamiento viscoso se encarga de repartir la fuerza entre los dos ejes.
Los acoplamientos viscosos son conjuntos mecánicos con una serie de discos sumergidos en un líquido que, cuando aumenta la temperatura, aumenta su viscosidad. Así, si necesitamos más fuerza detrás, el eje trasero sufrirá una especie de deslizamiento, “batirá" el líquido y hará que la temperatura aumente; el líquido se hará más viscoso y arrastrará los discos que incorpora. Así, el par motriz llegará al eje trasero.
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El conductor no nota absolutamente nada de estos tejemanejes. ¡Y mira que la transmisión trabaja! Por ejemplo, en carreteras asfaltadas de adherencia normal, el 98 por ciento del par motriz irá a las ruedas delanteras (como si fuera un tracción delantera). Si el terreno se vuelve resbaladizo y las ruedas delanteras patinan, la fuerza podría pasar totalmente al eje trasero. Entre estas dos posibilidades, hay multitud de combinaciones posibles de reparto del par. Él solito se encargará de elegir la óptima, lo que evita quebraderos de cabeza al conductor. Pero hay mucho más: también se logra reducir el consumo y se desgastan menos los neumáticos. Además, podremos estar más tranquilos, ya que siempre estará disponible la tracción total (con el plus de seguridad que eso supone). El Panda 4x4 también dispone de un sistema de antipatinamiento en reducción que evita que se bloque el tren trasero cuando frenamos de manera imprevista en situaciones de baja adherencia en bajada o en curva.Viéndole en acción uno recuerda esos míticos escaladores colombianos que afrontaban con sus bicis los terribles puertos de montaña del Tour de Francia. Poco peso, ligeros, se movían con soltura y sin ningún lastre en carretera. Así es el Panda 4x4, el “Pantani" de los todo terreno, un coche muy divertido –y fácil- de conducir, ideal para ir soltándose fuera del asfalto. Barato, de medidas reducidas, versátil y, sobre todo, muy fácil de conducir. Fiat asegura que este Panda 4x4 puede ser un gran fichaje para aquellos que busquen un segundo coche para moverse por terreno rural, para circular por las zonas de montaña o para aquel que le gusten las pequeñas excursiones. Además, es una buena opción para todos aquellos que se quieran “soltar" en la conducción fuera del asfalto. Sin duda, es un TT light que no podrá enfrentarse a los terrenos más rotos, pero estamos ante algo más que un todo caminos. El Panda 4x4 tiene muy buenas cotas todo terreno: 26 grados de ángulo de ataque o de entrada; 44 grados de ángulo de salida y 23 grados de ángulo ventral. Éstos son los datos oficiales, que todavía no hemos podido comprobar. Sí descubrimos cómo subía rampas que no nos hubiéramos atrevido a afrontar con más de un todo terreno, serpenteaba por trialeras llenas de barro sin inmutarse y se adaptaba rápidamente a las necesidades del terreno de pruebas al que le sometimos. Las dos ruedas izquierdas suspendidas, encontrando sólo tracción en el eje posterior o rodando por caminos cómo un tracción delantera normal y corriente... Y todo sin que el conductor haga nada: olvídate de reductoras, de botones, de tracciones... ¿El secreto? Su tracción integral, completamente automática.
Como buen 4x4, este Panda tiene cuatro ruedas motrices: no sólo es el eje delantero el que aplica el par o la fuerza motriz al suelo. El problema es cómo repartir dicha fuerza. Fiat ha optado por un sistema completamente automático; el coche elige.
Incorpora una transmisión integral que se sirve de dos diferenciales y un acoplamiento viscoso. Los diferenciales permiten pasar la fuerza de una rueda a otra, mientras que el acoplamiento viscoso se encarga de repartir la fuerza entre los dos ejes.
Los acoplamientos viscosos son conjuntos mecánicos con una serie de discos sumergidos en un líquido que, cuando aumenta la temperatura, aumenta su viscosidad. Así, si necesitamos más fuerza detrás, el eje trasero sufrirá una especie de deslizamiento, “batirá" el líquido y hará que la temperatura aumente; el líquido se hará más viscoso y arrastrará los discos que incorpora. Así, el par motriz llegará al eje trasero.
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El conductor no nota absolutamente nada de estos tejemanejes. ¡Y mira que la transmisión trabaja! Por ejemplo, en carreteras asfaltadas de adherencia normal, el 98 por ciento del par motriz irá a las ruedas delanteras (como si fuera un tracción delantera). Si el terreno se vuelve resbaladizo y las ruedas delanteras patinan, la fuerza podría pasar totalmente al eje trasero. Entre estas dos posibilidades, hay multitud de combinaciones posibles de reparto del par. Él solito se encargará de elegir la óptima, lo que evita quebraderos de cabeza al conductor. Pero hay mucho más: también se logra reducir el consumo y se desgastan menos los neumáticos. Además, podremos estar más tranquilos, ya que siempre estará disponible la tracción total (con el plus de seguridad que eso supone). El Panda 4x4 también dispone de un sistema de antipatinamiento en reducción que evita que se bloque el tren trasero cuando frenamos de manera imprevista en situaciones de baja adherencia en bajada o en curva.Viéndole en acción uno recuerda esos míticos escaladores colombianos que afrontaban con sus bicis los terribles puertos de montaña del Tour de Francia. Poco peso, ligeros, se movían con soltura y sin ningún lastre en carretera. Así es el Panda 4x4, el “Pantani" de los todo terreno, un coche muy divertido –y fácil- de conducir, ideal para ir soltándose fuera del asfalto. Barato, de medidas reducidas, versátil y, sobre todo, muy fácil de conducir. Fiat asegura que este Panda 4x4 puede ser un gran fichaje para aquellos que busquen un segundo coche para moverse por terreno rural, para circular por las zonas de montaña o para aquel que le gusten las pequeñas excursiones. Además, es una buena opción para todos aquellos que se quieran “soltar" en la conducción fuera del asfalto. Sin duda, es un TT light que no podrá enfrentarse a los terrenos más rotos, pero estamos ante algo más que un todo caminos. El Panda 4x4 tiene muy buenas cotas todo terreno: 26 grados de ángulo de ataque o de entrada; 44 grados de ángulo de salida y 23 grados de ángulo ventral. Éstos son los datos oficiales, que todavía no hemos podido comprobar. Sí descubrimos cómo subía rampas que no nos hubiéramos atrevido a afrontar con más de un todo terreno, serpenteaba por trialeras llenas de barro sin inmutarse y se adaptaba rápidamente a las necesidades del terreno de pruebas al que le sometimos. Las dos ruedas izquierdas suspendidas, encontrando sólo tracción en el eje posterior o rodando por caminos cómo un tracción delantera normal y corriente... Y todo sin que el conductor haga nada: olvídate de reductoras, de botones, de tracciones... ¿El secreto? Su tracción integral, completamente automática.
Como buen 4x4, este Panda tiene cuatro ruedas motrices: no sólo es el eje delantero el que aplica el par o la fuerza motriz al suelo. El problema es cómo repartir dicha fuerza. Fiat ha optado por un sistema completamente automático; el coche elige.
Incorpora una transmisión integral que se sirve de dos diferenciales y un acoplamiento viscoso. Los diferenciales permiten pasar la fuerza de una rueda a otra, mientras que el acoplamiento viscoso se encarga de repartir la fuerza entre los dos ejes.
Los acoplamientos viscosos son conjuntos mecánicos con una serie de discos sumergidos en un líquido que, cuando aumenta la temperatura, aumenta su viscosidad. Así, si necesitamos más fuerza detrás, el eje trasero sufrirá una especie de deslizamiento, “batirá" el líquido y hará que la temperatura aumente; el líquido se hará más viscoso y arrastrará los discos que incorpora. Así, el par motriz llegará al eje trasero.
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El conductor no nota absolutamente nada de estos tejemanejes. ¡Y mira que la transmisión trabaja! Por ejemplo, en carreteras asfaltadas de adherencia normal, el 98 por ciento del par motriz irá a las ruedas delanteras (como si fuera un tracción delantera). Si el terreno se vuelve resbaladizo y las ruedas delanteras patinan, la fuerza podría pasar totalmente al eje trasero. Entre estas dos posibilidades, hay multitud de combinaciones posibles de reparto del par. Él solito se encargará de elegir la óptima, lo que evita quebraderos de cabeza al conductor. Pero hay mucho más: también se logra reducir el consumo y se desgastan menos los neumáticos. Además, podremos estar más tranquilos, ya que siempre estará disponible la tracción total (con el plus de seguridad que eso supone). El Panda 4x4 también dispone de un sistema de antipatinamiento en reducción que evita que se bloque el tren trasero cuando frenamos de manera imprevista en situaciones de baja adherencia en bajada o en curva.Viéndole en acción uno recuerda esos míticos escaladores colombianos que afrontaban con sus bicis los terribles puertos de montaña del Tour de Francia. Poco peso, ligeros, se movían con soltura y sin ningún lastre en carretera. Así es el Panda 4x4, el “Pantani" de los todo terreno, un coche muy divertido –y fácil- de conducir, ideal para ir soltándose fuera del asfalto.