Coger el coche en España es casi tres veces más peligroso que en la media de los países europeos. Al menos, es el dato que se desprende de un informe encargado por el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (CEST), un organismo independiente –con sede en Bruselas- que asesora a la Comisión Europea. Según los datos de ese estudio, en el período 2000-2001 se registraron 31,6 muertes en la carretera por cada 1.000 millones de kilómetros recorridos. El riesgo medio en la UE es de 13,1 fallecimientos.
En el anterior informe de este organismo (que data de 1997), la segunda plaza del “ranking" estaba ocupada por Portugal, pero el aumento en su seguridad vial ha propiciado el ascenso de España en la tabla, cuyo primer puesto ocupa Grecia. Según los expertos, cada vez nos acercamos más a los índices de siniestralidad de este país. Como recoge “El periódico de Cataluña", Carlos Muñoz-Repiso, director general de Tráfico, ha explicado estas cifras aludiendo al “carácter latino" de la conducción en el sur del Viejo Continente. Sin embargo, los datos muestran que las carreteras españolas son el doble de peligrosas que las italianas o las francesas y 1,5 veces más inseguras que las lusas.
Si tomamos como ejemplo los países del norte de Europa, salimos aún peor parados. El índice más bajo de muertes por cada 1000 km recorridos lo tiene Reino Unido, cuyo riesgo es cuatro veces menor que en España. Irlanda es el territorio que más ha progresado: en los últimos cuatro años ha ascendido cuatro puestos (del noveno al quinto) en la lista de regiones más seguras.
Los 10 países que ingresarán en la UE próximamente también han sido analizados y, de momento, sólo la República Checa y Eslovenia superan la seguridad de las carreteras españolas. El informe, divulgado en España por el CEA (Comisariado Europeo del Automóvil), también compara la peligrosidad de diversos transportes. Según los datos, el riesgo de morir sobre una moto es 20 veces mayor que en un coche, un medio de locomoción que sigue ofreciendo más resguardo que la bicicleta e, incluso, que ir a pie.
Tras el estudio, los expertos han recomendado a los miembros de la UE que inicien “acciones precisas que reduzcan el riesgo de accidentes mortales de una manera más rápida que en el pasado", si quieren cumplir el objetivo de disminuir al 50 por ciento el número de muertes en la carretera para el año 2010. La conclusión es clara: hay que otorgar mayor importancia a la seguridad vial. A pesar de estos datos, el número de fallecidos en las vías españolas se reduce cada año. De hecho, ayer, día de inicio de la “Operación Salida" de agosto, la más conflictiva del año, no se registró ningún accidente con víctimas mortales.
Se trata de una de las jornadas de comienzo de vacaciones más tranquilas que se recuerdan, pues apenas se produjeron retenciones: la mayoría de los conductores decidieron emprender su período de descanso de forma escalonada. Los principales problemas estuvieron en la N-340, a la altura de Málaga, en la N-332, cerca de Orihuela (Alicante) y en la N-II, en las salidas de Barcelona.
También en Madrid se registraron atascos en la M-30 (donde un pequeño incendio en uno de los laterales obligó a cortar la circulación en dos carriles) y en la carretera de Andalucía, en las inmediaciones de Aranjuez.
Será hoy cuando aparezcan las dificultades en la circulación. A lo largo del fin de semana, la Dirección General de Tráfico prevé que se realizarán 8,5 millones de desplazamientos, el mayor número de movimiento de vehículos del verano. A los traslados de aquellos que comienzan sus vacaciones habrá que sumar los de los automovilistas que van a pasar fuera el fin de semana y los de los ciudadanos de otras nacionalidades, de paso por España hacia el Estrecho o Portugal, por lo que la DGT ha establecido un dispositivo especial.
Más de 400 personas (además de 8.300 agentes de la Guardia Civil) están en servicio, atendiendo las labores de supervisión, regulación e información en los centros de Gestión del Tráfico. Los 18 helicópteros de las bases de Madrid, Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga y A Coruña asegurarán una cobertura casi absoluta de la red vial, en la que se han habilitado más de 500 km de carriles adicionales.
Por otra parte, se instalarán 634 radares (60 más que en Semana Santa) para controlar el exceso de velocidad en las carreteras, con lo que se vuelve a abrir el debate entre su efectividad para prevenir accidentes. En Tráfico aseguran que el número de siniestros desciende cuando se emplean estos dispositivos, pero Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), cree que su función es recaudatoria y exige su señalización. En declaraciones al periódico “La razón", Arnaldo ha explicado que “la primera función de la Policía es evitar la infracción, no cazar al conductor. El número de denuncias ha disminuido, pero Tráfico se ha llevado más dinero, ya que, desde la reforma de 2002, ahora la multa por exceso de velocidad es de 600 euros, el doble que el año anterior. La primera causa de accidentalidad en España es la distracción y la segunda es la velocidad inadecuada –distinta del exceso de velocidad, quinto motivo de siniestros-. Los radares no evitan los dos primeros y es ahí donde tiene que actual Tráfico", ha añadido.
Todas estas medidas intentarán paliar las retenciones que, desde esta mañana, se están produciendo en las principales salidas de las grandes ciudades. En Madrid, por ejemplo, había 18 km de atascos a primera hora en la carretera de Valencia (entre el barrio de Santa Eugenia y Arganda), 5 en la de Barcelona y en la de Andalucía y 8 en la de Extremadura.
Los embotellamientos volverán a tener lugar el domingo, pues regresarán los conductores que han salido el fin de semana y aquellos que comenzaron sus vacaciones en julio y ya las han finalizado. Si quieres conocer todos los detalles sobre la gran “Operación Salida" del verano, pincha en el enlace situado bajo estas líneas.