El nuevo Crossfire ha sido desarrollado por el equipo de Ingeniería Avanzada de Vehículos de Chrysler y será ensamblado en Alemania en colaboración con Karmann. Comparte con el Mercedes SLK gran parte de sus componentes –más de un 70 por ciento- y la plataforma. El propulsor se monta en la factoría de propulsores que DaimlerChrysler tiene en Utertuerckeheim (Alemania). Se trata de una mecánica de gasolina V6 con 3,2 litros de cilindrada. El motor anuncia 215 CV de potencia y un par máximo de 30 mkg a 3.000 rpm. Gracias a este propulsor y al diseño de la carrocería, el Crossfire acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 242 km/h.
Hay dos posibilidades de transmisión: automática de cinco velocidades o manual de seis. El Crossfire incorpora sistema antibloqueo de frenos (ABS) y sistema de asistencia a la frenada (BAS). En el eje delantero dispone de discos autoventilados de 300 mm de diámetro y en el trasero discos macizos de 278 mm.
Las llantas que se montan en el eje delantero de este nuevo Chrysler son de 18 pulgadas y las de atrás, de 19, sobre neumáticos de un ancho de 245 mm. El modelo viene equipado con control de tracción y de estabilidad.
El diseño de la suspensión delantera consta de doble horquilla con muelles helicoidales, amortiguadores de gas y barra estabilizadora de 25 mm. Además, dispone de efecto “anti-dive" y “anti-squat", que mantienen nivelado el vehículo y evitan cambios de convergencia/divergencia en aceleraciones o frenadas bruscas.
En cuanto a dimensiones, la longitud de este modelo es de 4,059 m, la anchura de 1,766 y la altura de 1,305.
Los consumos que anuncia este coupé se sitúan en 15,4 litros a los 100 km en recorridos urbanos, 7,6 litros en extraurbanos y 10,4 litros en ciclo combinado, según anuncia la marca americana.
El equipamiento de serie de este Chrysler incluye escape con doble salida central cromada, retrovisores eléctricos y térmicos, cierre centralizado, spoiler eléctrico, climatizador bizona, control de velocidad de crucero, asientos delanteros calefactables en cuero y elevalunas eléctricos.
Chysler ha previsto que ensamblará unas 20.000 unidades al año, casi un 85 por ciento serán destinadas a Estados Unidos. El resto tendrán como destino mercados europeos entre los que se ecuentra el español, belga, francés, alemán o italiano.