El Comité de Empresa de Opel ha amenazado con huelgas para la semana próxima si no se aseguran los puestos de trabajo de la planta de Powertrain, empresa surgida del acuerdo entre GM y Fiat situada en Kaiserlauten (Alemania), donde se fabrican motores Diesel.
Los sindicatos temen que el acuerdo entre Fiat y GM para el intercambio de motores y caja de cambios (con el fin de reducir costes entre ambas marcas) afecte a los trabajadores germanos.
El clima de tensión entre los representantes de los trabajadores y la Dirección de Opel puede provocar que peligre el plan de reestructuración Olympia, que tiene como objetivo volver a los beneficios en 2003.
Opel España quiere mantener la plantilla
Al mismo tiempo, el presidente de Opel España, Juan José Sanz, ha dado algunos datos de cómo va a terminar el ejercicio el grupo Opel. Según Sanz, 2001 no ha sido un año bueno y va a finalizar con unas pérdidas "similares o mayores" a las del año pasado, cifradas en 12.152 millones de pesetas. Esto se debe al descenso de las ventas en algunos mercados y a los costes de lanzamiento del nuevo Corsa.
Sanz ha vaticinado que el 2002 será un año difícil con "fuertes interrogantes" y con previsible exceso de producción, lo que provocará recortes. Sin embargo, eso no debe afectar a la plantilla de Opel España que "tratará de mantener la plantilla" para lanzar el nuevo monovolumen de la marca en 2003, año en el se volverá a los beneficios en la automovilística.