Dimite el presidente de IG Metall

El presidente de IG Metall, la organización sindical industrial más poderosa del mundo, ha dimitido. Klaus Zwickel se va, pero no en silencio: el hasta ahora responsable de la entidad no ha ahorrado críticas al que será su sucesor, Jürgen Peters.

El sindicato germano del metal atraviesa una profunda crisis que ha arrastrado a su presidente, Klaus Zwickel. Las tensiones comenzaron el mes pasado, cuando fracasó la huelga convocada por la entidad en el Este de Alemania para reclamar la jornada laboral de 35 horas semanales. Así, se equipararía la semana de trabajo de los metalúrgicos de ambas zonas del país.

La campaña fue duramente criticada por los empresarios y los propios empleados, ya que ponía en entredicho las inversiones industriales realizadas por las automovilísticas tras la reunificación en el antiguo territorio germano-oriental. La productividad en el Este del país es muy inferior a la del Oeste y sus costes laborales son más altos que los existentes en países como Polonia o Chequia, que entrarán en la Unión Europea el año que viene, por lo que se vio con temor una medida que podría significar el traslado de fábricas a otras naciones.

A pesar de que los paros hicieron mucho daño en la industria (la producción de las plantas en el oeste de los grandes consorcios como Volkswagen y BMW quedó paralizada), IG Metall tuvo que tirar la toalla; la entidad no consiguió ninguna de sus reivindicaciones, algo que no ocurría desde hace 50 años. Fue entonces cuando Zwickel se enfrentó con Jürgen Peters, el principal responsable de alentar el conflicto, y reanudó su lucha para que éste no fuera designado jefe del sindicato. En el fondo, estas disputas enmascaran los choques que existen entre el ala moderada de IG Metall, de la que Zwickel era representante, y el sector radical, con Peters a la cabeza.Ante esta situación, el presidente del sindicato resolvió, tras diez años al frente de la entidad, presentar su dimisión, que se hizo pública ayer. No ha escatimado críticas: “Con mi decisión hago constar, explícitamente, que no asumo la responsabilidad de la derrota en la lucha salarial del metal en el Este del país. Yo no he provocado el caos, sino aquellos que no son capaces de cargar con las consecuencias de la grave derrota política sufrida por IG Metall", ha explicado. “Quiero dejar claro que el nuevo inicio, que considero urgentemente necesario, no va a producirse", ha añadido Zwickel.

Al parecer, Peters tomará el relevo en agosto y se asociará con el representante del sindicato en Baden Württemberg, Berthold Huber. Zwickel ha tratado de impedir este movimiento desde que se conoció el nombramiento de Peters como presidente, el pasado mes de abril, ya que considera que IG Metall necesita un renovador al frente, no un tradicionalista.

La crisis en la organización también ha puesto de relieve que las negociaciones sectoriales necesitan una profunda reforma en Alemania. De lo contrario, están abocadas a la desaparición. Durante las cuatro semanas que duró el conflicto, varias empresas cerraron acuerdos entre los trabajadores y la dirección fuera del convenio del sector.

Además, las tensiones en IG Metall coinciden con el mal momento que atraviesan los sindicatos alemanes; desde 1995, la entidad dirigida por Zwickel ha perdido el 15 por ciento de sus afiliados.