Se trata de 2.862 unidades de las series 5, X5, X6 y 7, fabricadas entre noviembre de 2007 y febrero de 2011, y de 336 del modelo Rolls-Royce Ghost RR04 producidas entre mayo de 2009 y marzo de 2011, ya que BMW controla también la antigua marca británica.
Según explicó el propio fabricante alemán, en los coches afectados, equipados con motores de 8 ó 12 cilindros, es posible que la bomba electrónica auxiliar se llegue a romper en caso de que la placa de circuitos del coche no funcione correctamente.
Llevado el caso al extremo, el fallo podría provocar incluso el recalentamiento de la placa de circuitos hasta incendiarse, por lo que BMW y Rolls-Royce sustituirán estos componentes por otros más resistentes de manera gratuita.