A fecha de hoy, 76 personas han fallecido en las carreteras catalanas, es decir, el 15 por ciento del total de las víctimas de accidentes de circulación contabilizadas en esta comunidad. Según el Servei Català de Trànsit, la mayoría de estos siniestros se podían haber evitado.
El 80 por ciento de los atropellados eran personas que abandonaban sus vehículos para socorrer a otras, una ayuda que, como apunta el Servei Català de Trànsit, debe conservarse, pero también incrementar las medidas de seguridad propias.
Así, han recordado que, tras un accidente de tráfico o una avería, conviene salir del coche, abandonar el arcén y situarse, si se está en una autopista tras la valla, el mejor sitio para esperar a la grúa o al vehículo de asistencia.
Incluso, para colocar los triángulos de emergencia, conviene recorrer la distancia por la zona de seguridad y mirar si vienen coches antes de abandonar la misma.