Volkswagen Cross Polo

El Polo, el urbano de Volkswagen, se acerca ya al final de su actual etapa comercial. Es un producto maduro, consolidado, de éxito… Y, para subrayar ese asentamiento, Volkswagen ha querido que el Polo tenga una madurez distinta, algo alocada, un auténtico capricho. Es el Cross Polo, la versión más llamativa, colorista y juvenil del Polo.

Volkswagen Cross Polo
Volkswagen Cross Polo

A diferencia de otros ejercicios de diseño de este tipo, en el Cross Polo se han introducido cambios que no responden sólo a criterios estéticos. Tratando de aumentar su utilidad, en Volkswagen han decidido colocar unos muelles más largos en la suspensión, elevando así el chasis. Este cambio hace que la altura del coche aumente 1,5 cm, lo que, en teoría, facilita el acceso a terrenos algo más complicados que una carretera asfaltada.Además, sumados estos 1,5 cm, las ruedas con llantas de 17 pulgadas y las barras del techo, el Cross Polo es 7 centímetros más alto que un Polo normal.Esta variación, en principio, debería afectar al comportamiento y a las prestaciones del coche. En el primer apartado, sí nos ha parecido algo más blando de suspensión, pero la diferencia es muy pequeña. En cuanto a las prestaciones, sin haber podido hacer mediciones precisas, es posible que haya pérdidas por culpa de la aerodinámica, que se verá perjudicada por las barras del techo y la mayor altura general.Durante la toma de contacto que Volkswagen organizó en los Alpes Marítimos franceses, pudimos conducir el Cross Polo por carreteras nevadas, algunos caminos también nevados y, además, en un pequeño circuito de carreras sobre hielo. Evidentemente, el coche no es un todo terreno, pero no le hace ascos a estas superficies. Sobre todo, si va calzado con ruedas con clavos como las que llevaba uno de los que probamos en el circuito de hielo. Además de muy divertido, demostró ser bastante eficaz y de mantener una apreciable capacidad de tracción gracias a los clavos.Al margen de esos muelles más largos en la suspensión, no hay diferencias mecánicas sensibles entre este Cross Polo y sus hermanos convencionales. El resto de los trenes rodantes se mantiene, con su habitual McPherson en el eje trasero y los brazos triangulares del trasero. Lo mismo pasa con la gama de motores, que utiliza mecánicas muy conocidas en la familia Polo.En gasolina, se ofrece con el 1.4 litros en dos variantes: 75 y 100 CV. Con el 75 CV, el Cross Polo alcanza los 166 km/h y el 0-100 km/h se hace en 14,3 segundos.

Por encima está el 1.4 de 100 CV, otro viejo conocido, que permite llegar ya a los 183 km/h con un 0-100 km/h de 12,1 segundos. Este motor fue el que utilizamos para realizar el contacto y, como otras veces, ha demostrado ser una máquina interesante en la parte alta del cuentavueltas, donde se estira y empuja con ganas. A cambio, tiene poco fuelle en la parte baja, perjudicado también por unos desarrollos bastante largos. En Diesel, el básico es el 1.4 TDI de 70 CV, un motor tricilíndrico que, con un par de 24 mkg, lanza al Cross Polo hasta los 160 km/h.
Más arriba está el conocidísimo 1.9 TDI de 100 CV, quizá el motor TDI más explotado por Volkswagen. Aunque hoy hay máquinas mucho más potentes y refinadas, el veterano bloque sigue destacando por su enérgica entrega de potencia y su alto rendimiento a pocas revoluciones. Con este corazón, el nuevo Polo llega ya a los 182 km/h y firma un 0-100 km/h de 11,5 segundos.