Viajar en coche es un 57% más caro que hace tres años, según los consumidores

El aumento del precio de los carburantes registrado en los últimos tres años ha encarecido un 57 % el coste de cada viaje en coche, según ha calculado la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI).

En un comunicado de prensa, ha explicado que, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, el litro de gasolina y de gasoil cuesta en la actualidad 1,36 euros frente a los 0,87 de enero de 2009, lo que supone un encarecimiento del 57 % en tres años.

Además, FUCI ha calculado que realizar un viaje en coche de cien kilómetros, con un consumo medio de seis litros, es ahora tres euros más caro que en 2009.

El presidente de FUCI, Gustavo Samayoa, ha calificado de 'inadmisibles' las constantes alzas del precio de los carburantes 'porque suponen un esfuerzo económico extra para millones de familias', que ya están 'ahogadas' por la coyuntura económica.

Estos incrementos, ha añadido en el comunicado, 'van a ahogar a las rentas bajas y a perjudicar mucho a las medias lastrando cualquier atisbo de recuperación económica'.

Además, ha augurado que el incremento de los carburantes dará lugar a una escalada de precios de otros servicios como la producción, el transporte o la distribución de los bienes de consumo.

Ante esta situación ha destacado la importancia de la 'transparencia' en la fijación de precios en las gasolineras, y ha indicado que 'los españoles deben saber que los impuestos representan casi el 50 % del coste total del precio de los carburantes'.

El presidente de FUCI ha considerado importante que los ciudadanos 'sean conscientes de la importancia de realizar una conducción eficiente' para reducir el gasto en combustible y ha instado a los consumidores a utilizar el transporte público y compartir el coche con otros conductores.

Además, FUCI ha elaborado un decálogo con diez consejos que pueden limitar la factura de combustible hasta un 20 %.

Proponen arrancar el vehículo sin acelerar; mantener el motor al ralentí el menor tiempo posible, conducir con marchas largas y bajas revoluciones; vigilar la presión de los neumáticos; apagar el motor en paradas prolongadas; no abusar del aire acondicionado; evitar las ventanillas completamente bajadas o el techo abierto; no sobrecargar el coche; revisar el automóvil periódicamente y escoger las rutas menos congestionadas.