Así, las fábricas españolas de coches y componentes contaban en el año 2000 con un total de 399.767 efectivos, mientras que al cierre del pasado ejercicio la plantilla total sumaba 311.464 trabajadores, lo que supone un descenso del 22 por ciento. De esta forma, la industria ha destruido en una década uno de cada cinco empleos.
Los datos, contenidos en un informe sectorial de CC.OO. revelan que en la década de los noventa el empleo en el sector del automóvil ha crecido un 10 por ciento, pero en los últimos años inició una tendencia descendente, mucho más pronunciada desde el comienzo de la crisis.
Como consecuencia, el empleo en la industria de automoción supone actualmente el 1 por ciento de la población ocupada, lejos del porcentaje del 2,2 por ciento que se registraba a mediados de la década de los noventa del pasado siglo.
Caída libre desde la crisis
En 2008, el empleo en el sector ha sufrido la mayor caída de su historia, con un retroceso del 12,5 por ciento, con una bajada del 15 por ciento en el sector de componentes y del 4 por ciento en el de fabricantes de automóviles. En 2009, la tendencia fue similar, si bien se atenuó gracias a los incentivos a la compra de vehículos.
Lo cierto es que el grueso de la pérdida de empleo se concentra en el sector de fabricantes de componentes, con la destrucción de 77.443 puestos de trabajo en la última década, con una caída del 24 por ciento, hasta un total de 246.545 trabajadores.
30 fábricas cerradas
De hecho, el pasado año han cerrado sus puertas casi una treintena de fábricas de componentes para vehículos asentadas en el territorio español, lo que ha ocasidonado la pérdida de 4.000 empleos. Entre las comunidades más afectadas, figuran Cataluña, País Vasco y Cantabria.
En el sector de fabricación de vehículos, la pérdida de empleo desde el año 2000 se traduce en la destrucción de casi 10.800 puestos de trabajo, con un recorte del 14,22 por ciento, con lo que la plantilla actual se sitúa en 64.919 trabajadores.