El sistema de aparcamiento inteligente se ha bautizado como “Blue Parking” y ha nacido en el Centro de Investigación y Desarrollo en Automoción (Cidaut) de Parque Tecnológico de Boecillo, en Valladolid, que tiene su patente, y que cuenta con el Ayuntamiento vallisoletano como “colaborador y socio” en su desarrollo.
La novedad respecto a otros sistemas para localizar plazas libres es que éste no requiere ningún sensor externo y las obras que requiere, ya que el “usuario es el que sirve de sensor” y el acto de pagar por el tiempo que ha aparcado a través de su móvil permite a la vez detectar y fijar que esa plaza queda libre.
Así lo ha relatado hoy a los periodistas el director general de Cidaut, Juan Carlos Merino, quien ha sostenido que se trata de una aplicación “sencilla y natural” que a diferencia de otras se basa en en que el usuario es sujeto activo en que la “ciudad mejore y la movilidad sea mejor”.
Otros modelos basados en sensores, como el de Niza, en Francia, que tiene el mismo número de plazas de aparcamiento que Valladolid, más de 8.000, ha costado unos diez millones de euros sólo en inversión, sin tener en cuenta su mantenimiento, ha recordado Merino.
Se trata de una “innovación que será una referencia nacional e internacional” que, según ha referido el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, en la fase piloto, que se inicia el jueves se testará en esta ciudad con el uso de unos cuarenta conductores vallisoletanos en una zona con tráfico difícil como es la del casco histórico de la capital.
Con las sugerencias y experiencias de estos primeros conductores se acabará de ajustar el proyecto, que estará implantado después del verano en toda la capital, y que contará con la colaboración de la empresa encargada del estacionamiento de pago, Empark, que trabaja en otras 125 ciudades, 110 españolas, y cuyo director en España, Javier Mateos, ha destacado el carácter “vanguardista e innovador” de la aplicación.
La herramienta es gratuita, se ofrece para móviles avanzados con sistema operativo “ios” o “android”, aunque se hará extensible a otros, y proporciona ventajas para ordenar el tráfico urbano, consumir menos combustible y con ello reducir la contaminación, e introducir mensajes sobre vías cortadas, e incluso información turística, comercial o de interés general.
El usuario se da de alta en el sistema, que le asigna un código “QR”, para identificarse e ingresará la cantidad que considere oportuna de la que se deducirán sus gastos de aparcamiento, se bajará la aplicación y ya podrá localizar en tiempo real las plazas libres, conocer la tarifa y tiempo máximo, pagar por el consumo exacto, o recibir un aviso de que va a concluir su tiempo de estacionamiento.
El sistema será compatible con el método de pago tradicional, según han recordado tanto De la Riva como Merino, que han recordado que el 60 por ciento de los vallisoletanos tienen ya un móvil inteligente, un porcentaje que va a más.
Esta aplicación forma parte de las actuaciones de Valladolid como ciudad inteligente, y cumple con las condiciones de aunar colaboración pública y privada, de ser un proyecto tecnológicamente innovador y de “mejorar la vida la calidad de vida y hacer la vida más fácil a los vecinos”, ha recordado De la Riva