La Universidad de La Rioja diseña y desarrolla íntegramente el prototipo de un coche eléctrico

La Universidad de La Rioja, a través de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial, ha diseñado un prototipo de coche eléctrico diseñado y desarrollado íntegramente en el propio centro universitario riojano.

Un vehículo que ha contado con la colaboración de trece empresas y entidades entre las que cabe destacar a Toyota-Japoauto, Grupo Rioja 2000, Meko Europe, Tsolar -perteneciente al grupo Isolux-Corsan- y Starglass.

La presentación del coche ha tenido lugar en el Palacio de Congresos y Auditorio de La Rioja, Riojaforum. En la misma han participado el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, el rector de la Universidad de La Rioja, José María Martínez de Pisón, el director de la Escuela de Ingeniería Superior, José Ignacio Castresana, y el profesor y director del proyecto, Alberto Falces, entre otros.

El prototipo ha sido bautizado como 'Zemic (Zero Emisiones Contaminantes)' puesto que el motor eléctrico que emplea no genera emisiones nocivas para el medio ambiente ni produce contaminación acústica. Y todo ello con rendimientos superiores a los motores diésel o de gasolina, y permitiendo recuperar energía durante la frenada.

Este 'vehículo propulsado íntegramente mediante energía eléctrica' como se le denomina en el proyecto, cuenta con el chasis de un buggy, tres baterías, motores eléctricos y una serie de módulos fotovoltaicos que alimentarán los sistemas de control.

Sanz ha destacado que el prototipo es 'ejemplo de los beneficios de la apuesta por la innovación y la colaboración público-privada en La Rioja'. Además ha resaltado que se trata de un proyecto 'concebido, planificado y ejecutado con talento y tecnología de nuestra región, que atiende la creciente demanda social de respetar y proteger el medio ambiente, además de ofrecer una alternativa ecológica a la movilidad de los ciudadanos en núcleos urbanos'. Este prototipo, ha insistido, es el resultado del 'intenso' esfuerzo acometido por la comunidad universitaria, uno de los tres actores fundamentales, junto a la empresa y la administración, en el impulso de la innovación.

'TOYOTA RIOJA'

El jefe del Ejecutivo riojano ha propuesto a profesores y alumnos y a los responsables de las firmas comerciales implicadas en este proyecto el reto de comercializar este prototipo bajo el nombre de 'Toyota Rioja' con el fin de dotar de mayor valor añadido este interesante trabajo.

Por su parte, Martínez de Pisón ha destacado la colaboración público-privada en el proyecto, así como ha mostrado su 'satisfacción' porque 'el trabajo que se hace de investigación en el campus, no se quede solo en el campus sino que pueda ser útil a la sociedad'.

Castresana ha indicado que el prototipo ha sido posible 'gracias la ilusión, audacia y talento' de profesores y estudiantes, para reconocer que se han invertido unos 18 meses en el desarrollo del 'Zemic'.

El impulsor del proyecto, Alberto Falces, ha indicado que la idea surgió de una 'conversación de pasillo', al tiempo que ha augurado que 'dentro de unos diez años el coche eléctrico desbancará al de gasolina, algo que ocurrirá cuando evolucionen suficientemente las baterías del eléctrico'.

EVOLUCIÓN DEL PROYECTO DE COCHE ELÉCTRICO

Tras una fase de definición del proyecto, a partir de marzo de 2010 se trabajó en el rediseño de la estructura del vehículo -un buggy- para dotarlo de mayor estabilidad y para permitirle acoger los elementos clave para su funcionamiento: motores, baterías y transmisiones. Se modelizó y desarrolló la estructura en un programa de diseño asistido por ordenador en tres dimensiones, se estudió el sistema de suspensión más apropiado y se seleccionó la ubicación de las baterías, de los motores y de las transmisiones.

Las nuevas dimensiones y pesos del vehículo son: - 2,697 metros de longitud - 1,739 metros de anchura - 1,545 metros de altura - 1,899 metros de batalla (distancia entre los ejes delantero y trasero) - 450 kg. de peso total (80 kg. sólo las baterías)

Durante aquella primera fase también se adecuó la transmisión del vehículo mecanizando las piezas del eje trasero (que es eje motriz), atendiendo a la relación entre las ruedas y el eje y entre el eje y el motor. Así mismo se diseñaron de nuevo las suspensiones del vehículo y, finalmente, se acoplaron dos motores eléctricos que suman una potencia máxima de 20 caballos de vapor.

Como resumen, puede decirse que el coche se comenzó a mover de modo seguro, con sus principales elementos conjugados armónicamente, de forma silenciosa y, sobre todo, sin generar emisiones nocivas para el medio ambiente.

En la última fase de desarrollo, iniciada en febrero de 2011, se trabajó en el diseño y construcción de la carrocería del vehículo con el objetivo puesto en la mejora del comportamiento aerodinámico del prototipo, de forma que consumiera menos energía y tuviera la posibilidad de recorrer mayores distancias. En este sentido, se calcula que el consumo del vehículo será inferior a 2 euros a los 100 kilómetros, frente a los más de 10 euros de un utilitario convencional.

El carenado juega también un papel activo desde el punto de vista energético, porque se le han acoplado células fotovoltaicas que servirán para alimentar la iluminación y la instrumentación del vehículo -es decir, todo lo que no es potencia para el motor-.

En esta última fase se han programado también los módulos de control electrónico del motor y de la interfaz usuario-coche, que permitirá la personalización, no sólo de la apariencia y colocación de elementos tales como velocímetro, indicadores de potencia, carga de baterías, etc.; sino también del modo de conducción (p.ej.: modo de conducción dinámica, de ahorro en ciudad, etc.).

Los módulos de control electrónico del motor son una pieza clave del proyecto ya que permitirán gestionar funciones básicas del vehículo como la recuperación de energía, la aceleración, la monitorización de velocidades, la potencia, etc.

Por último, en esta fase final se ha desarrollado el sistema de frenado regenerativo, que hará posible que el frenado del vehículo genere energía para cargar las baterías de forma que pueda aumentar notablemente su autonomía (hasta en un 30 por ciento), y del propio sistema de carga de las baterías cuando se conectan a la red eléctrica mediante un enchufe tradicional monofásico de 220 voltios.

PROYECTO DEL DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA ELÉCTRICA

El proyecto se ha fraguado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de La Rioja con el objetivo de abrir una nueva línea de trabajo orientada al desarrollo y estudio de vehículos propulsados mediante energía eléctrica, y poner las bases para otras vías de investigación tales como los vehículos híbridos o los sistemas basados en células de combustible (fuel cells).

Además, el vehículo es la base de tres proyectos de fin de carrera desarrollados por alumnos de la Escuela de Ingeniería de la UR (Roberto Pascual Montalvo, Santiago Suanes Foncea y Pablo Miguel Hernández), que han trabajado en el desarrollo de los aspectos electromecánico, aerodinámico, estructural y de sistemas de captación fotovoltaica del coche. Los tres han merecido una calificación de matrícula de honor tras la defensa de su proyecto.