‘No descartamos llevar a cabo medidas más contundentes’, ha señalado el presidente de
Respecto a los paros, se ha mostrado ‘muy satisfecho’ con el seguimiento conseguido y ha asegurado que en algunas jefaturas de tráfico, como la de Sevilla, la mayoría de la plantilla, y no sólo los examinadores, han secundado los paros para mostrar su apoyo a los compañeros que han sufrido alguna agresión.
La última agresión tuvo lugar hace dos días, en Mataró (Barcelona), cuando un alumno cogió a un examinador del brazo al conocer que había suspendido y le zarandeó mientras le amenazaba con clavarle un cuchillo y le decía que acababa de salir de la cárcel, según ha relatado el presidente de
No es el único caso reciente. El 23 de abril, un hombre que había sido suspendido en el examen, se acercó por detrás en
Los examinadores dicen que estos casos de violencia son ‘habituales’ y reivindican que se pongan medidas para frenar estas agresiones. Así por ejemplo, piden ser considerados autoridades públicas, como ya ocurre en el caso de los médicos cuando son agredidos. Con esta autoridad, los examinadores creen que se frenarían las agresiones, ya que al agresor sería juzgado por la vía penal y no por la civil, con lo que la pena sería mayor.
Además, piden entregar los resultados del examen práctico en la jefatura provincial de Tráfico en lugar de comunicarlo 'in situ', para que los alumnos suspendidos no tengan posibilidad de agredirles, ya que, de esta forma, cuando los alumnos se enteren de la nota, el examinador ya no estaría presente.
Por su parte, fuentes de